A un año y medio de la limpieza del lago del parque General San Martín, que incluyó el vaciado completo del espejo y la remoción del barro y la basura existente, el reservorio de 120.000 metros cúbicos luce otra vez con basura en el interior, situación causada por el vandalismo y la desidia de ciertos mendocinos.
También se observa la existencia de vegetación a nivel de la superficie, consistente en lama o algas, que constituye un factor antiestético y coopera en la contaminación general del espejo.
Con respecto a las plantas que se observan en ciertos sectores del lago, el director de Parques, Javier Fernández, informó que la repartición realiza actualmente un estudio para determinar por qué se forman y ver si a través de algún método químico se puede neutralizar ese fenómeno denominado “eutrofización”. En Ecología, el término designa el enriquecimiento en nutrientes de un ecosistema.
El uso más extendido se refiere específicamente al aporte más o menos masivo de nutrientes inorgánicos en un ecosistema acuático.
Fernández explicó que el fenómeno se generalizó luego de la limpieza realizada a partir del 11 de junio de 2013.
“El agua de riego que llega al Parque -sostuvo- viene muy limpia, sin greda ni residuos. Esos caudales son utilizados para regar distintos prados y luego ingresan al espejo, pero previamente han arrastrado semillas que finalmente se incorporan al espejo acuático. Por un proceso de fotosíntesis crecen las algas. Lo que estamos analizando es si son restos de semillas que circulan con el líquido de riego o se trata de alguna alga especial, propia de nuestro reservorio”, detalló Fernández.
El funcionario explicó que hay dos formas de contrarrestar la situación: “Por un lado, habilitando las piletas de filtración previa que tenía el lago (que están en la punta norte del lago, un poco más arriba de la avenida de Las Palmeras), para contener el arrastre de semillas o materia orgánica que trae la corriente”.
La otra manera es con una máquina “corta lama”, que ha cedido la Dirección de Recursos Naturales, y que se emplea en el dique El Nihuil.
Este equipo ya está en servicio y lentamente va quitando la vegetación. Se lo empleará durante 10 días y después se lo solicitará 3 veces al año. La intención es impedir la acumulación de algas que se observa actualmente, ya que en invierno el fenómeno disminuye notablemente.
Asimismo, se hará una siembra de salmones siberianos (en sociedad con el Club Mendoza de Regatas), que contribuirá también para reducir las algas.
El especialista y director del Centro de Economía, Legislación y Administración del Agua (CELA), Armando Llop, comentó que es necesario el urgente control de la eutrofización que sufre el espejo, para no persistir en la pérdida de la calidad de agua, el aumento de la turbidez y otros inconvenientes. “Ha sido contraproducente que de entrada no se haya establecido un control acerca de la contaminación existente.
Otra forma de controlar este efecto pernicioso puede ser aumentando la velocidad de rotación del líquido, es decir, que entre más y salga más, y controlar mucho la calidad del agua que ingresa al reservorio”, sostuvo el especialista.
Ensuciar y no cuidar
Otro aspecto desagradable es la suciedad que acumula la superficie líquida del reservorio, especialmente en el costado norte. Bolsas de residuos, papeles, envases de plástico, cartones y una variedad de objetos flotan en el agua, a veces sostenidos por el entramado verde de las especies herbáceas.
En ocasión de la limpieza del año pasado, la gente se mostró proclive a mantener la higiene. En general, en los horarios diurnos el uso del perilago no ofrece problemas y se encuentra más o menos controlado. El problema se da en los horarios nocturnos, cuando la vigilancia se resiente y grupos de jóvenes y no tanto vuelcan todo tipo de objetos en el estanque. Esto lo reconoció el propio director de Parques.
“Vamos a insistir en las campañas de concientización y pondremos más papeleros”, dijo Fernández, quien admitió que el plantel de 7 empleados para cuidar el lago “no alcanza”. Se le suman 2 personas, que son las que operan el equipo “corta lama”.
El Parque tiene un cuerpo de inspectores que se encarga del control y de labrar actas de infracción, pero al no haber un juzgado que posteriormente pueda ejecutar la sanción o una multa pecuniaria, la acción se diluye. “Es un reto más que otra cosa”, dijo resignado el director.
Los usuarios
En una recorrida ayer al mediodía, se obtuvieron muchas declaraciones favorables a cuidar el lago.
Klaus (22) y Aixa (19) comentaron que sabían por sus mayores que Mendoza fue antaño una ciudad muy limpia. La joven, quien estuvo viviendo en Europa, afirmó que el control de los espacios verdes en el Viejo Continente es muy estricto. “Habría que estudiar cómo aplicar multas efectivas y ver si por el bolsillo aprendemos”, sugirió.
En tanto, Pablo Lazo (23), turista uruguayo, lamentó que “en América Latina no cuidamos los ambientes naturales como éste (sic)”.
En otra parte del perilago, Adrián Gerardo Villegas (30), de Villa del Parque, hacía un recorrido en bicicleta con su hija Sofía (7). “Debemos ser verdaderos ciudadanos y cuidar estos lugares”, señaló, y contó que hasta le enseña a sus hijos que hay que tirar al canasto de la basura hasta el más insignificante papel de un caramelo.
La obra en Playas Serranas
Están demoradas las obras que se están realizando en la cabecera sur del lago, la zona de Playas Serranas, que fue un popular balneario a mediados del siglo XX.
En paralelo con los trabajos de remodelación y puesta en valor del Museo de Ciencias Naturales “Cornelio Moyano”, el gobierno provincial extendió la tarea a la construcción de una playa, con infraestructura necesaria para brindar comodidad a los usuarios, aunque por supuesto sin que se puedan tomar baños en el lago, situación que no está permitida en todo el perímetro.
Este emprendimiento ya debería haber terminado (tenía cuatro meses de ejecución) y lo realiza la misma empresa que está mejorando el museo.
En cuanto a la embarcación que se botará a futuro, todavía no se puede anunciar cuándo navegará. Actualmente, informan, está siendo sometida a pruebas hidráulicas.