Alfredo Cornejo se ha puesto al frente la campaña oficial. Cada día se desdobla para estar hasta en cuatro actividades oficiales para mostrar los resultados de su gestión.
Desde mucho antes de las PASO dejó en claro que lo que se pone en juego es la aprobación o desaprobación de su gobierno, además obviamente del nacional, por lo que los candidatos del oficialismo parecen ocupar un rol secundario.
Esa actitud parece atípica y la sorpresa tiene su explicación: en las dos legislativas anteriores (2009 y 2013), con el peronismo al mando de la provincia, los candidatos del entonces Frente para la Victoria exigían que los entonces gobernadores (Jaque y Pérez, respectivamente) se escondieran en su despacho para no restarles votos.
El encuentro con Los Andes fue en la sala contigua a su despacho, que se transformó por un rato en un set de TV con cámaras y luces para la entrevista que puede verse en este diario.
Pero apagadas las cámaras y las luces, la charla siguió por los mismos carriles: su pedido de apoyo a los mendocinos, su pelea cada vez más profunda con un sector de la Justicia y lo que considera los logros de su gestión.
“Creemos que esta elección es importante para Mendoza y es importante para el país porque es una bisagra. El país está lentamente normalizándose y esta elección va a marcar el rumbo político: si se ratifica esta línea en materia económica, social e institucional o no”, dice para dimensionar el momento político que en algún momento catalogará como “crucial”.
-¿Por qué cree que los mendocinos deberían votar a sus candidatos?
-Porque estamos logrando salir del pozo al que nos llevaron los gobiernos del Partido Justicialista que gobernaron Mendoza los últimos ocho años. Yo soy el principal autocrítico; hay muchas cosas que falta hacer. Pero también nadie puede desconocer que estamos mejorando levemente después de un gran desorden, de un gran despilfarro de los recursos.
La ratificación del rumbo del gobierno provincial es la ratificación de lo que quiere la mayoría, que es una mejor organización de educación, de salud, de la Justicia y, fundamentalmente, una mejora en la seguridad, que es la principal preocupación de los mendocinos y mía.
-La seguridad parece ser su eje.
-Porque estoy obsesionado con que se puede mejorar la seguridad. Creo que si bien tenemos leves mejoras, hay mucho por hacer y para lograr esos resultados hay que mantener esta política de mano dura, de mano firme, a rajatabla, como se está haciendo, porque son muchos los que no quieren que se imponga esta política con un Estado mucho más presente, más inteligente, más tecnificado, con una Justicia más expeditiva. Mi política de seguridad tiene muchos enemigos.
-¿Qué es ser mano dura?
-Mano dura es un Estado que esté organizado para vencer al crimen organizado y fundamentalmente también a ese delincuente suelto que no es parte de una organización criminal pero ya vive de robar lo ajeno, de un crimen más chico, que molesta mucho y se ha transformado en un modo de vida para muchas personas.
Para eso necesitamos un Estado inteligente, que tenga bases de datos actualizadas, que las cruce unas con otras. Un Estado inteligente sancionatorio donde el Poder Judicial, con detenciones y con condenas, los excluye de la sociedad y los pone bajo prisión para que enmienden esa conducta. Para mí eso es una política de mano dura.
-Además de la obsesión por la seguridad, ¿tiene una obsesión por el poder?
-La obsesión por el poder no es una obsesión. Creo que muy por el contrario. Están todo el tiempo preguntando por el poder como si fuera una cosa mala y perversa. Bueno, según como se lo use. El poder que me dio el pueblo de Mendoza es para que lo ejerza y donde algunos maliciosamente ven autoritarismo, yo veo autoridad. Y la mayoría de la gente ve autoridad. La gente ve bien.
Los mendocinos quieren que el gobernador ejerza la autoridad y bregue por el interés general. Yo brego por el interés general porque el interés particular se defiende solo.
-Ratificar el rumbo en la votación ¿también significa dejar atrás a Cristina Fernández?
-Sin lugar a dudas. Cristina de Kirchner si tenía algo para dar al país ya se lo dio y si le dio algo, a nuestro criterio y el de muchos argentinos, fue malo. Que sea una opción válida en la Argentina hoy para mucha gente y que se consolide su construcción de poder sería un retroceso.
En cambio, que gane el Gobierno sería mirar para adelante, una Argentina que quiere salir, ratificar este rumbo de cambios moderados pero paulatinos.
-¿Cuánto pesan Cristina y el kirchnerismo hoy en Mendoza?
-Creo que pesa la herencia cultural que han dejado. El kirchnerismo ha dejado a Justicia Legítima. El kirchnerismo ha dejado el ultragarantismo, en el que la víctima tiene menos derechos que el victimario. Esa cultura de cobrar sin trabajar. La alta propensión al consumo. Que sea más importante comprarse un celular de última tecnología o una zapatilla, que estudiar.
Ésa es su influencia. Entonces, cuando viene un gobierno como el mío, que quiere volver a un Estado normal, que quiere propender al estudio y el trabajo para progresar individualmente, parece que va contra esa cultura. Obviamente, es necesario que la gente vea resultados.
-Se enojó cuando se dijo que había ganado por poco en las PASO. Tal vez fue porque quedó la sensación de que el oficialismo ganó 1 a 0 cuando se esperaba un 3 a 0 por cómo se fue el PJ.
-Pero el peronismo no se fue mal. Sacó el 39% de los votos en 2015. Creo que los mendocinos han sido muy benévolos con el peronismo, pese a que dejó la provincia fundida. Eso recién está tomando dimensión ahora que la gente puede comparar y ver que las cosas pueden hacerse de otra forma.
-¿Cree que va a mejorar en octubre la performance?
-Tengo confianza en los mendocinos, que van a valorar que es una elección crucial.
-¿Está preparado para gobernar en minoría con el peronismo y negociar?
-Justamente por eso estoy pidiendo apoyo a la ciudadanía, porque el peronismo mendocino no tiene hoy un líder ni con quien lograr acuerdos mínimos de gobernabilidad. Está muy desorganizado y en general ante cualquier idea que se propone que tenga que ver con cambiar, está proclive a votar en contra últimamente.
-Pero mal no le ha ido, porque ha sacado todas las leyes que propuso.
-En muchas hemos aceptado cambios aun teniendo mayoría. Pero el Código Procesal Administrativo lo votaron en contra en una Cámara y luego lo apoyaron en la otra. Están más pensando en obtener rédito electoral oponiéndose al gobierno que en buscar espacios de gobernabilidad. Igual, según los números de las PASO, nosotros quedaríamos empatados en ambas Cámaras y en ese caso desempatarían los presidentes.
-¿Está conforme con sus candidatos? Por ahí pareciera que no defienden con énfasis la gestión.
-Al contrario, estoy muy conforme. Claudia Najul es una representante genuina de la gestión porque se ha cargado al hombro Salud y Desarrollo Social, que es una de las áreas donde mejores resultados estamos obteniendo. Además, tiene condiciones personales de sensibilidad genuina por las problemáticas sociales y de salud.
Su problema es que no es muy conocida, pero yo prefiero alguien que tiene poco conocimiento que alguien con alto conocimiento, como es Félix, que hace mucho está en la gestión, y que fue director de YPF por el gobierno de Pérez, por ejemplo.
-El fondo del conurbano bonaerense ¿es un foco de conflicto suyo con Macri?. Porque él termina avalando el reclamo y María Eugenia Vidal es su preferida.
-Yo lo dije en 2015 y lo ejecuto. Mi prioridad es la defensa de Mendoza. No puede haber un gobernador que no defienda sus recursos por cuestiones partidarias. Muy por el contrario, él debe entender y creo que lo entiende, aunque no lo hemos hablado, que yo debo defender los intereses de Mendoza por encima de los de Cambiemos.
-Habló de eficientizar la Justicia, pero allí parecen resistirse a los cambios.
-Creo que es injusto generalizar, porque la mayoría sí quiere adaptarse, recobrar el prestigio. Pero hay un grupo al que no le interesa el prestigio, se esconde detrás de su anonimato y no da explicaciones del mal funcionamiento. Hay un grupo ideológico que se esconde para dar ese debate porque quiere otra política de seguridad.
Consideran que los victimarios son las verdaderas víctimas y que, porque son pobres y excluidos, pueden delinquir. Este pensamiento anida en cierto sector del Poder Judicial.
-Apuntó a Justicia Legítima por el fallo que dejó en libertad a los líderes de la Tupac Amaru.
-El fallo de la Octava Cámara del Crimen es político, partidario e ideológico absolutamente. Avala que Nelly Rojas exigiera ir a las manifestaciones, militar para la Tupac, militar para el kirchnerismo. Algo que el sentido común de cualquier mendocino le indica que no debe ser así.
-Desde ese sector lo acusan de meterse en las decisiones de otro poder.
-Lo que pasa es que ellos no quieren que nadie opine. Esos son los mismos que en privado dicen 'total si este gobernador ya se va, es un ave de paso y nosotros somos permanentes’. Un juez de la Suprema Corte me lo dijo sutilmente. La Octava Cámara no cumple la ley de procedimiento nueva porque no le da la gana. Hay un fallo del juez Miguel que lo desconoce.
-¿Y cuál es la consecuencia?
-Ellos conspiran contra una mejor seguridad. Esa Cámara indirectamente es responsable de la inseguridad en Mendoza. Son muy progresistas en la academia pero no les preocupan los pobres.
Porque los que se quedaron sin casa y los que la tienen pero no pueden hablar porque los extorsionan, también son personas pobres. Esos camaristas se dicen populares pero son antipopulares. Apañar lo que hace la Tupac no tiene nada de popular.
La "vergüenza" por la normalidad
“A veces siento un poco de vergüenza de hacer cosas que son normales, pero Mendoza había perdido la normalidad. Gente que no trabajaba y cobraba. Que el delincuente pase a ser un héroe social en vez de ser alguien fuera de la ley. Mendoza se ha degradado y mi gobierno la está encausando”, define Cornejo cuando habla sobre su gestión y sus metas.
Cree que muchos de los cambios que ha ejecutado “son cosas de sentido común” que había que hacer y seguidamente apunta contra sus antecesores del peronismo: “Se ha vendido mucho humo, un relato ficticio”.
Seguidamente, pone ejemplos: “Escucho hablar del expediente electrónico hace seis o siete años y en nuestro gobierno ya hay 17 mil expedientes electrónicos funcionando. Cuántas veces se anunció la maternidad del Lagomaggiore. Yo ya la licité y debería finalizarse antes de que termine mi mandato. Desde 2002 no se genera ni un mega wat más de energía en Mendoza. Con la inauguración de Anchoris, que se licitó y finalizó durante mi gestión, agregamos energía para 15 mil hogares”.
Desde mejor educación hasta peaje, los proyectos para 2018
El Gobernador cree que la decisión del voto no responde a un hecho, ni siquiera a un conjunto de hechos. Pero repite una y otra vez que pide el apoyo a los mendocinos, apuntando a aquellos indecisos que podrían sumarle votos clave para mejorar la performance en cinco semanas. Con ese fin, desgrana algunas metas para la segunda mitad de su mandato.
Educación. "Creemos que la mejor organización es una condición central para mejorar el sistema educativo, pero no suficiente; debemos agregar mayor calidad a la educación y estamos planificando reformas de gestión para lograrlo. Estamos logrando cosas que parecían fáciles: ¡180 días de clases! Vamos por una mejor calidad en la primaria y también por una menor deserción en la secundaria. Estamos mejorando la asistencia porque prácticamente los chicos no iban a la escuela. Tenían más días de falta que de asistencia".
Salud. “Vamos a dar un salto de calidad en el sostenimiento de la red de hospitales y centros de salud, que ya tenemos más preparada, más tecnificada. Nos faltan pediatras y debemos trabajar más el incentivo de algunas especialidades y que vayan a los centros de salud. También en avanzar en algo que se ha hablado 10 mil veces y nunca se ha hecho nada, que es la historia clínica digitalizada de cada paciente para que, sin importar dónde se atienda, se pueda acceder a su historial”.
Seguridad. "Estamos poniendo mucho énfasis a la formación del policía. Vamos a ser más intensivos, con más horas de formación y con el internado que se va a inaugurar. Van a ser diez meses de clases pero en doble turno".
Energía. "Vamos a seguir con los proyectos solares y ahora arrancaron las obras para el campo eólico. También haremos las microturbinas en los canales Cacique Guaymallén y San Martín".
Transporte. "En 2018 aspiramos a tener los estudios de un transporte público urbano que compatibilice la renta empresaria con la intensificación de las frecuencias y la distribución a lo largo de una ciudad que ha crecido desorganizadamente. También vamos a hacer cambios en el servicio de media distancia".
Peaje. "Para 2018 estamos estudiando introducir el peaje en un par de rutas. Lo estamos estudiando para que sea un proyecto serio y no como fueron las de los 90".