La serie de tragedias en la alta montaña este año (la última el martes pasado) generó un aumento en los controles viales sobre el Corredor Internacional, de cara a combatir el exceso de velocidad y las infracciones. Pese a ello, los conductores siguen priorizando el apuro por llegar a destino sobre la seguridad propia y la de terceros, como lo comprobó Los Andes ayer.
Gendarmería anunció el miércoles que iba a incorporar controles sorpresivos a los puesto fijos existentes, tras el choque frontal en el que fallecieron 5 personas, 4 de las cuales eran turistas brasileños.
Es más, según una fuente de la propia fuerza, hasta ese día no controlaban que los pasajeros de las combis turísticas llevaran puestos los cinturones de seguridad. Pero tras la tragedia, han empezado a hacerlo.
Según precisaron desde la fuerza, por el momento los uniformados proceden a interceptar los vehículos “que van a exceso de velocidad o que trasponen la doble línea amarilla”, a quienes les labran las correspondientes multas. En un futuro, incorporarán también alcoholímetros para evitar que circulen conductores alcoholizados.
Los controles sorpresa se suman a los sitios de vigilancia que tiene actualmente la fuerza en alta montaña, que a su vez reforzaron el personal afectado. Así, durante la mañana de ayer tres uniformados solicitaban con gestos que los conductores disminuyeran la velocidad a la altura de Uspallata.
“Todo usuario respeta la ley donde sabe que hay un control de ruta fijo, por eso apoyamos esos controles con otros móviles, ya que saliendo de los primeros inmediatamente tienden a subir la velocidad”, destacó José Coria, segundo jefe de Gendarmería en Uspallata.
Asimismo, el comandante aclaró que los uniformados no detienen inmediatamente a los infractores, sino que les hacen un seguimiento para requerirles frenar en zonas seguras y así no poner en riesgo a nadie.
Con la intención de no revelar los sitios en los que están trabajando de ese modo, Coria sólo informó que se enfocan “en curvas y zonas donde habitualmente ocurren accidentes”. Es más, ni siquiera hacen los mismos horarios cada día, rotando así entre la mañana y la tarde.
Lo que sí se sabe es que los controles sorpresivos se llevan adelante a partir de Potrerillos y continúan hasta Las Cuevas. Además, se suman a ellos los que habitualmente realiza la Policía provincial.
A las motos y unidades oficiales se agregan también otras “civiles”, o sea, no identificadas como tales pero que pertenecen a la fuerza y son conducidas por gendarmes. Estos móviles sirven de apoyo para los controles, identificando los vehículos que realizan infracciones.
Una vez que los detectan, comunican a los controles fijos la falta y, al llegar al mismo, Gendarmería hace efectiva la multa y el agente en cuestión firma como testigo.
Las unidades identificadas con el logo de Gendarmería suelen seguir el mismo procedimiento cuando no encuentran un sitio seguro que les permita exigir que el conductor se detenga. A lo largo del Corredor Internacional se pueden observar ya sea circulando como estacionadas a la orilla de la ruta 7.
Es que las infracciones están a la orden del día y ni la cantidad récord de muertos este año (29) en la Alta Montaña parece amedrentar a muchos conductores que siguen conduciendo de manera imprudente. Por eso, las multas están a la orden del día.
La cantidad diarias que labra Gendarmería oscila entre las 15 y las 20, pero la cifra suele elevarse algunos días y, en especial, en jornadas en las que se vuelve a habilitar el Paso tras haber permanecido cerrado. Las infracciones son cometidas en cantidades similares por camiones, colectivos y vehículos particulares.
Al consultarle al comandante desde cuándo trabajan con este sistema, precisó que comenzaron a hacerlo “en enero”, pero que esta semana “los hemos reforzado para cubrir más zonas”.
3 veces la doble línea amarilla
En cuanto a los puestos fijos, en el control de Los Árboles, localizado en el kilómetro 1.110, efectivos de Gendarmería solicitaban ayer documentación a todos los los ocupantes de los vehículos y hacían efectivas las multas de los controles móviles.
Uno de los afectados fue un ciudadano chileno que viajaba con destino a Mendoza y, según detectó un gendarme que circulaba en moto, en tres ocasiones distintas traspasó vehículos en zonas con doble línea amarilla para avanzar más rápido. "Va a tener que pagar casi $ 20.000. Si no hubiéramos tenido a nuestro compañero en la ruta, no lo hubiésemos detectado", señaló un uniformado.
En Punta de Vacas, el Escuadrón 27 de Gendarmería se encontraba realizando los controles habituales en los que consulta el destino al que se dirigen quienes circulan hacia Chile y revisando a los que regresan de ese país o de alta montaña.
Allí aclararon que el trabajo que realizan los gendarmes a través de los controles sorpresivos “ayudan, pero es insuficiente si los conductores no entienden el peligro al que se exponen al cometer tantas infracciones”.
Cabe aclarar que, a lo largo de todo el Corredor Internacional, se da una situación que agrega una complicación más al control: hasta Uspallata la jurisdicción es de Luján de Cuyo, comuna adherida a la Ley Nacional de Tránsito, mientras que desde allí hasta Las Cuevas es territorio de Las Heras, que está bajo la órbita de la ley provincial.
Inclusive, a esa complejidad se suma el hecho de que la ruta 7 es un corredor comercial eje en la zona y, a su vez, funciona como circuito turístico para quienes visitan Mendoza como para los que desean viajar a Chile a hacer compras.
Buen tiempo el 25 de Mayo
Según el pronóstico, hasta el próximo viernes habrá buen tiempo en alta montaña. Teniendo en cuenta que el jueves 25 es feriado, se espera que muchos mendocinos aprovechen para tomarse el fin de semana desde ese día (aunque el viernes 26 es un día hábil) y viajar a Chile.
“Deberán estar atentos a cómo evolucione todo en los próximos días”, recomendó el pronosticador del SMN Fernando Jara.