El clásico de verano entre Estudiantes y Gimnasia superó todo lo imaginado. Si ya se vivía un verano caliente, con las peleas entre los futbolistas de River y Boca como antecedente, lo que hicieron anoche los jugadores platenses terminó por ensuciar la pretemporada 2016. Sin embargo, no es la primera vez que distintos equipos protagonizan peleas que avergüenzan al fútbol argentino.
Gimnasia vs. Arsenal. En el torneo del 2013, Gimnasia, que ya era dirigida por Pedro Troglio, también protagonizó una batalla campal. Los cinco expulsados por el árbitro Darío Herrera en el escandaloso final del partido, que terminó 1 a 1, recibieron sólo una fecha de suspensión por el Tribunal de Disciplina.
Estudiantes vs. Inter de Brasil. Por los cuartos de final de la Copa Libertadores de 2010, Estudiantes protagonizó un papelón y tuvo como mayor responsable a Desábato, otro que también estuvo anoche en Mar del Plata. Apenas terminó aquel encuentro, el defensor increpó a Abbondanzieri y en ese momento ingresó al terreno Lauro, arquero suplente del Inter, quien agredió al zaguero. Enceguecido, Desábato fue en busca del brasileño pero no lo alcanzó, y en su carrera se cruzó nuevamente con Abbondanzieri y le aplicó un cabezazo en la nuca.
River vs. Boca. Aquella pelea será recordada por el arañazo de Gallardo contra Abbondanzieri. El actual DT de River no contuvo sus nervios en la semifinal de la Copa Libertadores de 2004 y, luego de ser expulsado por pelearse con Cascini, se descontroló y terminó agrediendo al arquero, que terminó con sangre en su cara.
River vs. San Pablo. En la semifinal de la Copa Sudamericana que River le ganó por penales a San Pablo, lo más recordado fue la patada voladora que Luis Fabiano le pegó a Oscar Ahumada. Todo fue un bochorno que comenzó cuando el árbitro Larrionda pitó el final del partido, previo a los penales. La batalla campal derivó en las expulsiones de Guillermo Pereyra y Diego Barrado, entre los Millonarios, y Luis Fabiano y Jean, de San Pablo.
River vs. Boca. "Nunca me pasó esto, ni en inferiores lo vi", dijo en la noche del domingo, Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes, con gestos de preocupación. Por el lado de Boca-River no pueden decir lo mismo, ya que en el 2009, en un partido de la Novena División, el Superclásico terminó a las piñas y con siete expulsados. Uno de los delanteros que jugó para River aquella vez fue Giovani Simeone, el hijo del Cholo, que ahora viste los colores de Banfield.
Una barbaridad que sigue empañando los colores argentinos.
