Tras dos semanas de intensa búsqueda, finalmente este sábado hallaron muertas a las hermanas israelíes Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54), madre e tía respectivamente del único detenido e imputado por sus homicidios: el ex militar Gil Pereg, de 37 años. Las labores de los peritos en el precario predio de Buena Nueva, frente al cementerio municipal, dieron resultado: las mujeres estaban enterradas en una habitación en el fondo del lugar.
Según trascendió, los perros de la Escuela de Adiestramiento Canino de Mendoza (Escam) marcaron el lugar, tal como lo habían logrado con las manchas de sangre halladas la semana pasada en una bolsa de cemento y en una remera de Gil Pereg, cuyo cotejo coincidió con el ADN recolectado en un cepillo de dientes del departamento que alquilaron las mujeres en calle España, de Ciudad.
El sábado arrancó con la notificación a Pereg por parte de la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, de su doble imputación: homicidio agravado por el vínculo en concurso real (en el caso de su madre) y homicidio simple (por su tía). El ex militar israelí, que arriesga prisión perpetua, notó que su coartada llegó a su fin y amenazó con suicidarse, por lo que su seguridad se vio reforzada en la penitenciaría provincial.
En paralelo, un segundo allanamiento inició en su precaria pero extensa vivienda sobre calle Julio Argentino Roca, de Buena Nueva. La misma que contaba con un excesivo monitoreo en cámaras de seguridad que, curiosamente, dejó de funcionar y que no permitió captar la supuesta salida de las mujeres aquella noche del 12 de enero.
Sumado a las pruebas genéticas y a las contradicciones permanentes de Pereg, la resolución de la investigación estaba encaminada hacia su triste pero evidente desenlace. Peritos trabajaron durante todo el sábado -se esperaba que los cuerpos fueran llevados al Cuerpo Médico Forense hacia la noche- hasta focalizar el rastrillaje en una habitación confinada, que carecía de ventanas, según explicó el Director General de la Policía de Mendoza, Roberto Munives.
El habitáculo, similar a una hoguera, ya había sido visto por los sabuesos la semana pasada. Sin embargo, en aquella instancia Pereg estaba en calidad de “testigo”, por lo que “el procedimiento se había efectuado dentro del resguardo de los derechos y de las garantías de la persona”.
Por su parte, el fiscal Fernando Guzzo aclaró que la mecánica del doble homicidio aún no ha sido establecida, por lo que habrá que esperar a la necropsia para determinar la fecha y las causas de los decesos de Sarusi y Pereg, cuyos crímenes, aclararon, responde a un "problema de índole familiar".