“Es muy importante comenzar desde chico y además se nace para eso. Es difícil hacerse un triunfador de grande, por supuesto uno aprende de la experiencia y de las virtudes de otros arqueros, pero al final siempre aflora todo lo que uno puede y sabe hacer”, sostiene con su tono aplomado Amadeo Carrizo, quien hoy festejará sus primeros 91 años.
Desde hace algunos años, este día, es motivo para él de una conmemoración por partida doble... porque además del onomástico se festejará “El día del arquero”, en su día. En nuestro país, el Congreso nacional instituyó el 12 de junio como jornada festiva para todos los custodios del arco, mientras que -internacionalmente- el día elegido es el 14 de abril.
La elección de la fecha, impulsada por la revista El Gráfico, lejos de ser una casualidad, es una referencia directa al día del nacimiento de Amadeo Carrizo, el inigualable arquero de River Plate.
“Yo empecé a jugar en el ‘57 con guantes, no había nadie que atajara con guantes. Fui a Italia con la Selección, vi al arquero Viola y me dijo ‘es bueno, dan seguridad’, me los regaló, pero yo fui a una casa de deportes y me compré unos cuantos pares para el futuro”, había recordado alguna vez- durante una charla- Amadeo.
El gigante santafesino, el nacido en Rufino en 1926, al que apodaron Tarzán y también filmó una película, debutó bajo los tres palos del equipo Millonario el 6 de mayo de 1945, contra Independiente y al que los de la Banda roja derrotaron por 2 a 1. Desde ese domingo, Carrizo defendería al arco de River por los siguientes 24 años.
Picadito a la memoria
“El fútbol siempre es parecido o es casi igual, pero en los últimos años se ha empleado el estado atlético, el impedir la habilidad del contrario: correrlo, marcarlo, estar ahí pegado. Antes había un poco más de espacio para el jugador que tenía habilidad”, actor en el filme “Cinco grandes y una chica” (1950).
Dueño de un estilo vanguardista para su época (fue de los primeros en usar guantes de cuero), arriesgado y gambeteador, Carrizo debutó en los tiempos de La Máquina y cuando se despidió de River, lo hizo con nueve títulos en su haber. Terminó su carrera profesional en Colombia, defendiendo el arco de Millonarios de Bogotá en 1970.
“Debuté en Avellaneda, por la tercera fecha de aquel campeonato. Estaba lesionado Héctor Grisetti, arquero 'suicida' y Carlitos Peucelle avisó que debutaba en la Doble Visera,. Aquel mediodía apenas tomé un te con leche y galletitas de agua. Tenía 18 años. El ataque de Independiente incluía a dos glorias: Vicente de la Mata y el paraguayo Arsenio Erico”.
“Iba ganando Independiente, con un gol de Camilo Cervino. Pero después empató el ‘Feo’ (Omar Labruna), de penal, y el segundo lo hizo Alberto Gallo, un muchacho que jugaba de 8”, recordó Carrizo.
Amadeo ganó siete campeonatos locales (1945, 1947, 1952, 1953, 1955, 1956 y 1957), una Copa Ibarguren (1952) y dos Copas Aldao (1945 y 1947). “Fui de los primeros arqueros que empezó a salir arriesgando el arco, pero sabiendo que lo hacía con una gran confianza.
Desde chico me entrené para pegarle bien a la pelota, gambetear y todas esas cosas que hace un jugador de campo. El arquero tiene que tener un poco de todo para no solo atajar la pelota”, puntualizó.
Con un tres de bastos
Fue un momento inolvidable, el juego de un chico, que amplió su colección de grandes recuerdos, y que tuvo como principal protagonista a Don Amadeo Carrizo. Fue en Mendoza, en el marco de una cena en la que estaban presentes el Dr. Oscar Casares, Félix Orangel Martínez, El Gringo Enrique Reggi y El Pelado Juan Carlos Moreno.
Fue la última vez que el gigante de Rufino visitó nuestra provincia, el hombre que esa noche de verano tomó una pelota de cuero para mostrar como era la técnica con la que se atajaba antes. El hombre que con 520 partidos oficiales, es el segundo jugador que más veces vistió la casaca de River.
“El día del arquero”, que en Argentina también es un eufemismo para nombrar lo que no sucederá, hoy tiene su día.
El Gigante de Rufino y la Selección Nacional
La Selección argentina siempre fue una cuenta pendiente para Amadeo Carrizo. El histórico 6 a 1 sufrido ante Checoslovaquia, en el Mundial de Suecia 58, lo dejó expuesto y también sindicado como uno de los máximos responsables de la prematura eliminación del equipo.
Esa derrota marcaría un cambio de paradigma en el plantel nacional, y el fútbol argentino, que un año antes había maravillado al mundo en el Sudamericano de Lima con un juego de toque y gambeta, se inclinó hacia los preparadores físicos, los trabajos de fuerza y el pelotazo largo como marca de personalidad.
No obstante, Amadeo Carrizo pudo tener una pequeña revancha personal en la Copa de las Naciones de 1964, en San Pablo, en la que el equipo argentino se consagró campeón con la valla invicta ante rivales de fuste como Portugal, Inglaterra y también el anfitrión Brasil, que era el actual bicampeón del mundo y al que la Selección derrotó por 3 a 0.
El arquero se destacó especialmente contra el equipo de Pelé, conteniéndole a Gerson un recordado penal a mano cambiada. “No me olvido de los abrazos de todos mis compañeros cuando adiviné el palo y le atajé el penal a Gerson”, recordó tiempo después.
"Mi padre, en Rufino, era empleado ferroviario en el Ferrocarril que iba al Pacífico. Los hijos de los ferroviarios teníamos prioridad para ingresa. Mi viejo estaba haciendo los trámites cuando viajé a Buenos Aires. No creo que hubiera sido un buen ferroviario”, finalizó Carrizo.
Amadeo Raúl Carrizo
Fecha de nacimiento: 12 de junio de 1926
Lugar: Rufino, Santa Fe, Argentina
Disciplina: Fútbol
Puesto: arquero
Altura: 1,88 m
Apodo: Tarzán
Clubes: River Plate (1945-1968) - Millonarios (1969-1970)
Debut deportivo: 6 de mayo de 1945
Retiro deportivo: 1970
Selección argentina: 1954-1964
El 14 de abril, en memoria de Miguel Calero
El 14 de abril se celebra en el mundo el famoso “Día del arquero”. Festejo internacional que se lleva a cabo desde 2013. ¿Por qué? El día conmemora el natalicio de Miguel Calero, arquero colombiano nacido -en 1971- que atajó en Sporting de Barranquilla, Deportivo Cali, Atlético Nacional y Pachuca.
Además, Calero es el futbolista colombiano con más partidos jugados en la historia: 945. También disputó seis Copa América para la selección cafetera. Fue titular de Colombia en la edición 1999, de la Copa América, y el hombre frente a quien el delantero Martín Palermo erró los tres penales la misma noche. Además Calero ganó cuatro torneos locales con el Pachuca, y dos ligas de primera división colombianas, una con el Deportivo Cali y otra con el Atlético Nacional.
En 2011, Calero sufrió una trombosis venosa en uno de sus brazos y debió dejar definitivamente el fútbol. Su salud se deteriorió y murió en diciembre de 2012, a los 41 años, debido a un infarto cerebral derivado de una embolia en el hemisferio derecho.
Su muerte sacudió al mundo del fútbol de México y Colombia. De hecho, fue velado en el estadio del Pachuca, rodeado de 10 mil hinchas.
En 2013, siguiendo la propuesta de la marca de guantes que lo vestía, Rinat, se decidió reconocer como “El día Internacional del arquero”.