Jorge Almirón, que renunció a la dirección técnica de Independiente tras la dolorosa derrota en el clásico de Avellaneda frente a Racing, explicó hoy que tomó la decisión porque "los resultados no se dieron y el fusible es siempre el entrenador".
Agregó que se fue porque "creía que un cambio vendría bien para descomprimir, quitarles presión a los jugadores y a la comisión directiva y que la gente apoye y vaya a alentar". "Quiero que las cosas mejoren y seguro va a ser así -añadió-. Estoy convencido de que los jugadores se pueden liberar de una presión extra, lo pienso de manera positiva, mi salida tranquiliza un poco las cosas".
En declaraciones al canal TyC Sports, Almirón señaló que deja "un grupo de muchos jóvenes y también grandes, que han tenido buenos partidos. Me encariñé mucho con los jugadores".
Agradeció asimismo a la conducción de Independiente que "me dio los elementos necesarios para trabajar así que tengo sólo agradecimiento para todos. Me voy porque pienso que es para bien del club".
En cuanto a la exclusión de jugadores muy queridos como Daniel Montenegro y Federico Insúa, que influyó en la relación negativa que mantuvo con el público, el entrenador manifestó que "pensamos siempre para bien".
"Hemos traído refuerzos que han andado muy bien -subrayó-, a otros no les di la oportunidad que merecían. Traté de ser lo más justo y no se dieron los resultados pero cada día que trabajamos lo hicimos para que el equipo ganara. Hace mucho que Independiente no vende jugadores y hoy está en camino de hacerlo".
Respecto de las discusiones que generó el sistema de juego, Almirón consideró que el equipo tuvo "partidos muy buenos y los jugadores se adaptaron. Se puede estar de acuerdo con mi manera o no pero los jugadores estaban convencidos de lo que hacían".
"Lamentablemente no se dieron los resultados pero este grupo se merece un apoyo incondicional. Deseo que el equipo gane el sábado y a los dirigentes les deseo lo mejor porque no es fácil conseguir una comisión directiva así en el fútbol argentino", concluyó.