Ante una fuerte presión política de su propio espacio y del Gobierno nacional, el senador por Tucumán José Alperovich solicitó ayer licencia en su banca hasta que se aclare la situación en la que está implicado por el presunto abuso sexual de una sobrina y empleada de la Cámara alta.
Varios hechos marcaron la decisión del senador tucumano, pero lo impulsó definitivamente que su propio espacio político le diera la espalda.
El presidente electo Alberto Fernández confirmó -por medio de sus voceros- a Los Andes que no lo quería en su asunción el 10 de diciembre. Esto ya le había hecho saber el Frente de Todos al acusado.
Además, la vicepresidenta electa y amiga de la familia Alperovich, Cristina Fernández de Kirchner, dio su apoyo a la Banca de la Mujer del Senado para la publicación de un comunicado muy duro contra el senador, en el que se le solicitaba que tomara licencia.
Y además, otros referentes del Frente de Todos, como Felipe Solá y Victoria Donda, le pidieron que pida licencia o renuncie hasta que se aclare la situación. Como no renunció, Alperovich continúa con los fueros que le da la investidura de legislador.
El ex gobernador de Tucumán le envió ayer una carta a la presidenta del Senado, Gabriela Michetti, en la que expresó: "A fin de dedicar mi esfuerzo y mi tiempo a desbaratar la infamia, aclarar la verdad y reparar mi honor, le pido expresamente que me confiera licencia en mi honorable cargo".
Tras conocerse la decisión de pedir licencia, la presidenta de la Banca de la Mujer en el Senado, la peronista pampeana Norma Durango, dijo que esto le ha evitado al cuerpo tener una "situación incómoda" por la gravedad de la denuncia.
"Estábamos pidiendo esto todas las senadoras. Lo hicimos en un comunicado que publicamos el viernes después de enterarnos de esta terrible denuncia", dijo Durango en declaraciones al canal TN.
Durango aclaró que una de las firmantes del comunicado fue la ex jefa de Estado. "Yo consensué con mis colegas senadoras, entre ellas Cristina Fernández de Kirchner, quien también dio el okey para el comunicado. Hicimos algo similar a lo que habíamos hecho ante el caso (Juan Carlos) Marino, sin el nombre de la víctima ni del victimario", indicó la senadora.
Señaló también que el Congreso no puede estar ajeno a estas "situaciones revulsivas, que ya son más que machistas". Pero aclaró que los legisladores no son jueces ni fiscales, por lo que ahora hay que esperar a que la Justicia (de Tucumán y de la Capital Federal) dictamine si Alperovich es inocente o culpable.
Durango consideró que las declaraciones expresadas por el senador tucumano tras conocerse la denuncia "fueron terribles". E indicó: "Si algo no hay que hacer es nombrar a la víctima (y él lo hizo). El dolor que le puede causar a una persona y el tiempo que le lleva poner en palabras su dolor, su ultraje, su opresión... Y encima le ponen el nombre para que todo el mundo la visualice. Fue una presión".
Mañana se realizará la sesión preparatoria del Senado en la que se les tomará juramento a los 24 senadores electos este año, entre ellos el ausente Alperovich.
El viernes último, al momento de la denuncia por abuso sexual con acceso carnal que presentó en su contra su sobrina, el exgobernador tucumano estaba en Miami. Desde allí hizo saber que a pesar de todo asistiría a la sesión preparatoria y que también estaría en la asunción de Fernández porque, según dijo, no hizo “nada malo”. Pero ninguna de las dos situaciones se concretarán.
"En estos días he sido víctima de denuncias promovidas en mi contra. La imputación es absolutamente falsa, lo cual demostraré a la corta o a la larga ante la Justicia", escribió ayer Alperovich en la carta a Michetti.
El senador, que tiene mandato hasta 2021 y se integrará al bloque Frente de Todos, había asegurado horas antes que no pensaba pedir licencia ni mucho menos renunciar. Y afirmó que lo "escracharon públicamente" y que la denuncia es una "chantajeada".
Con dos tercios de los votos el Senado podría remover a Alperovich de su banca “por inhabilidad física o moral” en caso de que la Justicia lo encuentre culpable. Pero por ahora continuará con fueros.
Vocera de la denunciante: “Hay mucho miedo pero tenemos confianza”
La sobrina y exsecretaria de José Alperovich ratificó ayer por la mañana la denuncia por violación que había presentado ante los tribunales penales en Tucumán y en Buenos Aires. Por ahora, solamente se presentó a confirmar el planteo en la Justicia provincial, ante la fiscal María del Carmen Reuter, y le queda pendiente cumplir ese mismo paso en la Justicia Federal.
"Fuimos con mucha ansiedad de saber cómo iba a ser el encuentro con la fiscal, pero ella se sintió muy bien y se cumplieron todos los procedimientos para garantizar el buen trato y la no revictimización", dijo Milagro Mariona, vocera del equipo que asesora a la denunciante, en declaraciones que reprodujo el diario La Gaceta. "Hay mucho miedo, pero tenemos confianza ", aseveró.
Mariona confirmó que, además de ratificar la denuncia, el testimonio fue ampliado: a las nueve fojas de la denuncia original se sumaron seis más, con más información que será clave para la investigación que se iniciará contra el actual senador y exgobernador de Tucumán.
Alrededor de tres horas estuvo la denunciante frente a la fiscal Reuter, quien ahora debe decidir si acepta el caso y, en tal caso, ponerle una carátula al expediente.
Se espera ahora que la denunciante ratifique la denuncia ante los tribunales federales, en Buenos Aires, para lo cual aún "no hay fecha todavía", dijo su vocera.
Más temprano, Ricardo Santoro, el abogado que representa a la sobrina de Alperovich, había informado que pediría "la pena máxima de 15 años" de prisión para el exgobernador. Y agregó que el relato de la joven corresponde a hechos que sucedieron tanto en Tucumán como en Capital Federal "entre diciembre del 2017 y principios del 2019".
Tras la denuncia, dijo Santoro, "se ha dispuesto la custodia permanente por parte de la Policía Federal para protección de la víctima".
El viernes, en una carta abierta publicada en medios locales, la denunciante, de 29 años, sobrina segunda del acusado, subrayó que durante un año y medio fue "violentada sexual, física y psicológicamente" por Alperovich, a quien llamó "monstruo".
"No miento, no busco fama. Nadie quiere hacerse famosa por contar el horror que vivió. No quiero dinero ni hay un trasfondo político detrás de mi denuncia. Soy mucho más que todo eso que se pueda especular. Esto es por mí", añadió en la extensa carta, en la que afirmó que cuenta esto por su "seguridad" pero también para que otras mujeres "se animen a hablar".
En una entrevista que concedió al diario Clarín, Alperovich dijo que tiene "chats" de una de sus hijas con la denunciante, que supuestamente prueban su inocencia ante la grave denuncia que recibió días atrás.