Una de las medidas que, semanas atrás, tomó el presidente Alberto Fernández para, de alguna manera, paliar parte de la crisis económica que está generando el coronavirus fue congelar los alquileres por 180 días. El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) con el que lo plasmó, determina también que ningún inquilino podrá ser desalojado aunque no pague.
Este DNU, que rige hasta el 30 de septiembre inclusive, ha significado un alivio para algunas personas que, justamente por la imposibilidad de trabajar como siempre debido al aislamiento, no han podido afrontar el pago mensual de su vivienda. Consultados sobre el decreto y sobre la situación actual del sector inmobiliario, los principales referentes mendocinos coincidieron en señalar que la situación es compleja.
"El problema es que, a la muy mala situación que venía atravesando el mercado inmobiliario desde 2018, se le agrega esto. Si bien es obvio que nadie lo tenía previsto, es complejo para el sector, las inmobiliarias y también el rubro de la construcción", evaluó Estanislao Puelles, presidente del Colegio de Inmobiliarios de Mendoza.
Asimismo, tanto Puelles como Santiago Debé, miembro del Observatorio Inmobiliario de la República Argentina y dueño de una inmobiliaria, coincidieron en señalar que si bien están de acuerdo en líneas generales con la necesidad de un decreto de este tipo, en la experiencia nunca ha sido bueno que el Estado se involucre en el sector privado.
"El DNU nos pareció una medida del Gobierno razonable para la situación que estamos atravesando pero no deja de ser una intromisión en los particulares. De todas maneras, desde Cofesi (Consejo Federal de Colegios Inmobiliarios de Argentina), que representa a más de 30.000 corredores inmobiliarios, salimos a apoyarlo", aseguró Puelles.
Al respecto, Debé reflexionó: "Nosotros siempre hemos sostenido que la intervención del Estado en contratos privados no es buena, siempre que pasó no fueron buenos los resultados. Que las inmobiliarias estén cerradas está perjudicando mucho a los inquilinos, a los propietarios y a nosotros también porque no tenemos ventas. Si se abren las inmobiliarias no va a haber cola, que se queden tranquilas las autoridades".
Buenos inquilinos
A pesar de la crisis que está generando esta pandemia en todos los ámbitos, los referentes del rubro inmobiliario destacaron que la mayoría de los inquilinos están pagando su alquiler. "Estamos notando buena predisposición de quienes no han visto tan afectada su economía; siguen pagando los alquileres en términos generales. También están los que dependen del día a día para pagar", contó Puelles, agregando que si bien no se desalojará a nadie por no pagar, en octubre quienes no hayan pagado tendrán que hacerlo con retroactividad.
También el presidente del Colegio de Inmobiliarios de Mendoza comentó que el rubro más complicado, en cuanto a inquilinos, es el comercial y que seguramente ya empezará a haber mora en las expensas. "Además, tenemos familias que necesitan mudarse y no pueden hacerlo. Desde Cofesi pedimos que por lo menos se flexibilice el acceso a las mudanzas, porque es algo esencial", remarcó Puelles.
En la misma línea, Debé aseguró que hasta el momento los alquileres no han tenido problemas de mora y que el grado de incumplimiento ha sido mínimo. "La gran preocupación es que se habiliten las inmobiliarias. Nosotros estamos soportando otra pandemia desde hace año y medio: la peor época en venta y alquileres. Nos ofrecimos a ser mediadores entre inquilinos y propietarios pero sin abrir, mucho no podemos hacer", se explayó quien está en el negocio inmobiliario hace 43 años.
Los que pagan
Por otro lado, las personas que alquilan casa o departamento también dieron su testimonio y destacaron que, por el momento, están pudiendo pagar el alquiler pero no saben cómo harán si la imposibilidad de salir a trabajar continúa por mucho tiempo.
"Yo alquilo con mi pareja un departamento de dos habitaciones en la calle San Juan. Él es médico así que está trabajando pero yo soy gastronómico y la actividad está frenada. Este mes pagamos y creo que el siguiente tampoco tendremos problema. Pero si en invierno sigue, no sé qué vamos a hacer", contó Juan.
Un caso similar es el de Julia, quien vive en el barrio Trapiche con un grupo de amigas y alquilan una casa de cuatro habitaciones. "Nosotras nos podemos arreglar hasta ahora. Todas trabajamos en cosas diferentes y tenemos unos ahorros por las dudas. El tema es que, si después de mayo no podemos volver a laburar, se complica", reflexionó la joven que estudia Nutrición y trabaja en un quiosco que ahora está cerrado.
Quien sí está más complicado es Víctor, quien vive sólo en la Quinta Sección y tiene un departamento bastante costoso porque su situación laboral se lo venía permitiendo. "Trabajo en la venta de productos informáticos y hay muchas cosas que no están llegando al país justamente por este problema. No sé si voy a poder pagar la totalidad del alquiler de abril", se angustió el hombre.