Las escuelas técnicas del sur mendocino siempre estuvieron entre las más proactivas de la provincia y, en muchas oportunidades, del país. Tal es el caso de la conocida por ENET 1 o realmente la Ejército de los Andes 4-117, ubicada en Entre Ríos y Feliú de la ciudad de San Rafael.
Ahora fueron noticia porque entre sus tareas solidarias tuvieron la idea de fabricar una camilla de rescate para los bomberos locales y, por “si hace falta”, una para el establecimiento.
“Es que todos los establecimientos escolares deberían tener estos elementos de primeros auxilios listos para una emergencia. O para los bomberos o para resolver algún caso de urgencia que se presente”, dice Mario Luffi entre la seriedad profesional y el orgullo de ser uno de los profesores que guían a los chicos en estos trabajos solidarios.
También están en ese proyecto y en otros los profesores Daniel Giaroli, Carlos Giménez, Hugo García y muchos más, todos bajo la dirección de Jorge Prósperi.
Otro de los trabajos concluidos recientemente fue la prácticamente reconstrucción de una máquina selladora de plásticos para la escuela Feyes que sufrió un incendio y pérdidas de sus máquinas con las que trabajan chicos y adultos con discapacidad.
Fue Prósperi el que se animó a adelantar un “poquito” del proyecto que consideran “del año”. “Es una sombrilla solar que tendremos instalada a modo de prueba en este propio edificio a fin de mes aproximadamente”, dijo.
Pero se negó a adelantar más detalles con una sonrisa picaresca de satisfacción. “Ya avisaremos cuando esté listo. Esto está apoyado también por una firma privada”, adelantó el docente y director.
La camilla de auxilio
Sobre la construcción de las camillas de auxilio Luffi adelantó que todos los terceros participaron en este proyecto y “se nos ocurrió ir y hablar con los bomberos y enterarnos de cuál era alguna de sus necesidades que desde la escuela podíamos ayudar a satisfacer y ahí nació la idea de la camilla. A todos nos pareció muy importante por la zona donde vivimos, sísmica, de formaciones montañosas, de turismo. El proyecto general prevé que cada institución pública tenga su camilla. Es algo que se puede necesitar o no. Pero está ahí como el matafuegos. Con ello podemos salvar una vida”.
Finalmente los chicos hicieron el diseño que posteriormente fue aprobado por bomberos . “La idea nuestra fue hacer una camilla con una malla metálica que ellos no tienen. Eso les permite rescate en lagos como los nuestros y, en el caso de tener que sacar algún cuerpo, tiene orificios por donde drena el agua o la tierra facilitándose los traslados además de poder introducir cuerdas en distintas posiciones”, explicó.
Máquina para Feyes
Cuando lo académico se transforma en un hecho solidario también está presente la ENET 1. Éste es el caso de la ayuda que proveyeron a Feyes, la escuela para personas con discapacidad que funciona en San Rafael y que hace poco tiempo sufrió un devastador incendio en las instalaciones que ocupaban. Entre las pérdidas se contabilizó la casi destrucción total de una máquina para sellar envases de plástico.
Sobre este trabajo, el profesor Daniel Giaroli comentó que “fue un proceso muy lindo. La máquina prácticamente la hicimos toda porque sólo había quedado una parte de la estructura de hierro. Para ellos es muy importante porque también debimos proveerla de medidas de seguridad especiales porque hay que dar seguridad extra a los probables operarios”.
Agregó que en esta iniciativa trabajaron alumnos de tercero, cuarto y quinto.
“Hicimos prácticamente todo nuevo porque luego del incendio el aparato o los restos quedaron a la intemperie y, además del deterioro lógico, sufrió los efectos de la depredación humana. Bah, se robaron varios elementos”, aclaró decidido.
Al finalizar la charla tanto Prósperi como Luffi resaltaron que los chicos también aportan, como siempre lo han hecho, en un programa de prácticas, la reparación de sillas de escuelas. Esta vez estuvimos trabajando y ya las devolvimos arregladas; eran 15 sillas de la escuela Ebima, que es otra escuela técnica del departamento.
"Todo a pulmón"
En medio del fragoroso trajín diario que se desarrolla en aulas y talleres que hay en los casi 6.000 metros cubiertos del edificio de Entre Ríos y Cornú de la ciudad, se destacan los lugares para retirar los materiales y herramientas.
“Todo se hace a pulmón aquí. Si bien recibimos aportes oficiales, lógicamente la administración de esos recursos debe ser muy consciente”, se asegura desde el ámbito docente. Algunos alumnos se animan a comentar que “si hay apoyo externo, viene bien”.
Aunque en la escuela oficialmente no lo dicen ni lo admiten, siempre esperan la colaboración empresarial local o desde otros lugares, para continuar y ampliar esta tarea solidaria que llevan adelante.