Es el caso de los exintendentes Jorge Omar Giménez y Roberto Righi. Hubo sondeos a legisladores de La Unión Mendocina, incluso.
Omar De Marchi y Jorge Omar Giménez, en la campaña electoral de La Unión Mendocina en 2023.
Foto:
Archivo La irrupción de La Unión Mendocina (LUM) en el año 2023 significó una verdadera sangría para el peronismo mendocino, al punto tal que relegó a la tradicional fuerza a un tercer puesto histórico con el porcentaje más pobre que haya cosechado desde la vuelta de la democracia en las urnas: un 15%.
La herida pesó en la reconstrucción del partido, porque varios nombres históricos habían dejado el barco del PJ para marcharse con Omar De Marchi, lo que les valió el señalamiento de La Cámpora principalmente, aunque en la factura que imprimió el sector de Anabel Fernández Sagasti, también se incluyeron intendentes que "no se la jugaron" por la fórmula Omar Parisi-Lucas Ilardo. Vale recordar los cruces con el maipucino Matías Stevanato por su frase ambigua del "voto a Omar" a la prensa.
Con un gobierno nacional y provincial claramente adversos, en el 2024 los sectores más representativos del PJ se encolumnaron en una lista de unidad que encabezó el exintendente de San Rafael, Emir Félix. Uno de los objetivos que se trazó el sureño para su gestión, fue traer de nuevo a las filas peronistas a todos aquellos que se fueron.
Según pudo saber Los Andes, Félix se encomendó a la tarea y dos históricos exintendentes están muy cerca de sumarse en este nuevo proceso. Se trata de Jorge Omar Giménez (San Martín) y Roberto Righi(Lavalle).
También hubo contactos con legisladores provinciales de LUM, aunque el más avanzado parece ser con la senadora Flavia Manoni (Compromiso Federal), que ha coordinado acciones concretas con sus pares peronistas de San Rafael, averiguó este diario. Además, hay un común denominador entre ella y el sector de los intendentes: la simpatía por el modelo de peronismo cordobés.
El otro referente peronista que tiene el demarchismo en la Legislatura es el senador Ariel Pringles, aunque este parece más distante para sellar un retorno formal y apuesta a sostener el espacio. De hecho, en la cámara lo destacan como el "mediador" entre el bloque PRO y los senadores Manoni y Marcos Cuattrini (Coalición Cívica).
En el listado hay otros dirigentes peronistas importantes que se fueron con De Marchi, como el sindicalista José "Pepe" Escoda, referente del gremio de estacioneros, que supo poner a disposición hasta su salón de eventos en Guaymallén como bunker electoral de LUM. También el exfuncionario provincial Diego Martínez Palau, que fue precandidato a intendente de Las Heras.
Con estos dos últimos no hubo contactos formales, pero en la conducción del PJ no descartan que sean convocados."Queremos que vuelvan todos los peronistas que se fueron y que se queden los que están. Todos hacemos falta", confirmaron a Los Andes.
El exintendente de San Martín, Jorge Giménez, analizó la situación que atraviesa el peronismo mendocino y admitió su acercamiento con la nueva conducción del PJ, alejado de lo que fue La Unión Mendocina (LUM), que lo tuvo como candidato a jefe comunal en 2023.
Giménez señaló que se apartó de LUM, cuando De Marchi asumió como funcionario del gobierno de Javier Milei. "En su momento era un proyecto para los mendocinos y por eso creo que obtuvo un buen resultado en tan poquito tiempo, pero después Omar lo dejó y se sumó al gobierno nacional", indicó.
Para el sanmartiniano, hoy el frente "prácticamente no existe, es un desparramo de voluntades, pero no hay proyecto político".
En tanto, Giménez admitió que tiene contacto fluido con Emir Félix y espera "señales claras" desde los intendentes para trabajar en un proyecto de Gobierno provincial, que se diferencie de los "proyectos de poder" que no prosperaron hasta el momento. Sin decirlo explícitamente, se refirió a los años de conducción kirchnerista.
"Siempre he tenido diálogo con él. De alguna manera lo celebro y me entusiasma. Estaría dispuesto a ayudar, sabiendo que no es fácil y que no hay que pensar en que se puede gobernar la provincia el año que viene, pero sí dar las señales claras que para eso se está trabajando. Para ser gobierno nuevamente y hacer las transformaciones que, desde nuestra visión entendemos que son necesarias, y no ser parte de una rosca nacional que sirve solo para sostener algunas figuras", apuntó.
El caso de Roberto Righi fue particular, ya que pegó el portazo mientras transitaba sus últimos meses como intendente de Lavalle pero su elegido para sucederlo, Gerardo Vaquer, ya había perdido las PASO con el díscolo Edgardo González, que finalmente resultaría electo como jefe comunal.
Luego de unos meses de apoyo público a Omar De Marchi y pasadas las elecciones, Righi se recluyó de las discusiones públicas, aunque no quedó exento de polémicas como la ruptura del bloque de concejales del oficialismo municipal. Cuatro ediles que le responden a él, decidieron separarse con su propio bloque y dejaron al intendente González solo con dos representantes directos.
Para Félix, Righi es una figura importante y los acerca una vieja amistad como principal puente, por lo cual en el Sur provincial son "muy optimistas" en que dará el paso de retorno en breve. "Habla muy seguido con el Emir", dijo una fuente cercana, aunque señaló que "aún no se suma formalmente".