Dos estudios proporcionan noticias desalentadoras para padres que buscan una manera de prevenir la enfermedad celíaca en bebés con alto riesgo debido a antecedentes familiares.
Ni la amamantación ni la regulación del momento en que se comience a alimentar al bebé con productos que contengan gluten hacen alguna diferencia en si el niño desarrollará el problema.
No existe un momento oportuno para ayudar a sensibilizar al bebé al gluten, y retrasar la ingesta de este compuesto proteínico hasta que el pequeño tenga un año de edad sólo pospone brevemente el principio de síntomas, encontraron los estudios.
“En este momento no tenemos una fórmula para prevenirla”', dijo el doctor Alessio Fasano, director del Centro para la Investigación y Tratamiento de la Enfermedad Celíaca en el Hospital General de Massachusetts. Él ayudó a encabezar uno de los estudios, los cuales aparecen en la edición de esta semana de la New England Journal of Medicine.
Médicos acentuaron que los bebés no deberían recibir ningún alimento sólido antes de 4 a 5 meses de edad y que la leche materna es aún buena por muchas otras razones.
La sensibilidad o intolerancia al gluten se ha convertido en una frase en boga en relación al régimen alimenticio, pero la enfermedad celíaca es más que eso, es un desorden autoinmune detonado por el gluten, una sustancia presente en trigo, cebada y centeno.
Afecta a células en el intestino delgado y puede ocasionar dolor, diarrea y otros síntomas. Por razones que aún se desconocen su incidencia está en aumento y es ahora de cuatro a cinco veces más común de lo que fue hace 50 años.