El siempre vigente "no a la minería contaminante" en General Alvear cobró, una vez más, protagonismo al conocerse las medidas dispuestas por el gobierno de Mauricio Macri para la eliminación de retenciones a la industria minera en el territorio nacional.
Aunque el malestar fue en cierta medida generalizado, la respuesta, sin embargo, tuvo un enfoque muy diferente esta vez. No aparecieron pancartas ni folletos tirados en las veredas, no hubo corte de ruta alguno ni manifestaciones exaltadas en las calles de la ciudad.
Pero había que decir algo. De algún modo había que mantener la impronta del pueblo desde donde, junto a San Carlos, surgieron los bocetos que más tarde se convirtieron en la ley provincial 7.722, que prohíbe la actividad extractiva metalífera a cielo abierto en todo el territorio mendocino.
Entonces, la iniciativa la tomó la agrupación "Tranco largo", un grupo heterogéneo de unas 20 personas de entre 20 y 75 años, algunas de ellas no videntes, que desde 2012 se entrenan juntos para competir en distintas pruebas por todo el país. Así transitaron por Catamarca, San Juan, La Pampa y, por supuesto, Mendoza, entre otras provincias.
Habituados a entrenarse por los caminos rurales del departamento, observando a diario las fincas en creciente deterioro y la debacle de un agro local que no logra ponerse de pie, para colmo de males afectado por las inclemencias del clima, idearon una particular forma de hacerse oír.
Surgió la propuesta de una Posta Atlética de 100 horas continuas que comenzó el miércoles a las tres de la tarde y se prolongó hasta ayer a las 19, alrededor de la plaza departamental Carlos María de Alvear. La convocatoria, abierta y sin costo económico, se realizó de boca en boca y con la ayuda de las redes sociales, aunque explícitamente se omitió la participación de entidades políticas que intentaran apropiarse del mensaje.
"A todos los que quieran participar de distintas maneras, los invitamos a sumarse. Sólo solicitamos que en la posta atlética no se lleve identificación política partidaria ni religiosa", escribieron en la página de Facebook "100 horas por el agua y por la vida" como denominaron al evento deportivo y social.
La respuesta de un Alvear que permanecía latente no se hizo esperar. Más de 80 personas, varios de ellos atletas experimentados e integrantes de instituciones deportivas, pero también muchos que jamás corrieron más de 100 metros seguidos en su vida, se sumaron a la posta. "Están corriendo equipos de fútbol femenino, los Tiburones del Atuel, chicos de APID (Asociación Protección Integral al Discapacitado) y varias escuelas e institutos privados", comentaron los responsables.
La mecánica del evento incluyó la participación de uno o más corredores en simultáneo sin detenerse en ningún momento, con la única condición de que al menos uno de ellos utilizara todo el tiempo una pechera con la leyenda alusiva al motivo de la posta, con relevos cada una hora si el atleta estaba en condiciones de resistirlo, o lo que cada uno estuviera dispuesto a trotar.
"La elección de 100 horas fue algo arbitrario", explicó Miguel Ángel Rodríguez, uno de los referentes de Tranco Largo. "Queríamos que el número fuera algo difícil pero no imposible, y que nos permitiera hacer trascender el mensaje", acotó.
Los comercios y varias empresas del medio dijeron presente con los suministros necesarios de agua para los corredores, algunos alimentos y artículos necesarios para mantener un puesto fijo durante los más de cuatro días de la posta, además de las mesas informativas que se montaron con folletería informativa suministrada por las agrupaciones ambientalistas locales.
"Cada día que nos entrenamos vemos la frustración de nuestros finqueros que trabajan todo el año para quedarse sin nada, y nos preocupa que haya medidas nacionales para favorecer a las grandes mineras y se olviden de la agricultura. Desde un perfil tan distinto como el nuestro, decidimos hacer oír nuestra voz", sintetizó Rodríguez.
Sólo durante las primeras 50 horas de la posta, los atletas debieron soportar desde temperaturas de más de 30 grados bajo un sol calcinante hasta una lluvia ligera que amenazó con granizo durante un par de horas la noche del jueves, y que luego, finalmente, se diluyó.
"Las horas nocturnas fueron las más complicadas para cubrir, pero finalmente nos terminó sobrando gente", se alegraron los organizadores. Primera experiencia en su tipo en el departamento, la proeza atlética culminó ayer. Los Tranco Largo aspiran a que el mensaje llegue lejos y recuerde a las autoridades que "no hay posibilidad de negociar cuando de un lado de la balanza está el agua, y del otro el oro".
