los 72 años, Robert De Niro es hoy toda una institución en Hollywood, cuyos personajes emblemáticos han marcado la historia del cine con títulos como “Taxi Driver”, “El padrino II”, “Novecento”, “El francotirador”, “Toro salvaje”, “El rey de la comedia”, “Érase una vez en América”, “Los intocables”, “Corazón satánico”, “Cabo de miedo”, “Casino”, por nombrar sólo unos pocos que perviven en la memoria de cualquier cinéfilo.
Pero, hay que reconocerlo, con el nuevo siglo su estrella pareció virar hacia la comedia, un género que en la Meca del cine siempre fue considerado menor aunque no por ello menos rentable.
Desde que se largó con “Analízame” en 1999 (que tuvo su secuela, “Analízate”, en 2004, ambas de Harold Ramis), siguió con la saga “La familia de mi novia” (2000), “La familia de mi novio” (2004), “Los pequeños Focker” (2010), “Malos muchachos” (2008), “El gran casamiento” (2013), “Una familia peligrosa” (2013), “Último viaje a Las Vegas” (2013), en un raid de tres películas por año que no siempre hicieron demasiada justicia a su talento ni a su propio olfato a la hora de elegir guiones.
Ahora llega con otra comedia familiar, “Pasante de moda” (“The Intern”, en el original inglés), donde su partenaire es la bella Anne Hathaway (32), cuyo estilo de actuación similar al de la maravillosa Audrey Hepburn y un nombre que evoca a la esposa de William Shakespeare, han terminado por convertirla en una verdadera estrella, sobre todo después del Oscar de “Los miserables” (2012) y su paso por “Alicia en el país de las maravillas” (2010), “Superagente 86” (2007), “El diablo viste a la moda” (2006) y su debut con “El diario de la princesa” (2001) y su secuela de 2004.
En “Pasante de moda”, que se estrena hoy entre nosotros, De Niro es Ben Whitaker, un viudo sin intención de jubilarse que, en su afán de permanecer activo, acepta un trabajo como pasante “senior” en una firma de moda por Internet que maneja la joven Jules Ostin.
Ella, que al principio se toma a broma el pedido de Ben, terminará por reconocer su innegable carisma, su capacidad para conectarse con la gente y una habilidad en el terreno de la moda que termina sorprendiéndola.
Una amistad que va más allá de la edad y que demuestra que la verdadera química no siempre queda limitada a las personas de una misma generación.
Algo parecido a lo que ocurrió con ambas estrellas en el set, según nos cuentan ellos mismos.
“Robert es un grande, siempre de buen humor y dispuesto a dar lo mejor de sí”, larga Anne Hathaway antes de aclarar que “la maestría de Bob es la que sostiene todo el peso del film”.
“Bueno -interrumpe De Niro-, aunque el halagado soy yo de que Nancy Meyers (la guionista y directora del film) me haya elegido para el papel. De no ser así no hubiera conocido a Anne que, además de una gran actriz, es una persona fuera de serie”.
-Más allá de los halagos personales, esta película de Nancy Meyers parece seguir la línea de sus comedias anteriores "Enamorándome de mi ex" o "Alguien tiene que ceder".
Hathaway: -Sí, Nancy es una gran observadora de las conductas humanas y sabe reflejarlas a través del humor y de situaciones con las que podemos identificarnos fácilmente. En el caso de “Pasante de moda” son muy agudas sus observaciones sobre el humor generacional. Eso me encanta de la película, porque puedo ir a verla con cualesquiera de mis amigos. Y tengo amigos tanto de 20 como de 80 años. Incluso puedo ir a verla con mis padres porque, tengan la edad que tengan, todos van a encontrar humor en ella.
-En el caso de Robert De Niro, ¿ve usted la película como una carta de amor a su generación?
De Niro: -Creo que la película es una carta de amor no sólo para mi generación sino para todos los hombres, más allá de la edad que tengan. Porque la relación entre mi personaje y el de Anne es, antes que nada, la relación entre un hombre y una mujer que es su jefa.
-Hay también una sensación de soledad en el personaje de Jules, como si crecer profesionalmente provocara eso, sobre todo en las mujeres.
Hathaway: -Creo que Jules está tan dedicada a su compañía que tiene miedo de que cualquier cosa de su vida personal pueda afectar su capacidad de trabajo y entorpecer la marcha de su empresa. Realmente no tiene a nadie en quien confiar. Entonces conoce a Ben, que aunque es mucho mayor que ella, termina ofreciéndole una amistad sincera. Por eso ella se abre con él y acepta sus consejos, porque realmente lo respeta. Y porque además da excelentes consejos pero no es algo forzado. Sucede de manera orgánica.
-Ben termina siendo un gran mentor para Jules. ¿Hay algo de eso en la vida real de Robert De Niro?
De Niro: -Yo nunca tuve un mentor así. Fui mi propio mentor en muchos sentidos. Pero creo que es una gran cosa y me gusta dar consejos a los más jóvenes si me lo piden. También yo he aprendido de muchas personas que estaban más adelantadas en sus carreras, como el director Elia Kazan, Martin Scorsese, Coppola, o tantos de los directores con los que he trabajado. O incluso de ciertos actores que estaban una generación por delante de mí, que me aportaron muchas cosas con sus experiencias. También hoy hay jóvenes que me aportan cosas con sus experiencias, sobre todo en el mundo tecnológico.
-La película tiene algunas observaciones con respecto a esto último.
Hathaway: -Sí, porque refiere a una época en la que tenemos todas las herramientas de la comunicación a nuestra disposición y no sabemos sacar el máximo provecho de ellas. O si las aprovechamos al máximo, ninguna es tan eficaz como la conversación cara a cara. Hay observaciones sorprendentes en la película acerca de cómo la vieja escuela se encuentra con el nuevo mundo y cada uno mejora gracias al otro.
-¿Cómo fue trabajar con Nancy Meyers?
De Niro: -Muy bueno. Sabe cómo construir un personaje y tiene una fuerza inagotable. Además está muy dotada para la comedia.
Hathaway: -Cuando empezamos la filmación, que duró 15 semanas, vimos a mi personaje de dos maneras diferentes. Yo quería que Jules no mostrara tanto su estrés, mientras que Nancy quería que sí lo hiciera. Y entonces pensé: "¿Quién conoce mejor a un personaje de Nancy Meyers que la propia Nancy Meyers? Ella ama a estos personajes. Por lo tanto debo confiar en ella". Y se convirtió en un maravilloso ejercicio el ser guiado a través de un personaje, que es algo nuevo para mí. Así que me sentí como si fuera una verdadera colaboración. Nancy es la persona más divertida que he conocido y también una de las más inteligentes que te podés encontrar en esta industria.
-¿Cómo dirían ustedes que esta película les habla a las distintas generaciones de espectadores?
De Niro: -La película dice de algún modo que todos tenemos algo que aprender de todos. Los viejos han estado más tiempo en este planeta y tienen consejos que sólo ellos pueden dar pero los jóvenes se adaptan más rápido a lo nuevo y también tienen cosas que enseñar. Es así de simple.
Hathaway: -Jules, mi personaje, es una persona decente y agradable pero está muy tensionada porque le falta el espacio y un oído compasivo. Eso es lo que Ben le aportará a su vida: una enorme cantidad de compasión. No sé si es una cosa generacional o qué, pero siento que se emiten demasiados juicios de valor en el mundo, sobre todo cuando la gente está en puestos más visibles como el de Jules. Ben no la juzga. Sólo la observa, deja que se abra y le da un espacio seguro, lleno de compasión y comprensión. Ella prospera allí y, de hecho, él hace lo mismo con un montón de gente a su alrededor. Todos ellos prosperan como resultado de eso. Es una cosa simple, pero no es algo que vemos muy a menudo en nuestro mundo. Creo que si pudiéramos ver más de eso y tal vez contribuir con ello, podríamos obtener muchos resultados positivos.
-La química que lograron entre ustedes en la película es fascinante. ¿Cómo se dio?
Hathaway: -Bob y yo nos unimos mucho yendo al shopping. Nos fuimos de compras… (risas) No, no hicimos nada en especial. Pero eso es una cosa divertida. Confié en que todo iba a estar bien. Bob es un tipo fácil de llevar. Es muy zen, tranquilo y accesible. Yo durante las primeras semanas no podía hablar cerca suyo, me sentía una tonta cada vez que decía algo. Pero Bob me tranquilizó y me ayudó a confiar en mis propias palabras. Bob es un genio teniendo química con la gente. Así es que supuse que, mientras yo no lo estropeara, estaríamos bien. (risas)
De Niro: -Ya lo dijo ella. (risas).
-¿Y aprendieron algo sobre ustedes mismos haciendo esta película?
De Niro: -No sé si aprendí algo acerca de mí mismo que ya no supiera. (risas) Pero pasé un gran momento haciendo la película. Fue una experiencia realmente divertida.
Hathaway: -No puedo explicar qué sucedió conmigo en esta película, si fue mi personaje o la dinámica con el estado zen de Bob o qué, pero fue sólo confiar en que lo desconocido podía ser bueno. De hecho lo pasé de maravilla haciendo esta película y creo que conseguí una actuación más relajada. Estoy muy orgullosa del trabajo que todos hicimos y aprendí que se puede hacer una película sin tener interminables noches de insomnio (risas).