Junín tiene uno los índices más altos de obesidad en niños de edad escolar de la provincia, según se desprende de un informe que presentó el municipio en estos días, cuando dejó habilitada una oficina que manejará las estadísticas departamentales de aquellos temas relacionados con la salud.
El informe fue realizado por la Nación a través del Programa de Sanidad Escolar (Prosane) y establece que de un total de 1.080 alumnos de 1° y 7° grado revisados por un médico en sus escuelas de Junín, el 22,1% tiene obesidad.
El estudio de Prosane abarcó un total de ocho departamentos mendocinos y su bien los datos son de 2010, es la información más actualizada que maneja la comuna al respecto, lo que llevó a implementar algunas estrategias para buscar disminuir esos valores.
El estudio se realizó sobre un total de 15.691 alumnos de primaria, de Godoy Cruz, Maipú, Capital, Las Heras, San Rafael, Rivadavia, Junín y San Carlos, que son los departamentos mendocinos que integran el Programa Nacional de Municipios Saludables. Salvo Junín y Capital, las cifras de obesidad infantil en el resto de los departamentos están por debajo del 20 por ciento.
"Los datos nos ubican en los primeros puestos en obesidad infantil y claro que nos preocupa. Por eso es que hemos implementado desde el área, algunas tareas que apuntan a monitorear esta situación y a intentar revertirla", explica Valeria Rómoli, a cargo de las oficinas de Acción Social de la comuna.
Así es como este año, el municipio decidió poner en marcha un programa municipal para examinar a aquellos bebés y niños que asisten a alguno de los diez jardines maternales con que cuenta la comuna y que suman cerca de 800 menores.
"El problema es que la obesidad, muchas veces encubre en realidad una desnutrición. Hay niños gorditos porque suelen comer mal y no incluyen, a veces por desconocimiento de sus padres y a veces sencillamente por falta de recursos, a las verduras y a las frutas en su alimentación", agregan desde el municipio.
La idea de la comuna es que esa base de datos que se va a obtener tras visitar los diez jardines maternales (los médicos del municipio ya pasaron por cuatro hasta el momento) servirá para confeccionar una ficha técnica y hacer un seguimiento de aquellos casos en que se detecte sobrepeso u obesidad.
"En una segunda etapa y cuando tengamos identificados los casos, el proyecto incluye charlas con los padres y la participación de una nutricionista para, dependiendo de los casos, confeccionar dietas o dar consejos sobre la alimentación", explica Rómoli y comenta que "con esa ficha que estamos elaborando ahora en los jardines maternales municipales, los chicos van a ingresar más tarde a la escolaridad a cargo de la DGE y podremos hacer un seguimiento.
También queremos ver cómo abordamos los casos ya detectados en las escuelas primarias, donde también vamos a abordar un trabajo con nutricionistas y médicos".
