Se acercan tiempos de definiciones en la AFA y luego de la ofensiva de los grandes y sus aliados con la Superliga -con renuncias masivas al comité ejecutivo-, el ‘Imperio Moyano’ anunció que a partir de hoy contraatacará, se hará del poder físico y real de la institución y esperará la comisión normalizadora de FIFA y Conmebol.
“Vamos perdiendo 0-2 al final del primer tiempo... pero ahora nos toca jugar a nosotros y no sólo vamos a darlo vuelta, sino que vamos a ganar por goleada”, fue la arenga de Hugo Moyano a su núcleo duro sobre el final de la semana pasada, según pudo reconstruir La Nación.
El primer paso del contraataque será el desembarco en las principales oficinas del tercer piso de Viamonte. Un lugar emblemático que durante la era grondonista se transformó en el principal espacio de poder del fútbol argentino.
En este reordenamiento espacial, se dará el desembarco de Claudio ‘Chiqui’ Tapia, que pasará del quinto al tercer piso en la oficina que antiguamente ocupó José Luis Meizner, contigua a la presidencia, y la llegada de Hugo Moyano a la oficina que hasta febrero fue del renunciado Rubén Raposo. Además, este núcleo liderado por Hugo Moyano esperará que se consumen las renuncias masivas anunciadas para activar el nuevo cuadro jerárquico, que ya tiene un bosquejo para votar el miércoles en la reunión de comité ejecutivo.
Si Luis Segura decide no dar un paso al costado, lo mantendrán como presidente.
Tapia será el vicepresidente primero, con Alfredo Dagna (Olimpo) como segundo, Moyano como tesorero o vicepresidente tercero y Daniel Onofri (Gimnasia) como secretario general. Para este último cargo también se menciona a Daniel Ferreiro (Nueva Chicago). Si Segura no quiere continuar, lo reemplazará Tapia.
Con este nuevo organigrama, se busca desterrar la idea de acefalía y demostrar una imagen de institucionalidad a los veedores, tanto internos de la Justicia ( Servini de Cubría) como de la IGJ, como a los externos FIFA ( Primo Corvaro) y Conmebol (Montserrat Giménez).
Además, habrá un contragolpe a nivel judicial: tanto Moyano como Tapia presentarán recursos de amparo ante la medida que suspende las elecciones del 30 de junio y buscarán una cautelar para poder llevar adelante los comicios “en tiempo y forma”.
A este fin, ambos fueron asesorados por Ricardo Nissen, ex titular de la Inspección General de Justicia, que trabajará junto con Darío Villarroel supervisados por Mario Schmoisman, ex asesor letrado de la AFA.
Pero la excursión judicial no terminará allí, porque en paralelo, Moyano iniciará demandas contra sus ahora “enemigos” del fútbol: Daniel Angelici, Matías Lammens y Rodolfo D'Onofrio, por su desempeño al frente de la AFA en estos últimos seis meses. En momentos decisivos ya no se esconden las cartas y cada uno exhibe su arsenal para una batalla que sigue teniendo como rehén al fútbol argentino.
Para Russo, la 'grieta' es insalvable
El presidente de Lanús y uno de los candidatos a ocupar ese mismo cargo en AFA, Nicolás Russo, consideró que están “cada vez más lejos” las posturas entre los sectores que buscan el poder en la casa madre del fútbol argentino, y avisó que si no hay un acuerdo “se va camino a una intervención”.
En las vísperas de una reunión de Comité Ejecutivo que promete ser de alta temperatura, con la mayor parte de los clubes grandes por un lado y el “moyanismo” y sus seguidores del ascenso por el otro, Russo destacó el “momento delicadísimo” de la institución.
“Sin una conducción se hace imposible negociar contratos, mejorías en la TV y esto va a repercutir. Si no podés pagar los sueldos, los servicios y los compromisos, ahí verdaderamente explota y vamos camino a eso”.
Con las elecciones postergadas por decisión de la IGJ y la renuncia de Marcelo Tinelli a su postulación y a su cargo de vice tercero en la AFA, y la estela de dimisiones que se esperan para esta semana por parte de Rodolfo D'Onofrio, Daniel Angelici, Matías Lammens y probablemente Víctor Blanco profundizaron el conflicto. Para Russo si no hay acuerdo va a terminar en una “comisión normalizadora”.