El "narcotest" positivo de al menos tres choferes que se disponían a trasladar a alumnos mendocinos hasta a Camboriú, en Brasil, puso en alerta a muchos padres de futuros viajeros.
Es que por comodidad o por evitar pagar un canon, muchos colectivos que llevan a jóvenes a sus viajes de egresados parten de las mismas escuelas, de la Plaza Independencia o de otros sitios públicos donde no se les realizan los estrictos controles que la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) lleva adelante en la Terminal de Ómnibus.
Por esa razón, los mismos progenitores pueden solicitar la presencia de los inspectores de la Comisión quienes evalúan que todo esté en condiciones. La salvedad es que desde allí solicitan que se comuniquen como mínimo con 72 horas de anticipación.
Orlando Corvalán, delegado regional de Mendoza por la CNRT, explicó que no hay una ley que impida que los colectivos de turismo salgan de lugares externos a la Terminal.
"Hoy están saliendo de los colegios, de clubes, de organizaciones sociales como centros de jubilados, entre otros, por un tema de comodidad", relató el consultado. Por otra parte, señaló que no deberían partir de la Plaza Independencia para no ocupar un espacio público.
Con respecto al tema de los controles en estos puntos, el delegado explicó que la gente puede llamarlos y solicitar su presencia a través de las vías de comunicación con las que cuentan.
"Generalmente llaman los padres de los estudiantes", aseguró a la vez que solicitó que el contacto sea con 72 horas de anticipación para poder organizar el operativo.
Corvalán explicó que cuando los llaman para puntos externos realizan un control similar al que se hace en la Terminal. "Se verifica que la empresa esté habilitada, al igual que la unidad, que los choferes tengan su licencia y libreta de trabajo y que la unidad esté en condiciones", enumeró.
También remarcó que se les realiza el test de alcoholemia y el test de sustancias a los choferes.
En cuanto al caso de los alumnos que se iban a Camboriú, el delegado precisó que recibieron el pedido de fiscalización para asistir a la Plaza Independencia para el pasado martes a las 13 horas. "El narcotest dio positivo a 3 choferes, aunque al principio se negaban al control", contó. Por esta razón tuvieron que desafectar a los trabajadores y el viaje se emprendió sin ellos.
500 controles mensuales
En la Terminal de Ómnibus de Mendoza, la CNRT cuenta con un puesto permanente de control psicofísico para los choferes profesionales, donde se hacen aproximadamente unos 500 controles por mes.
De este total, entre un 5% y 6% de los casos determinan que el trabajador no está en condiciones de emprender el viaje planeado, tal como informó el delegado. "Esto se da por diversas razones: por falta de descanso correspondiente, presión alta, alcoholemia o narcotest positivo, entre otras", precisó. Corvalán aclaró que en muchos casos el narcotest da positivo porque los choferes mastican hojas de coca, lo cual está permitido, pero que igualmente se ven impedidos a dejarlos manejar. "A las 72 horas se les vuelve a hacer el estudio y si eran hojas de coca el test da negativo", precisó.
Para el control en el puesto, los choferes son elegidos al azar. Allí cuentan con una psicóloga y un médico quienes evalúan a los trabajadores en distintos aspectos: su estado de alerta, presión arterial, consumo de alcohol y drogas, entre otros. Además se realizan acciones de prevención y se promueve que los conductores lleven una buena calidad de vida.
A dónde acudir
Vías de contacto para comunicarse con la CNRT:
-0800 333 0300
-4322979
-Delegación regional en el ala Este de la Terminal de Mendoza.
Testimonios
Tras el volante de un colectivo de doble piso y a punto de partir, Héctor Daniel Arrieta consideró que los controles que allí se realizan son suficientes. "Acá, tanto cuando llegamos como cuando partimos, nos hacen el control", relató. Por otra parte, aseguró que en su rubro las personas tienen que ser muy conscientes de no consumir sustancias prohibidas. "Porque llevamos vidas y tenemos que cuidarlas", expuso.
Ariel Ojeda, a quien le tocó ser controlado luego de haber llegado de un viaje de larga distancia, estuvo de acuerdo con su colega. "Lo que pasa es que uno tiene que estar muy atento porque es mucha responsabilidad la que tenemos", manifestó.
Por otra parte reconoció que es una profesión muy delicada: “Porque si te equivocás lo pagás caro”, dijo.