Mas allá de que cada familia tenga su mundo propio, se las extraña por lo que son y significan. Una de las costumbres que extraño es estar con ellos los domingos comiendo asado al mediodía en casa de mi abuela. Esto, la verdad, yo lo dejé de hacer hace mucho tiempo porque mi profesión requería que trabajara los domingos todo el día y después porque me fui del país. Además mis dos abuelos ya no están, así que no creo que vuelva a suceder.
Otro recuerdo -que puede ser más banal- es la cervecita con amigos en el parque General San Martín de noche entre semana. Eso sí que no lo encontrás en muchos lugares alrededor del mundo.