Ayer en la tarde los pobladores de Villa Atuel volvieron a reunirse en la plaza de ese distrito para reclamar por mayor seguridad y para recibir respuestas a un petitorio que elevaron el pasado 20 de enero, a través de la concejala Jaquelina Rebolledo, al ministro de Seguridad de la Provincia. Los vecinos, unos 500 en total, escucharon al jefe departamental de la Policía de Mendoza Hugo Lucero que fue interrumpido cuando aseguró que las estadísticas de delitos en este pueblo "han bajado notablemente".
Desde ahí en adelante hablaron varios vecinos afectados por los delitos y se quejaron del accionar policial. Esto fue respondido por el comisario local Carlos Mir quien aseguró que el actuar de los efectivos está dentro de lo normal y de las directivas. El intercambio siguió por varios minutos y entre otras cosas se destacó que la "policía no se compromete".
Todos los asistentes coincidieron en que se necesita mayor presencia policial y que se destinen más efectivos y móviles para prevenir lo que consideran un a escalada de delitos, algunos violentos.
Los ánimos estaban más caldeados que la reunión de la semana pasada y todos se muestran partidarios de tomar medidas drásticas como bloquear las entradas al pueblo y la ruta nacional 143 de no resolverse la grave problemática que afecta a esta población de unos 6.000 habitantes.
Por parte de las autoridades departamentales asistió el concejal Mauricio Sat, del Consejo de Seguridad Departamental y aseguró estar al tanto de la situación y atendió a los vecinos que pidieron también, cámaras de seguridad en lugares claves. "Al menos para esclarecer los delitos si no se pueden evitar", dijeron.
Los saqueos a casas, asaltos en la calle, robos en las fincas y chicos bebiendo y consumiendo drogas en la plaza o en calles de este otrora tranquilo lugar, son moneda corriente, según destacaron. "Creemos que hay un grado de connivencia con la policía porque ellos saben como nosotros quiénes son. Hay que tomar alguna medida urgente para evitar que estos chicos ahora de 12 ó 15 años sean frenados en su accionar porque de lo contrario en un par de años esto se desmadrará", comentaron algunos de los enojados pobladores que no quisieron identificarse por temor a represalias de malvivientes o de la policía misma.