Almodóvar y Madonna: cómo fue la fiesta en la que Banderas casi fue infiel

El cineasta contó su mala experiencia con la cantante en un artículo publicado en España. Infidelidad, deshonestidad y morbos.

Almodóvar y Madonna: cómo fue la fiesta en la que Banderas casi fue infiel
Almodóvar y Madonna: cómo fue la fiesta en la que Banderas casi fue infiel

Pedro Almodóvar es un cineasta reservado: poco se sabe de él fuera de lo que él mismo filtra en sus películas y, más aún, poco se sabe de su vida privada. Por eso los artículos -esbozos de diarios íntimos- que está publicando en el eldiario.es de España están generando una gran repercusión, por la cantidad de detalles confesionales que escribe en ellos. La premisa es simple: la cuarentena lo ha puesto memorioso y nostálgico, además de darle tiempo libre, por lo que se ha puesto a escribir.

Ahora bien, en el último de estos artículos se pronunció sobre una vieja polémica, y decidió apuntar sin anestesia contra Madonna, algo que había evitado a lo largo de muchos años. Relata cómo fue su primer encuentro con la diva del pop, días después de haber sido nominado a su primer Oscar por "Mujeres al borde de un ataque de nervios".

La propia cantante le llamó por teléfono a su hotel al día siguiente de la ceremonia para invitarle a visitar el set de 'Dick Tracy' donde estaba rondando en esos momentos."La verdad es que todo el equipo, desde el propio Warren Beatty hasta Storaro no pudieron estar más amables conmigo. Me trataban como si fuera George Cukor", recuerda azorado el cineasta.

Sin embargo, el problema llegó en 1990, cuando Madonna recorría el mundo con su gira Blonde Ambition y, en su paso por Madrid, el manchego le organizó una fiesta flamenca, a la que asistieron Loles León, Bibi Andersen y Rossy de Palma entre muchos otros. Ahí se desarrolló el problema que enfrentaría para siempre al cineasta y a la diva pop.

"Ella ya me había dejado claro que además de mí mismo solo había un invitado al que le interesaba conocer, Antonio Banderas", siguió. "Ella, Madonna, decidió cómo debíamos sentarnos (había varias mesas redondas para mis amigos y sus bailarines). Naturalmente, ella se sentó en la mesa principal, conmigo a su derecha y Antonio a su izquierda. Y a Ana Leza la mandó a la mesa más apartada de aquel gran salón". 

Sus palabras textuales: "Además de a nosotros dos, (...), Madonna no le prestó atención a nadie más. Un miembro de su equipo llevaba una cámara buenísima para grabarlo todo, "por tener un recuerdo" me dijo Madonna. A mí me extrañó que junto al cámara hubiera otro chico que tomaba la claqueta, una claqueta electrónica que yo era la primera vez que la veía. Me extrañó, pero un buen anfitrión no pregunta depende de qué cosas. Y yo tenía que traducir a Madonna algunas cuestiones que le interesaban sobremanera respecto a Antonio. En ese momento de su carrera Antonio estaba a punto de despegar como un cohete, ya se había estrenado '¡Átame!' en Estados Unidos y había enamorado a la crítica y a Hollywood (y a Madonna) pero esa noche de 1990 no sabía una sola palabra de inglés. Cuento esto porque un año después veo que se estrena una película, En la cama con Madonna, y que gran parte de la película está grabada en mi fiesta del Palace, el acoso a Antonio es una de las tramas importantes y naturalmente también montó cómo liquidó con una sola frase a Ana Leza. Al final de la cena Ana se atrevió a acercarse a nuestra mesa y le dijo con retintín a la rubia divina 'veo que te gusta mi marido, no me extraña, les gusta a todas pero no me importa porque yo soy muy moderna'. A lo que Madonna le respondió: 'Get lost'. (Si eres tan moderna, piérdete.)".

"Todo esto puede parecer frívolo y lo es, más propio de una crónica de Patty Diphusa que de una crónica del aislamiento en que vivimos. Pero la memoria es así de absurda a la hora de seleccionar recuerdos. No me importa que parezca un ajuste de cuentas, si llega a ser al revés (yo rodando a Madonna y su grupo y haciendo una película con todo ese material que después estrenaría en todo el mundo) me habría caído un palo (demanda) del que todavía no me habría recuperado. Madonna nos trató como a pardillos y algún día tenía que decirlo, ni nos pidió permiso para utilizar nuestra imagen y además a mí me dobló, porque mi inglés no debía ser tan bueno". recordó.

Para finalizar la anécdota, contó la extraña pregunta que la diva le pidió que le hiciera a Banderas: "En un momento de la cena Madonna me dijo 'pregúntale a Antonio si le gusta pegar a las mujeres' (juro que fue así). Se lo traduzco. Antonio no dice nada, balbucea, y pone cara de 'yo soy un caballero español y por una mujer hago lo que tenga que hacer'. Para mí era un silencio y un gesto elocuente, pero Madonna quería más. Pregúntale, vuelve a decirme, si le gusta que las mujeres le peguen. Se lo traduzco, 'to hit' y 'women' eran dos palabras que yo ya conocía en el año 90. Antonio puso la misma expresión, lo cual no era ni sí ni no, sino que un caballero español estaba al servicio de los deseos de las damas".

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA