Es posible que, con la llegada de un bebé al hogar, el perro experimente una cierta rivalidad y que esto le genere ansiedad. Puede pasar que sienta que sus dueños lo están dejando de lado. A esto se suma que, cuando se incorpora un nuevo integrante, se generan una serie de estímulos que son poco habituales para él.
Es por eso que el animal podría mostrar comportamientos no deseados, como por ejemplo orinar en lugares inadecuados, o actuarde manera diferente, por ejemplo escondiendo los juguetes del niño.
Tengamos paciencia, que nuestro perro se irá adaptando al cambio si trabajamos todos los días en ello. De todos modos, hay pequeñas pautas que se pueden seguir para preparar a la mascota con anticipación. Aquí, algunas sugerencias:
1. Que nuestra mascota tenga su plan sanitario al día (vacunación y desparasitación).
2. Dejarle su espacio donde estén sus juguetes, su cama y agua un lugar tranquilo de la casa (lavadero o cuartito) donde puedan refugiarse cuando comiencen los movimientos nuevos del chico.
3. La presentación del nuevo integrante se deberá hacer, en forma gradual, y siempre bajo supervisión de un adulto.
4. Debemos habituarlo al trato con el bebé. Dejarlo que comience a tocarle la cabeza, patas, cola, orejas, hocico. Así la mascota se va familiarizando y no reacciona de mala manera. Es bueno hacer esto cinco minutos, varias veces al día, cuando jugamos con ellos.
5. Durante el embarazo, cuando se comiencen a comprar las cosas del bebé, mostrárselas a la mascota.
6. Dejar que el perro entre al nuevo cuarto y que formen parte del momento.
7. Cuando nazca el niño, llevarle al perro mantitas con su olor para que las olfateen.
8. Cuando llegue el pequeño a la casa, el miembro de la familia más vinculado con la mascota debe entrar primero, saludarlo y premiarlo mientras el otro entra con el chico.
9. Jugar con la mascota en presencia del bebé y no en otros momentos para que tome la presencia del niño como algo positivo.
10. Si a pesar de todo el animal reacciona mal, consultar de inmediato con un especialista para que brinde un adecuado asesoramiento.
Hay profesionales que hacen pruebas de temperamento que permitirán evaluar el comportamiento de la mascota con los niños.