Alertan sobre los riesgos de dejar la uva en los viñedos

Alertan sobre los riesgos  de dejar la uva en los viñedos
Alertan sobre los riesgos de dejar la uva en los viñedos

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recordó que, con el fin de evitar la dispersión de la plaga polilla de vid (Lobesia botrana), los productores  de vid de la provincia de Mendoza y de San Juan, que se encuentren en áreas bajo cuarentena o en contingencia, deben efectuar la cosecha en forma completa, sin dejar remanente de fruta en la planta ni en el suelo.

Por otro lado, se advirtió que deben inmovilizar dentro la finca los restos de poda, material resultante del recambio de cepas y material de conducción usado.

“Con la realización de estas prácticas culturales el productor reduce la población de la plaga en su establecimiento para la siguiente temporada, ya que los restos de fruta en la planta actúan como reservorios de la misma”, estimaron en un comunicado.

Asimismo, el Senasa recomendó a los productores que se encuentran fuera de las áreas mencionadas, adoptar preventivamente estas medidas, a fin de contribuir en la lucha contra la polilla de la vid.

El organismo iniciará las fiscalizaciones pertinentes para corroborar el cumplimiento de las mismas.

En tanto, desde el Iscamen estimaron que los frutos no cosechados constituyen una importante fuente de inóculo de plagas y enfermedades agrícolas.

Las plagas en general, y la polilla de la vid en particular, continúan cumpliendo su ciclo biológico, incrementando sus poblaciones de manera exponencial, debido a que encuentran alimentos suficientes para seguir multiplicándose.

La continuidad del ciclo biológico se ve favorecida por la situación de inviernos suaves y eso genera que el cultivo inicie la nueva temporada con niveles sumamente altos de presión de la plaga.

Hay que recordar que cada hembra de Lobesia botrana puede colocar alrededor de 100 huevos, llegando una pareja a generar 250 mil ejemplares al final de una temporada. La emergencia fitosanitarias que origina la Lobesia botrana ha generado la necesidad de realizar tratamientos para su control.

La alta presión de la plaga se traducirá en graves daños en caso de no controlarse o bien será necesario incrementar los costos de control, debido a la necesidad de un mayor número de tratamientos con productos agroquímicos.

Además, al tratarse la Lobesia botrana de una plaga cuarentenaria, es decir que genera restricciones en los mercados compradores, es obligatorio realizar la descarga de la fruta remanente después de la cosecha o melesca ( resolución 122/2010 Senasa).

Desde el organismo provincial estimaron que “dejar racimos sin cosechar en plantas de vid es una práctica agrícola no recomendada y altamente peligrosa en términos sanitarios”.

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