Amapola: realismo mágico con acento argentino

El debut como director del cordobés radicado en Hollywood Eugenio Zanetti es una fantasía romántica que recorre la historia argentina reciente a través de una familia de artistas que puede viajar en el tiempo.

Amapola: realismo mágico con acento argentino
Amapola: realismo mágico con acento argentino

Con un elenco internacional que encabezan la joven Camilla Belle, el canadiense François Arnaud, la gran Geraldine Chaplin y los argentinos Lito Cruz, Esmeralda Mitre, Juan Acosta, Nicolás Scarpino, Luciano Cáceres, Nicolas Pauls, Leonor Benedetto y Liz Solari, entre otros, el escenógrafo cordobés y prestigioso director de arte Eugenio Zanetti (Oscar 1996 en este rubro por la película “Restauración”) rodó en nuestro país su debut como director, una fantasía con elementos de comedia musical, viajes en el tiempo y momentos clave de la historia argentina reciente.

Bajo el título de “Amapola”, la película cuenta la vida de los Guerrero, una familia de cantantes líricos y actores que regentean el Gran Hotel Amapola en una isla de algún rincón perdido del delta del río Paraná, cerca de la localidad bonaerense de Tigre.

Cada año, la familia, compuesta de tres generaciones, pone en escena la obra “Sueño de una noche de verano”, de Shakespeare, en la que participan todos los miembros de la familia y sus empleados y a la que asisten cientos de espectadores atraídos por la renombrada representación de la familia.

Amapola es también el nombre de la hija de los Guerrero, una joven y hermosa mujer que tiene el don de ver el futuro y viajar en el tiempo para cambiar el presente cuando le es adverso. Es así que, en medio de una serie de intrigas palaciegas, Amapola conocerá el amor a partir de una historia iniciada con la muerte de Evita, saltará a 1966 con el golpe militar de Onganía, y pegará otro salto a 1982 con la guerra de Malvinas, un futuro desdibujado por el fracaso y la miseria que la protagonista intentará modificar viajando por el tiempo.

“En la película los personajes están todo el tiempo cambiándose de ropa, de la suya a la de los personajes de Shakespeare y a la de las distintas épocas que recorre el film, es decir que están vestidos a medias y eso le da un toque sexy”, bromea Zanetti al referirse a esta especie de puzzle gigante que es “Amapola”. Y agrega que: “Todos vivimos en medio de una charada y ese uno de los niveles de mi relato”.

El artista múltiple, ahora director de cine, asegura también que en su película aparecen los referentes de todo el cine que lo marcó a fuego durante su infancia y juventud, títulos como “La bella y la bestia” (1946, de Jean Cocteau), “Las zapatillas rojas” (1948, de Michael Powell y Emeric Pressburger) o más cerca en el tiempo “Fanny y Alexander” (1982, de Ingmar Bergman).

“Amapola” es como un cuento de hadas, con mucha brillantina, imágenes con lentes de bordes envaselinados, luces que se filtran, claroscuros sacados de la pintura, un vestuario fastuoso cuidado hasta el mínimo detalle, mucho rojo y dorado, y música acorde a la espectacularidad compuesta por el también argentino Emilio Kauderer (“Metegol”, “El secreto de sus ojos”), que incluye el célebre bolero “Amapola”, de José María Lacalle, aquel de “Lindísima Amapola”.

Zanetti eligió escenografías reales imponentes para su debut como director, en principio los exteriores del Tigre Hotel, ahora Museo del Tigre; interiores de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires; la ciudad de La Plata; un lago en Pilar y también los estudios de Argentina Sono Film.

“En mi película hay muchos homenajes, de los que algún día haré una lista. Algunos son imperceptibles y los otros se sienten como naturales, nunca forzados”, dice en referencia al más claro de todos, el de Juan Acosta a Pepe Arias, al componer a una suerte de mayordomo que protagoniza un par de situaciones con mucho humor.

También los momentos históricos que recorre la película marcaron la vida del realizador: la muerte de Eva Perón en 1952 cuando Zanetti era  apenas un niño, la represión cultural que comenzó en 1966 cuando cayó Illia y que llevó al hoy director, entonces de 20 años, a vender sus cuadros e irse a Europa, donde llegó a participar de la filmación de "Medea", de Pier Paolo Pasolini.

“En los años 70 volví a la Argentina, murió mi padre, trabajé mucho en cine, TV y teatro, y con el tema Malvinas de nuevo volvió aquella locura. Como tenía una posibilidad de trabajo en los Estados Unidos me fui para allá, y en este tercer acto estoy volviendo, con la chance de hacer trabajos más personales”, dice Zanetti.

“Florezco tarde”, reconoce el artista que, como escenógrafo, es recordado por puestas argentinas como la de “Drácula” (1974, de Sergio Renán) o como director de arte en el cine internacional por obras como “Línea mortal” (1990, con Julia Roberts), “El último gran héroe” (1993, con Schwarzenegger) o la ya citada y consagratoria “Restauración”.

La bella que da nombre al film

Camilla Belle es una hermosa joven de 26 años que nació en Los Angeles, pero habla perfecto español, italiano y portugués porque su madre es brasileña. Trabaja desde los 9 años y a los 11 estuvo en Salta y Buenos Aires filmando “El secreto de los Andes”, una coproducción con los Estados Unidos, aunque recuerda poco de aquel viaje.

Tal vez su trabajo más conocido sea como mujer de Daniel Day-Lewis en “La balada de Jack y Rose” (2005), de Rebecca Miller.

El canadiense mochilero

François Arnaud, el joven protagónico de “Amapola”, es un actor canadiense de 27 años conocido por interpretar a César Borgia en la serie” Los Borgia”.

Estuvo hace diez años recorriendo la Argentina como mochilero y le gustó tanto el país que ése fue uno de los incentivos para aceptar el papel en “Amapola”, donde encarna a un estadounidense desertor de la guerra de Vietnam que llega a la Argentina de los años 60 y se enamora del personaje de Amapola.

Más novedades en cartelera

Las carteleras de las multisalas locales suman desde hoy otros cuatro títulos, además de “Amapola”. Se trata de las comedias “Pueblo chico, pistola grande” de Seth McFarlane (“Ted”), “Luna de miel en familia” que vuelve a unir a Adam Sandler con Drew Barrymore, el drama policial “La ley del más fuerte” y la también dramática “Balada de un hombre común”, de los hermanos Coen.

Western para reír

“Pueblo chico, pistola grande” es el título argentino de esta comedia estadounidense protagonizada por Charlize Theron y Liam Neeson, entre otros, y en la que un granjero es abandonado por su novia luego de huir asustado de un tiroteo. Para recuperarla deberá unirse a un grupo de malvivientes que le enseñarán a disparar.

Volver a empezar

Adam Sandler y Drew Barrymore tienen una desastrosa cita a ciegas en “Luna de miel en familia”, luego de la cual no quieren volverse a ver otra vez. Pero el destino los encontrará atrapados y compartiendo una suite en un lujoso complejo de safari en África.

Los hermanos sean unidos

En “La ley del más fuerte”, un joven busca a su hermano que se ha vuelto delincuente tras regresar de la guerra de Irak. Protagoniza un gran elenco encabezado por Cristian Bale, Casey Affleck, Zoe Saldaña, Woody Harrelson y Sam Shepard.

Con sello de autor

“Balada de un hombre común”, que también se estrena hoy entre nosotros, llega con dirección de los renombrados Joel y Ethan Coen para contar la historia de un joven cantante de folk en el universo de Greenwich Village en 1961, a quien la vida no le sonríe demasiado y deberá hacer frente a duros obstáculos. Se exhibe sólo en dos funciones en Cinemark Palmares: hoy y el martes próximo a las 18.

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