La situación en Alianza Lima alcanzó los 100º y explotó por los aires: la relación entre las patas del club se rompió por completo, luego de la impactante goleada que le propinó Huracán por Copa Libertadores en su propia casa. Jugadores, hinchas y dirigentes conforman parte de una guerra, que tiene a la violencia como protagonista principal.
Todo se inició horas después de que el Globo lo superara. Un grupo de hinchas se acercó a increpar y pedir explicaciones a los futbolistas, que no dudaron en responder. Miguel Araujo y Christian Cueva se bajaron de sus autos tras los reproches y fueron a buscar a los fanáticos para pelear. El primero de ellos, entre empujones, metió un manotazo en el rostro a uno de los simpatizantes.
Al enterarse de los hechos, el “Comando Sur”, Barra oficial de Alianza Lima explicitó de modo violento su bronca. Primero aparecieron pintadas insultando al plantel y el entrenador, y luego fueron a buscar a los jugadores, con cuchillos y armas de fuego.
Cuatro de ellos fueron golpeados bruscamente, siendo los principales apuntados Araujo y Cueva por golpear a los hinchas. Aunque el que peor la pasó fue Víctor Cedrón, quien saltó en defensa de sus compañeros y terminó con el pómulo y la oreja lastimadas.
¿Resultado? El entrenador Guillermo "Topo" Sanguinetti, símbolo de Gimnasia de La Plata, presentó automáticamente la renuncia y los jugadores, con el Presidente del gremio de futbolistas al mando, exigieron la renuncia de Susana Cuba, administradora temporal de la institución. La directiva, por su parte, anunció que descontaría el 50% del sueldo al plantel.
En todo este contexto, el plantel de Alianza deberá viajar el próximo martes hasta el “Tomás Adolfo Ducó” para cerrar la serie con Huracán.