La tragedia del martes en la Alta Montaña que tuvo como protagonistas a un camión y a una trafic dejó un saldo de 5 víctimas fatales, entre ellas 4 turistas brasileños que se disponían a disfrutar de una excursión por los paisajes de la cordillera mendocina. Su vehículo chocó de frente contra un camión que se habría cruzado de carril sin respetar la doble línea amarilla. Mientras que el conductor de la combi y 3 pasajeros fallecieron en el acto, ayer a la madrugada murió una mujer que había quedado gravemente herida.
Estas 5 personas engrosan aún más la lista de víctimas fatales este año en el Corredor Bioceánico: en solo 5 meses, 29 personas perdieron la vida en accidentes entre Uspallata y el túnel internacional. La cifra llama la atención si tenemos en cuenta que entre 2013 y 2016 hubo 12 muertos. Es decir, en 5 meses de 2017 hay casi el triple de víctimas que en los 4 años anteriores.
Las causas de estas cifras alarmantes son varias: quienes transitan a diario la ruta 7 destacan la falta de controles preventivos de seguridad, mientras que es vox populi entre los camioneros la “urgencia” de llegar cuanto antes al Paso Internacional, ya sea para evitar que cierre antes de que crucen o para recuperar horas perdidas tras haber quedado varados los días anteriores.
"Hay una marcada falta de controles y de carteles con señalización. Cuando el Paso está cerrado, a muchos camiones los empiezan a parar en Uspallata. Y cuando abre, es impresionante ver cómo manejan. Es una carrera contrarreloj para llegar cuanto antes a la frontera", explicó el presidente de la ONG Compromiso Vial por Mendoza, Omar Pérez.
"El problema más grave con que nos encontramos es que necesitamos llegar a un horario determinado para que no se cumpla la fecha de vencimiento de la carga. Y muchas veces los conductores terminan haciendo estas estupideces por miedo a perder el trabajo", reconoció un camionero consultado por Los Andes.
"En la ruta cortan el tránsito ante cualquier episodio que haya, por mínimo que sea. Hay controles en Uspallata, en Guardia Vieja, en Los Andes... Además, por un acuerdo que hemos firmado, después de los controles en Uspallata no debería tomar tanto tiempo cruzar Los Libertadores (deberían revisar solo la cabina). Pero a los conductores les revisan todo de nuevo. Eso produce demoras y acumulación de camiones, y para cruzar el Paso se termina necesitando un día completo. O sea, estar 48 horas en la ruta", destacó el delegado de Aprocam (empresarios de camiones) en el Paso Cristo Redentor, Eduardo Yaya.
“No hay un solo control, ni en el lado chileno ni en el argentino. En Mendoza, el último control está cerca del kilómetro 1.117, con policías que están escondidos detrás de una curva esperando que alguien se adelante solamente para multarlo”, se quejó el empresario.
Por su parte, guías y trabajadores del sector turístico insistieron en el reclamo para intensificar los controles en la Alta Montaña. “Cuando se cierra el Paso, los camiones empiezan a quedar incluso en la ruta 40. Y cuando lo abren, es impresionante cómo arrancan y van pasando con tal de llegar cuanto antes al control limítrofe. Por lo que vemos estando allá, podrían ser más en cantidad y en gravedad las tragedias”, sintetizó la guía turística Lula Lezcano, quien agregó que el reclamo concreto es que Gendarmería haga más controles. “Ya está nevando, comienza la temporada invernal y se llena de turistas la montaña. Y a eso se suma el tránsito de camiones”, explicó.
Sin controles
La turista brasileña Socorro Daschadas (62) falleció ayer por la madrugada en el Hospital Central, transformándose en la quinta víctima fatal del choque frontal del martes entre una trafic y un camión.
A estos 5 muertos hay que sumar 19 pasajeros del colectivo Turbus que el 18 de febrero murieron tras el vuelco en la Curva del Yeso (Horcones). Y tan solo una semana después llegó otra tragedia: 4 personas -2 mujeres, una adolescente y una niña de 5 años- perdieron la vida tras impactar su vehículo con un camión a la altura de Penitentes. La lista negra de este 2017 récord la completa el camionero chileno Jorge Olave (43), quien en marzo chocó contra otro camión en Uspallata y murió en el acto.
“Faltan controles en la ruta. Entendemos que no se pueden poner en todo el camino, todos los días. Pero deberían hacerse esporádicamente y en lugares sorpresivos. Porque si están donde siempre, la gente ya sabe en qué parte tiene que andar con cuidado y manejar bien. Y también sabe dónde puede pisar un poco más el acelerador y hacer lo que quiera”, explicó el titular de Compromiso Vial por Mendoza.
Desde ayer, las críticas de conductores y colegas de quien manejaba el minibús turístico han tenido dos blancos: por un lado Gendarmería y la Policía, por el escaso control caminero y la poca presencia en la ruta. Y por el otro, muchos camioneros que conducen imprudentemente con el único objetivo de cruzar la frontera lo más rápido posible.
“Uno sale de Mendoza y llega a Valparaíso y los únicos controles que hay son aduaneros, para saber si uno compró un televisor o lleva una naranja escondida”, ironizó Yaya, quien destacó que por día transitan cerca de 1.000 camiones por la Alta Montaña, en ambos sentidos.
El vocero de los camioneros y empresarios destacó la ausencia de controles viales: "Hay sólo un control en Punta de Vacas o Las Cuevas, pero del lado chileno tampoco hay nada. Gendarmería no tiene vehículos para poder hacer todos los controles. Está todo muy bien señalizado, pero no hay nadie que esté verificando que se cumpla con lo que sale en esos carteles. No hay controles con radar o de alcoholemia". Incluso, resaltó que la velocidad máxima en el Corredor Bioceánico es de 80 km/h para particulares y 70 km/h para camiones, aunque ni unos ni otros los respetan.
“A los conductores de Mendoza que hacen los cursos y obtienen la licencia de Aprocam se les deja en claro que no es recomendable ingerir sustancias para ir más despiertos. No obstante, también hay conductores de Bolivia, Paraguay, Brasil y del mismo norte argentino que cruzan por Mendoza y tienen la costumbre de masticar hojas de coca para sentirse más despiertos”, agregó Yaya, quien sumó a las bebidas energizantes como otro recurso a los que apelan algunos camioneros al volante. “Los factores determinantes en esta situación son el cansancio de los conductores, la falta de controles de alcoholemia y velocidad, y la inutilidad de los controles de frontera”, sentenció Yaya.
“Teniendo en cuenta que es el principal Corredor Bioceánico y uno de los atractivos turísticos de Mendoza, no puede ser que no haya controles. Los camiones son los que protagonizan la mayoría de los accidentes, y muchas veces vemos que salen manejando después de comer en Uspallata y tomar vino, por ejemplo”, denunció Lezcano, quien es guía de turismo y trabaja en la Alta Montaña desde hace 42 años.
Controles sorpresa de Gendarmería
Tras la tragedia del martes, Gendarmeria informó ayer que intensificará los controles viales móviles y sorpresivos en la Alta Montaña, para los que sumará "más personal y medios".
El Jefe de la Agrupacion XI Mendoza, Ignacio Kronbauer, aseguró que distribuirán volantes informativos a todos los automovilistas y a los transportistas como medida preventiva. "Los distintos puntos de control que tiene la fuerza seguirán bajo los objetivos de observar y asegurar la transitabilidad y seguridad, sin que esto sea una función exclusiva de la Fuerza", destalló el comandante de Gendarmería, quien adelantó que próximamente contarán con alcoholímetros en el Corredor.