Alerta regional por el avance oficial sobre

La amplia mayoría de los editores presentes por nuestro país alertó, entre otros aspectos, sobre las constantes presiones oficiales a los medios que no responden al partido de gobierno.

Enfatizaron en las embestidas económicas y en intimidaciones y boicots publicitarios, que se vienen realizando desde hace muchos meses y que cumplen con la intención del oficialismo de deteriorar el nivel de legítimos recursos con los que los medios privados sustentan sus ingresos empresariales.

Y con respecto a la publicidad, concretamente, se denunció la arbitrariedad de parte de los organismos oficiales para distribuirla, de modo de favorecer a los medios oficialistas y ejercer una suerte de castigo, con mucha menos pauta, a los que son críticos de las políticas públicas.

Los representantes de la prensa argentina presentes en el encuentro de la SIP sorprendieron al auditorio con un video que sirvió para reafirmar las presiones existentes por parte del Estado. Y asombraron al auditorio conceptos vertidos por Cristina Fernández de Kirchner y Amado Boudou, que en su momento hablaron de "balas de tinta que intentan derrocar a gobiernos populares" y "mensajes mafiosos" que "intentan maniatar a todos".
 
A ello se sumaron otros hechos que no atacan la libertad de prensa pero que van en el mismo sentido en autoritarismo y prepotencia en el uso del poder, como expresiones que reprodujeron la actitud del secretario de Comercio, Guillermo Moreno, contra las consultoras independientes que miden la inflación o la evidencia filmada de su prepotente incursión en una asamblea de accionistas del Grupo Clarín acompañado por el viceministro de Economía, Axel Kicillof.

Lamentablemente, los hechos denunciados por parte de la prensa argentina independiente no escapan a la tendencia que se observa en otras naciones, como el acaparamiento de medios de comunicación por parte de gobiernos autócratas y la persistente carencia de acceso a la información pública en varios países, de acuerdo con la declaración final de la SIP.

Además, los asistentes a la reunión alertaron sobre los efectos de la presión oficial ejercida contra los medios independientes, al punto de llegar a un grado de deterioro de la libertad de expresión que ponga en riesgo el normal desenvolvimiento de la vida democrática.

Esa última advertencia debe ser tenida en cuenta en nuestro país en vísperas de elecciones legislativas que pueden marcar un cambio de rumbo en la política nacional. La posibilidad de expresarse libremente a través de la prensa es uno de los pilares de la vida republicana y garantía de respeto de las autoridades a los derechos que tiene la ciudadanía de convivir en un ámbito de pluralidad de ideas y normal disenso.

A punto de cumplir 30 años de vida ininterrumpidos, nuestra renovada democracia no merece más la continuidad de políticos que adoptan políticas reñidas con los principios republicanos, sino la madurez de una mayoría de dirigentes que luchen por una calidad institucional comparable con la de los países más serios del mundo.