Luz amarilla para el mercado automotor

Hace apenas un año, el sector automotor argentino, y su réplica en el mercado mendocino, batía récords de patentamientos y ventas, en el marco de una economía muy activa. Pero en la actualidad, aquel furor en el consumo parece haberse disipado y si bien no se trata de una depresión, se comprueba una marcada baja de la comercialización de autos, motos y camiones.

Las estadísticas muestran una fuerte caída en setiembre pasado, tanto en la comparación interanual, como en la intermensual (frente a agosto de este año) y también en el acumulado de enero a setiembre, contra igual período de 2011.

Así, la noticia divulgada por la CCA (Cámara del Comercio del Automotor), de que en setiembre descendió 1,91% en el país la venta de usados, luego de cinco años de crecimiento constante y la divulgada por Acara (Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina), de que los patentamientos cedieron en un año más del 22% en la provincia (casi 24% a nivel nacional), pone en alerta al mercado, cuyos referentes entienden que es la repercusión en un año "difícil", de la crisis internacional por un lado, la "sintonía fina" del Gobierno por otro y la consecuente incertidumbre.

Y si bien los concesionarios se esfuerzan por ser optimistas, tomando la estadística en el marco de una coyuntura,  y esperando que a fin de año el mercado repunte, la preocupación se hace un espacio ante un futuro inmediato que se presenta incierto.

El sueño del 0km, postergado

Los datos de Acara, difundidos en su Sistema On Line de Estadísticas y Mercado (Siomaa), dan cuenta de que en la provincia, en setiembre, el patentamiento de automóviles decreció 22,4%, ya que en ese mes de 2011 se registraron 3.159 vehículos, mientras que en igual período de 2012 fueron 2.450.

Si la comparación se hace con agosto de este año, se corrobora la tendencia hacia la baja, ya que la comercialización cayó 20,84%, dado que en el octavo mes del año se vendieron 3.095 autos.

Sólo el acumulado enero-setiembre mostró cifras positivas, dado que en ese tiempo, comparado con el mismo de 2011, creció 1,64%. Pero si se tiene en cuenta que en el comparativo de enero-agosto el crecimiento fue 5,04%, se comprueba un freno en el mercado.
Para los concesionarios esos números reflejan la realidad, pero también el humor de los compradores.

"La incertidumbre califica a esta etapa", destacó Adrián Yacopini, de la concesionaria que lleva su apellido donde se percibe la caída.

"Entre 2011 y 2012 han bajado de 18% a 22% las ventas", resaltó Yacopini, aunque reconoció que la situación no implica una crisis. "Tal vez el ordenamiento ante distintos factores influya en la demora en la decisión de compra", explicó.

Esa es una sensación coincidente. Las medidas coercitivas, como el estricto control de la AFIP en distintas operaciones; el cepo cambiario al dólar; la inflación, con vehículos que aumentan su precio a razón de 2% promedio mensual, son factores que influyen en el comportamiento consumidor.

Así lo destacó Mario Goldstein, referente con más de 50 años de trayectoria en el ramo, quien consideró que "no se puede saber con exactitud" por qué la gente demora sus compras, aunque sí se percibe cierta "intranquilidad" ante todos los factores que influyen.

En igual sentido opinó Daniel Inzirillo, gerente de Mediterráneo, concesionaria Renault, para quien la estadística confirma lo que pasa en los salones de venta.

"La afluencia del público para consultar ha caído más del 20% en setiembre frente a agosto", informó Inzirillo, aunque  para él, la comparación interanual no puede aplicarse. "En setiembre del año pasado había modelos que hoy no existen", recalcó, demostrando que las condiciones de venta no son las mismas en cada momento.

Para Inzirillo la situación no reviste alarma por el momento, dado que no se trata de demoras en la compra de vehículos, sino que, por el contrario, "hubo anticipación de ventas entre mayo y agosto". Es decir, la gente prefirió invertir para combatir a la inflación y superar las restricciones al dólar, por lo que desde su visión, "puede haber mejoras hacia el final del año".
Goldstein en tanto, admitió que en los últimos años "al sector no le fue mal", pero eso sucedió a costa de una rentabilidad aminorada. "La presión impositiva ha sido cada vez mayor y los empresarios terminan resignando ganancias", indicó.

Yacopini concordó. "La presión tributaria es grande y eso afecta mucho a la clase media y media alta", es decir, el segmento de potenciales compradores, y agregó: "Esa presión también actúa con fuerza en los concesionarios".

Pero también la política de control, ejercida principalmente por la AFIP, influye en la menor cantidad de ventas, más allá de que quien busque adquirir un vehículo cumpla con todos los requisitos impositivos y financieros.

En el sector se rumorea que "los excesivos controles molestan", otorgándosele a esa acción oficial la categoría de factor interviniente al momento de decidir la compra. De todos modos, para los referentes el orden no es mal recibido. "El orden es necesario, aunque sí influye en la merma del mercado", dijo Yacopini.

Usados en desuso

De acuerdo con la CCA, en setiembre se vendieron en Mendoza 9.631 autos usados, que frente a los 10.745 de agosto, indican una caída de poco más del 10%, aunque en comparación con setiembre de 2011, la baja fue de casi 5% (-4,86%).

Si la comparación se lleva a lo acumulado en los primeros nueve meses del año, se corrobora que entre enero y setiembre de 2012 la disminución interanual fue 1,5%, confirmando en este ámbito, una inclinación decreciente.

Pero para los referentes del sector la comparación negativa con el año anterior es peor de lo que las estadísticas señalan.

"Las ventas han caído más del 50%", indicó Andrés Jiménez, comerciante de vehículos que ejemplificó el mercado con una rápida estadística propia: "En febrero no se vendió nada. En marzo, 6 autos. En junio, 2. En julio, ninguno, en agosto ninguno", detalló, dejando entrever para setiembre una "tendencia similar".

Genaro Ferrer, de Gema Automotores, confirmó que en su caso "las ventas cayeron 30%", e informó que la situación "se complicó desde hace más de dos meses". Para este comercializador, el lapso entre junio y agosto puede ser considerado un tiempo de "baja estacional", pero en setiembre siguió vendiendo menos.

En tanto Gabriel Castillo, dueño de otra concesionaria céntrica,  apuntó a que su negocio es cada vez menos rendidor. "Los usados están sobrevaluados para vender más 0 km y eso afecta a nuestra rentabilidad", dijo, y a añadió: "Por eso la gente no quiere comprar usados, al menos los de mayor valor".

Efectivamente, según Ferrer, los usados con valores por encima de los $ 50 mil, "son los que cada vez se venden menos".

Camiones en baja

Hay una característica llamativa para Mendoza en el mercado de los camiones, ya que la provincia ocupa el 8% del mercado nacional (en autos sólo abarca el 4%).
Podría decirse que el corredor bioceánico y la gran cantidad de empresas de logística son la razón, sin embargo no hay información sobre esta preferencia. Más allá de eso, 2012 también ha mostrado una tendencia en baja para las ventas.

El Siomaa indica que en setiembre, en la provincia se vendieron 107 vehículos pesados, frente a los 121 de agosto y los 172 de setiembre 2011, cayendo 37,79% interanual y 11,57% intermensual.

En el acumulado enero-setiembre, este año se vendieron 1.053 camiones, bajando 10,91% frente a los 1.053 patentados en igual período de 2011.

El rumbo del sector

Para el sector automotor, una variación, en más o en menos del 10% o el 15% genera alerta, sobre todo en un entorno de freno económico como el actual, aunque si se trata de una cuestión coyuntural, difícilmente "mueva la aguja" en la generalidad, sobre todo si la comercialización roza las 800 mil unidades por año. Se trata de un mercado muy exitoso si se lo compara con el inicio de la década de 2000, cuando las ventas anuales llegaban al 10% de lo que sale ahora.

Pero si la comparación se hace con lo que ocurría 15 años atrás, el crecimiento no ha sido grande. En 1997 y 1998, los promedios de venta por año rondaban los 500 mil vehículos (473.754 en 1998), esto quiere decir que en todo este tiempo el crecimiento fue del 50%, es decir apenas un 3% de mejora anual en promedio.

Así las cosas, el mercado efectivamente se recuperó después de la crisis de 2001, pero desde un punto de vista macro, sólo  se ha mantenido en similares niveles a los de la década de 1990. Por otro lado, en las postrimerías de aquella década, ya fuera por el plan canje o por capacidad adquisitiva de los usuarios, la mayoría de los autos eran de "último modelo".
Es una situación llamativa, sobre todo si se tiene en cuenta que hoy existen muchas más facilidades para llegar al 0 km que en los años de la convertibilidad. "Hoy es muy barato comprar un auto", destacó Goldstein. A pesar de todo, aparecen signos negativos en el exitoso sector automotor.