Lo que debería ser el final de una cosecha exitosa ha terminado por convertirse en una de las cosechas más bajas en la provincia. Las heladas tardías de 2013 en plena floración del cultivo afectaron sensiblemente la cantidad de la producción.
Tanto variedades tempranas como tardías fueron dañadas por este fenómeno climáticos. Estimaciones del sector privado indican que en 2014 sólo se recolectaría el 30% de la producción total esperada. El precio por kilo de almendra pelada mayorista pasó de $ 53 en 2013 a $ 200 en 2014.
Efectos de las heladas
Desde el productor más chico al más grande, ninguno se salvó de las consecuencias de las heladas. Frusi Argentina, que en 2006 invirtió en la zona del Divisadero (San Martín) en 800 hectáreas de almendros, sólo ha podido levantar una cosecha en 2013, ya que el resto de los años en producción han sido afectados por factores climáticos.
La empresa que tiene cultivares de las variedades Guara, Ferraduel y Felitzia, las cuales se caracterizan por una muy buena productividad, de cáscara dura y floración tardía que evita las heladas, no ha logrado superar ese problema.
El ingeniero de la empresa, Pablo García, mencionó que en la zona hubo tres heladas en una semana, con registros de 8 grados bajo cero. “Esto mató 100% nuestra producción y directamente este año no hemos cosechado”, remarcó.
Frente a la realidad que está viviendo la empresa, donde el retorno de la inversión se está alargando debido a la contingencia climática, es que Frusi Argentina está analizando invertir este año en un sistema anti-heladas, que cubra, por lo menos, los costos anuales.
Otra de las grandes productoras de almendras en la zona de Jocolí es Aceitera General Deheza (AGD) compañía que cuenta con 800 hectáreas cultivadas de almendros.
Agustín Cruzat, ingeniero agrónomo de la empresa, señaló a Fincas que las heladas también afectaron el 100% de la producción en esa zona. Según explicó, al igual que otros productores, “la helada agarró al cultivo en pleno cuaje, en el caso de la variedad Guara, momento crítico en el procesos productivo. Mientras, en el caso de Felitzia, a pesar de que recién comenzaba a florecer, también se vio afectada”.
Cruzat mencionó que no hay control contra la helada que valga, ya que el año pasado fueron muy intensas y de larga duración; “comenzaban a las 3 de la mañana y recién cerca de las 9 subía la temperatura. Nada se puede hacer contra eso”.
La empresa comenzó a plantar a fines de 2006 y de forma escalonada llegaron a las 800 hectáreas que tienen actualmente. Al contar con plantas de más de 7 años, AGD ha tenido algunas cosechas productivas comercialmente. Sin embargo, Cruzat sostiene que en este momento están estudiando adquirir un sistema de defensa activo de helada, al igual que Frusi.
La aceitera planea invertir en la colocación de ventiladores en altura para mover el aire, lo que estaría apoyado con quemadores de combustible.
“Creemos que ésta es la alternativa más rentable, y que nos traerá buenos resultados, teniendo en cuenta la cantidad de hectáreas que tenemos”, puntualizó Cruzat.
Otra realidad, un poco más alentadora, es la de la empresa Almenci S.A. (de la familia Cicero), que este año logrará cosechar cerca del 30% del total de su producción. Emilio Cicero, mencionó que esto corresponde a que muchos de los cultivos están ubicados en la zona de Russell, Maipú y Coquimbito, sitios donde la helada no es tan cruda, ya que son más cortas y las temperaturas no son tan bajas.
A pesar de esto, indicó que “el 70% de la producción se heló, mientras que una de las fincas, que se encuentra en el Divisadero, al lado de Frusi, sufrió la pérdida del 100% de los cultivos”.
Para Cicero fue una muy mala inversión adquirir esa finca en el Divisadero ya que siempre termina afectada por las heladas. El empresario comentó que ha decidido reconvertir una parte de esas tierras y otra la han puesto en venta.
Para Cicero, quien desde hace más de 60 años está en el negocio, el problema que está sufriendo hoy este cultivo en Mendoza es que se han plantado muchos almendros en zonas que no corresponden, donde el clima nunca dará un respiro.
“Se trata de un cultivo muy sensible a la helada y por más que se esté experimentando con variedades tardías, igualmente son delicadas. Además, a esto se suma que estos nuevos cultivos no son tan productivos como las variedades americanas que siempre estuvieron en Mendoza”, señaló.
Recordemos que para que la almendra sea rentable se necesita que la hectárea produzca alrededor de 3.500 pepas, y hoy en muchos casos no llega a los 700. No obstante, Cicero añadió que si una hectárea da entre 1.000 y 1.500 pepas, ya se pueden cubrir, por lo menos, los costos.
El mercado internacional
Así las cosas, Mendoza va relegando el negocio agrícola de la almendra, como opción económicamente rentable. La región tiene heladas fuertes y secas, mientras que grandes productores como es el caso de Chile y California -ambos con climas similares- presentan heladas húmedas, que afectan con menos intensidad a la planta. Además, los almendros de la provincia sufren la problemática del salitre. Por esto, la planta pierde el 40% de su producción, a diferencia de los otros países que no tienen este inconveniente.
A esta poca proyección como economía agrícola, se suma la falta de tierras para cultivar almendros en sitios menos fríos. Cicero contó que “ya no quedan tierras a la venta desde Maipú a Palmira. Muchas de las que fueron quedando se vendieron al sector inmobiliario, el cual deja mayor margen de ganancia para el propietario”.
Bajo todo este escenario es que, según los empresarios, cada vez van quedando menos almendros. Muchos productores han reconvertido sus cultivos, inclinándose por otros frutales o directamente vendiendo sus tierras. Según indicaron, sólo quedan aquellos que tienen espalda financiera para sobrellevar continuados años de mala o nula producción. Por esto se espera que 2014 sea un año de importante falta de almendras.
Precios y destino
Además del escenario negativo de Mendoza, se suman las malas cosechas de Chile, Australia y California. Debido a esto es que, según contó Martín Zanetti, de Vivero Productora, este año el precio de la almendra alcanzará un máximo histórico.
Coincidió, Juan Marabito, del partidero Diego del Águila, quien contó que este panorama sobrelleva a que se eleve el precio de la almendra. Hoy está a 200 pesos el kilo, cuando el año pasado estaba a 53 pesos.
A su vez, explicó que el precio se rige por el mercado internacional y hoy también registra precios altos, debido a las malas cosechas de los países recién mencionados, por lo que se está pagando entre 10 y 12 dólares el kilo. En base a estos precios que se pagan, tanto en el mercado interno como externo, es que Marabito sostiene que la actividad se encuentra en el momento más rentable. “Lamentablemente -añadió- la coyuntura no ayuda a los productores”.
Con respecto al destino de la producción, según Zanetti, hoy Argentina no llega a abastecer su propio mercado, ya que el país necesitaría entre 7 mil a 10 mil hectáreas de cultivo para lograrlo, y hoy sólo registra 3 mil hectáreas aproximadas de cultivos, por lo que se importa gran cantidad de California y Chile.
Si se analiza el share mundial de producción de almendras, Estados Unidos concentra el 83%, mientras que el 17% se reparte entre el resto de los países productores, Chile ubicándose en el número 12 y Argentina no llega a estar ni en el puesto 30.
La almendra en Mendoza
Según el último Censo Frutícola Provincial, la superficie total de Mendoza con almendros suma 2.138 hectáreas, concentrándose en la región Norte con el 53%, es decir, 1.124 hectáreas , seguida por el Este con el 46% de la implantación. Mientras, el Valle de Uco y el Sur aportan menos de 30 hectáreas de almendros al total. De todo esto, son tres los departamentos que aglutinan con el 96% la producción de almendras: San Martín con 960 hectáreas, Lavalle con 750 hectáreas, Maipú con 335 hectáreas que, junto con el 4% restante, conforman las 152 propiedades con almendros en Mendoza.
En relación al varietal, el Censo indica que la variedad Guara es la más difundida a nivel provincial, seguida de Felitzia y Nonpareil. La distribución de superficie implantada por variedad, no significa una producción proporcional, ya que un 49% de la superficie se encuentra en una edad de 5 años o menos, es decir sin producción, y 43 % de la superficie implantada tiene entre 6 y 10 años. Es decir que un 51 % de la superficie se encuentra en una edad de plena producción.
Años anteriores, Mendoza, San Juan y La Rioja eran las provincias con mayor superficie implantadas hasta 2000, alcanzando las 5 mil hectáreas totales. Esta superficie se implantó en su totalidad con variedades de floración temprana y cáscara blanda, lo que motivó que en un corto período de tiempo perdieran productividad y rentabilidad por heladas tardías de primavera y también por daños realizados por pájaros los meses previos a la cosecha. Esto generó la declinación de superficie plantada, llegando a sólo 2 mil hectáreas en 2010.
Ante esto, Martín Zanetti, propietario de Vivero Productora, quien cuenta con plantas de almendros desde 2009 y produce con 20 hectáreas de cultivos desde hace más de 30 años, indicó que la provincia siempre ha fluctuado en relación a la producción debido a las heladas.
Sin embargo, dijo que la incorporación de variedades tardías puede traer dentro de algunos años un aumento de la producción. Éste es el ejemplo de los que, luego de varios estudios, decidieron invertir en la incorporación de nuevas variedades originarias de España.
Zanetti sostuvo: “Adoptamos -desde 2001- Guara y Felitzia que dieron y siguen dando buenos resultados productivos y en 2007 incorporamos cinco nuevas variedades, tres de ellas de floración extra tardías: Marinada, Tarraco y Mardia, que permiten desarrollarse en zonas periféricas de Mendoza, San Juan, La Rioja, San Luis y Catamarca. Estos avances genéticos nos han permitido ampliar la superficie productiva y proveer a nuestros clientes una nueva alternativa de cultivo igual o más rentable que el cultivo de nogales”.
Sin embargo, una de las empresas que enfoca su negocio al mercado externo es AGD.
Martín Cruzat, señaló que la compañía desarrolla con fuerza el mercado de España y recién el año pasado comenzó a vender una parte de la producción al mercado interno, a empresarios de Buenos Aires, que luego la venden al mercado internacional. Según explicó el ingeniero agrónomo, la problemática de Argentina es que el mercado del almendro es muy informal.