Es un llamado de atención. Una luz roja que se prendió en la Bodega. Y es que la actuación del equipo en Avellaneda dejó mucha tela para cortar. Porque estuvo muy lejos de ser confiable y protagonista para darle pelea a los grandes.
Desde el juego -no hay dudas- se encendieron las alarmas para el Gallego Méndez. El propio entrenador reconoció que no estuvieron a la altura para ganar el partido.
¿Qué pasó? El Expreso sólo se puso el traje quince minutos, cuando llevó adelante el libreto que mejor le sienta: presión alta, buen manejo de la pelota y dinámica arriba. Después se desdibujó por completo y nunca pudo ser un elenco serio desde su fútbol.
El botón de cuidado quedó en evidencia para el DT, quien ya tomó nota de algunos jugadores que están muy bajos y de la falta de variantes colectivas para cambiar el curso de un encuentro.
Ha quedado en evidencia que el Bodeguero extraña mucho a Fernando Zuqui, porque no encontró el reemplazante ideal para el ex capitán. No cuenta con ese hombre que pueda desequilibrar, llegar al gol y también dar una gran mano a la hora de recuperar y ser parte del andamiaje defensivo. Hoy carece de un futbolista que sea el cerebro para hacer jugar a su compañeros.
Por ahora, Facundo Silva no encuentra su lugar, y se lo nota incómodo cuando debe moverse por derecha. Y como conclusión no rinde y termina desperdiciado, en la intrascendencia total. Tampoco está en su mejor versión Pol Fernández, otro de los encargados de llevar la pelota limpia. Con ellos apagados, el conjunto se queda sin creación.
Esto se traduce en poca claridad para los delanteros, y al Morro García hay que asistirlo y ponerlo de cara al gol. Sino se le hace complicado al delantero estar en su lugar para facturar.
Más allá de todo lo que pasó en la pretemporada y su suspensión, Jaime Ayoví es su socio ideal en ofensiva. Sigales es pura voluntad y entrega, pero está claro que necesita tiempo para acomodarse. Es una buena opción que deben llevarlo de a poco.
Con este esquema del adiestrador, Silva por adentro, tiene que buscar un carrilero izquierdo y éste no asoma. Bajo Henríquez contra Huracán y nula participación de Angileri frente a Independiente, marcaron otros de los aspectos flojos. Este es un tema a resolver para el conductor tombino, de cara a lo que viene.
El paso por Avellaneda, Godoy Cruz no fue el mejor, y dejó más dudas que certezas. Ahora se viene Boca en el horizonte más cercano, y para apagar las sirenas de preocupación, la solución pasa por ir mostrando una identidad definida que hasta ahora carece a grandes proporciones.
Seguridad: se arma para recibir a Boca
Desde hoy, los dirigentes de Godoy Cruz, junto a los encargados de la Seguridad, comenzarán a definir varios puntos fundamentales con respecto al operativo que se llevará a cabo en el Malvinas Argentinas.
Y es que el domingo (es muy posible que a las 20) podrán estar presentes los simpatizantes Xeneizes. “Nos vamos a sentar con la gente del Ministerio de Seguridad para ir diagramando todo”, adelantó José Mansur, presidente tombino.
El titular Bodeguero, además, está en permanente contacto con AFA para ajustar los detalles que tengan que ver con el compromiso.
Llegará en el Ministerio el momento para ver cuántos policías estarán a disposición y definir los lugares que ocuparán los hinchas visitantes.
Seguramente el popular Norte y un sector de las plateas techada y descubierta. Tanto el Gobierno provincial, como los directivos tombinos, creen que habrá mucha gente e imaginan un Mundialista repleto.
Ojalá sea una fiesta.
