Amigo, te engañan: ¿decirlo o no?, esa es la cuestión

Ejemplos sobran y no es privativo de un solo género. La disyuntiva se presenta muchas veces entre quienes involuntariamente se debaten entre la amistad y la traición a la persona querida. La mirada profesional.

Amigo, te engañan: ¿decirlo o no?, esa es la cuestión
Amigo, te engañan: ¿decirlo o no?, esa es la cuestión

La mayoría de las personas (o al menos muchas) han tenido que pasar por este trance incómodo, molesto e involuntario. Ver en una situación comprometedora a la pareja de un amigo o amiga, cuya vida vincular parecía un cuento rosa, o al menos, al reparo de una ruptura por terceros o amoríos estacionales.

Pero cuando sucede, el debate entre hablar o callar ocupa la mente del voyeur obligado: “¿Qué hago: le cuento a mi amigo? ¿Y si no me cree y se enoja conmigo?”.

“¡Ah, no, este personaje no le puede mentir así a mi amiga, le voy a contar todo a ella! ¿Cómo hago? ¿Habré visto bien?”.

Estas y otras tantas cavilaciones suelen surgir ante la situación tan inesperada, como preocupante, por parte del amigo o amiga en cuestión que presenció el engaño.

¿Cómo actuar? En las relaciones humanas no existe un manual de lo correcto, o lo que no lo es, frente a una situación de este tipo.

ependerá de los integrantes de la pareja, del tipo de amistad que se tenga, de la situación y de tantas variables como particularidades existen. Desde la palabra del sexólogo José Luis Rodríguez (especialista en disfunciones sexuales, y médico psicoterapeuta especialista en sexología clínica y pareja) y de Beatriz Goldberg (especialista en familia, pareja y adolescencia) te acercamos en esta nota una reflexión conjunta, para esclarecer el panorama y sus alternativas.

El testigo involuntario

“Este tipo de situaciones que puede vivir una persona, respecto a la pareja de un amigo/a, la coloca en un lugar muy difícil y diferente según la ocasión. Si el sujeto o ‘testigo’ ve algo que puede parecerle extraño... pero quizá puede asemejar lo que no es, y no está seguro, cabe la posibilidad de que el sorprendido ‘in fraganti’ tenga el beneficio de la duda para quien lo ve, que no se anima a hablar para no generar un problema sobre algo que no está seguro”, argumenta Rodríguez.

-¿Qué sucede cuando la situación es explícita y sin lugar a dudas?

-En este caso es terrible para el observador, porque para muchos el dicho “el acomedido la saca mal” pesa a la hora de pensar en el amigo o amiga que desconoce esta situación. En determinados casos la persona que es vista con un tercero, se acerca a brindar explicaciones, sin embargo el amigo o amiga del engañado puede ser claro y expresarle su lealtad a la amistad, y aclararle que no lo tome como cómplice del secreto. Otros se muestran más abiertos ante el arrepentido, y lo escuchan y brindan consejos para que el amigo en cuestión no continúe siendo engañado... Todo dependerá de la situación, personas, pareja, amistad. Acá no hay reglas fijas, sino que se vincula con las personas y sus particularidades.

-¿Cuando los engañados se enteran por el amigo, ¿qué reacción suelen tener hacia el mismo?

-Si la persona está segura de los dichos del amigo y su versión, lo mejor es confrontar a la pareja, para que el otro se defienda, se arrepienta o decidan entre ambos terminar la relación. Es decir, poner las cartas sobre la mesa. Pero cuidado, que muchas veces la persona que te trae la información quizá pueda tener algún interés y es bueno reflexionar al respecto, porque la realidad supera a la ficción muchas veces.

Cada caso es diferente y eso es muy claro. Como explica la psicóloga Beatriz Goldberg: “hay que ver el grado de amistad que se tiene, qué tipo de relación de amistad real hay con esa persona, y cómo es ella o él respecto a los secretos. Son muchas las mujeres que están enteradas de diversas situaciones de engaños de sus parejas y, sin embargo, deciden mirar a un costado; sin querer que nadie les venga con la verdad que las saque de esa burbuja. Otras prefieren la verdad porque no soportan vivir esa situación. En general conviene ser sincero con uno mismo y poder decir la verdad si las variables analizadas así lo hacen sentir. Pero hay veces que se corren riesgos de que al otro le moleste saber la develación del secreto.

-Si se decide a hablar, es importante que la persona esté segura...

-No es lo mismo una simpatía casual, de camaradería con alguien, que una amistad profunda a la hora de contar algo sobre la pareja de la otra persona. En este último caso, si se decide a hablar, el sujeto tiene que buscar la manera de contar lo ocurrido (previo estar muy seguro de la situación) planteándola sin crudeza. Si decide hablar es porque esa espina, en una amistad profunda, pesa. La verdad es importante y el día de mañana, si la persona se entera de que un amigo querido e íntimo nunca se le contó la infidelidad de su pareja, también es posible que decida cortar la relación de amistad para siempre. Todo depende del tipo de relación, personas afectadas, singularidades y valores que cada uno maneje... No hay fórmulas matemáticas en esto.

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