Alerta por una disminución en la internación de pacientes con ACV

Especialistas de la Sociedad Argentina de Cardiología manifiestan estar preocupados por una disminución del 60% de consultas en guardia.

Alerta por una disminución en la internación de pacientes con ACV
Alerta por una disminución en la internación de pacientes con ACV

Especialistas del Consejo de Stroke de la Sociedad Argentina de Cardiología manifiestan estar preocupados por una disminución del 60% de las consultas en guardia de los pacientes con accidentes cerebrovascular (ACV).

La Dra. Maia Gomez Schneider (MN 133267) comenta que un 2% de la población mayor de 40 años en Argentina ha sufrido un ACV (cerca de 340.000 argentinos) según el Estudio Epidemiológico Poblacional sobre Accidentes Cerebrovasculares (EstEPA). Los datos sugieren una prevalencia más alta en comparación con otros países de la región y similar a lo reportado en Europa, como consecuencia del envejecimiento de la población argentina. La prevalencia del ACV es mayor en hombres que en mujeres y aumenta con la edad, siendo mayor al 4% en las personas mayores de 75 años.

La Dra. Daiana Dossi (MN: 136688) señala que alguno de los siguientes síntomas, si aparecen en forma súbita, podrían estar indicando un ACV: pérdida de la fuerza en brazo y/o pierna, disminución de la sensibilidad en una mitad del cuerpo, dificultad para hablar, inestabilidad para caminar o incoordinación, así como dificultad para ver o un dolor de cabeza muy intenso de inicio súbito. Resulta importante aclarar que la duración de los síntomas puede ser variable, en ocasiones persistentes, y otras veces de unos pocos minutos de duración, para luego resolver espontáneamente. En el primer caso podría tratarse de un ACV, mientras que en el segundo podría tratarse de un ataque isquémico transitorio (AIT). En uno y otro caso es muy importante que los pacientes llamen a un servicio de emergencia para ser trasladados a un hospital.

En tanto, el Dr. Gabriel Persi (MN:113417) recalca la importancia del aislamiento social como único recurso para disminuir el impacto de la pandemia. Esta situación inédita no quita que los pacientes con factores de riesgo (hipertensión arterial, diabetes, colesterol elevado, antecedentes cardiovasculares, tabaquistas y con enfermedades respiratorias) deben continuar con su medicación y mantener el contacto con su médico. Actualmente varias instituciones han instaurado un sistema de teleconsulta, esto permite al paciente no concurrir al hospital en caso de estar clínicamente estable. Se estima que actualmente algunos de los pacientes que presentan síntomas sugerentes de un ACV, podrían no estar concurriendo al hospital por temor al contagio de COVID 19.

El Dr. Rolando Cárdenas (MN:83225), a su turno, destaca la importancia de reducir el tiempo para llegar al hospital. Las opciones de tratamiento para restablecer la circulación con drogas o dispositivos mecánicos, pueden estar limitadas en los pacientes que son evaluados luego de varias horas. Para el Dr. Juan José Martin (MP 24990) es fundamental recordar que la población con mayor riesgo para presentar un ACV, los mayores de 65 años, también puede tener complicaciones serias por la infección con COVID 19. Por eso es importante, llamar frecuentemente a los mayores de 65 años que están solos en aislamiento para asegurarnos que se encuentren bien.

La Dra. María Cristina Zurrú (MN81247) expresa que es esencial trasmitir tranquilidad a la población, dado que en todos los hospitales se establecieron circuitos seguros para asistir a los pacientes. Esto implicó cambiar protocolos de atención que permiten ingresar en sectores separados a los pacientes con y sin infección por COVID 19. Esto incluyó el ingreso a la guardia, áreas de diagnóstico y sectores de internación.

El Dr. Walter Videtta (MN70528), por último, explica que el seguimiento del equipo de salud será el que el paciente requiera y eso no se modificó con la pandemia. La rehabilitación y el seguimiento clínico posterior podrá hacerse asistido por medio de telemedicina para facilitar el cumplimiento de las medidas de aislamiento. El miedo y la confusión generado por el exceso de información, que en ocasiones se generó en fuentes no confiables, contribuyó a desinformar a la población. Esto dificultó racionalizar adecuadamente la situación que enfrentamos como sociedad. Como conclusión es fundamental recordar que los pacientes que están cursando un ACV no deben quedarse en casa. Si son tratados a tiempo la mortalidad es baja y quienes sobrevivan tendrán menores secuelas o una posibilidad mayor de tener una recuperación completa.

Fuente: Consenso Salud

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