El senador y ex gobernador de Tucumán, José Alperovich, fue denunciado por su sobrina por presunto abuso sexual. En medio del repudio, salió a la luz un episodio previo en TV donde el dirigente político acosa a una periodista.
La situación se produjo en abril pasado, cuando Alperovich era entrevistado por La Gaceta en plena campaña electoral, ya que era precandidato a la gobernación. El hombre explicaba que, de ser elegido, llevaría a cabo una transformación "en serio" del territorio que gobernó entre 2003 y 2015 debido a que es "otro José".
Pero comenzó con las palabras desubicadas: "Es otra cosa. Si no, no quiero asumir. ¿Sabés qué? Me voy a pasear más tiempo. Me voy a Miami con mis nietos; la puedo mirar más tranquilo a esta preciosura". El ex mandatario tucumano apuntaba a Carolina Servetto, la periodista que lo entrevistaba.
Luego, en otro momento de la entrevista, Servetto le preguntó al senador acerca de la razón por la cual no había brindado entrevistas al medio en ocasiones anteriores. "No te sale ponerte en mala, ¿sabés? A mí me hacés acordar a mi señora vos. ¿Sabés por qué? Ella tiene mucha memoria, siempre vuelve para atrás".
Los dichos no pasaron inadvertidos y recibieron un amplio repudio en redes sociales por parte de distintas periodistas y la organización MuMaLá Tucumán.
Denunciado por violación
Una sobrina del senador nacional José Alperovich presentó una denuncia por abuso sexual en contra del ex gobernador de Tucumán en los tribunales locales y en la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), en Buenos Aires.
La joven, de 29 años, a través de una carta abierta, publicada hoy por el diario La Gaceta, de Tucumán, cuenta los abusos que según ella sufrió de parte de Alperovich.
Mariela Labozzetta, titular de la UFEM, confirmó que la denuncia también fue presentada allí, ya que los abusos ocurrieron en Tucumán y en la ciudad de Buenos Aires, y se espera que un juez ordene las medidas de protección solicitadas por la joven.
La joven, a través de una carta abierta, contó los abusos que sufrió durante más de un año.
"No escribo para convencer a nadie de nada. Estoy aquí contra la opresión del silencio y por la necesidad de recuperar mi vida, de sanar llamando a las cosas como son, sin suavizarlas ni teñirlas, poniéndole al monstruo nombre y apellido. Cuando no le ponés nombre, no existe", dice la carta.