Unos 50 países discutirán hoy y mañana en Washington, convocados por el presidente Barack Obama, los desafíos de la seguridad nuclear, con la preocupación centrada en la posibilidad de que el grupo radical Estado Islámico (EI) tenga acceso a una bomba “sucia”.
Esta cuarta reunión de líderes mundiales para discutir sobre la seguridad nuclear integrará a actores tan disímiles como China o Nigeria e incluye a cuatro delegaciones latinoamericanas -Argentina, Brasil, Chile y México (ver aparte)-, y por lo menos una parte de la agenda estará reservada al EI.
La reunión ocurre apenas días después de los atentados en Bruselas, Bélgica, en los que fueron utilizados explosivos convencionales aunque dos de los suicidas fueron relacionados a posibles esfuerzos por parte del EI de lograr acceso a materiales para una bomba sucia”.
La policía belga, como parte de una investigación de los atentados de noviembre pasado en Francia, halló videos con varias horas de vigilancia de los terroristas a un alto funcionario belga del área de energía nuclear.
Ausencias notables
El propio Obama lanzó en 2010 en Washington la primera de estas cumbres sobre seguridad nuclear, y posteriormente se realizaron encuentros similares en Corea del Sur y Holanda, concentrados en la seguridad de los stocks de uranio y plutonio, así como medidas para evitar el contrabando de estos elementos.
Pocos técnicos consideran factible que el EI logre desarrollar un arma nuclear, pero si logra tener acceso a material radiactivo podría construir una bomba “sucia”.
Pese a que este tipo de dispositivo no desencadena una explosión nuclear, libera material radiactivo con un inestimable impacto psicológico, médico y económico.
Obama se reunirá con unas 50 autoridades extranjeras, entre ellas su homólogo francés François Hollande, el chino Xi Jinping, el surcoreano Park Geun-Hye, el turco Recep Tayyip Erdogan y el ucraniano Petro Porochenko, así como con el primer ministro japonés Shinzo Abe y el indio Narendra Modi.
El encuentro entre Obama y Hollande tratará sobre Siria y la lucha contra el terrorismo, indicó Francia. Los dos dirigentes “se reunirán cada vez que sea necesario, lo que no quiere decir que estén de acuerdo en todo”, aclaró París.
De cualquier forma, la reunión no contará con actores fundamentales para cualquier discusión global sobre seguridad nuclear: la ausencia de Rusia, Corea del Norte, Bielorrusia e Irán, por ejemplo, muestra grietas en el frente que la Casa Blanca busca consolidar.
Más allá de Rusia, que cuenta con un enorme potencial nuclear, Corea del Norte logró desarrollar armamento atómico e Irán firmó un histórico acuerdo con países occidentales para el control de su programa de energía atómica, y por ello la presencia de esas naciones era considerada fundamental.
Aporte latinoamericano
Los cuatro países latinoamericanos que participan del evento no llegan a la reunión sólo como meros espectadores, y deberán impulsar un documento paralelo que pone la cuestión de la seguridad nuclear en un contexto de desarme generalizado y de cooperación con países en desarrollo.
Ese documento paralelo, que debe llevar la firma de 16 de los países participantes, también “defenderá que se discuta algún tipo de rendición de cuentas del material nuclear existente que está en manos militares”, dijo un negociador de la delegación brasileña.
De acuerdo con este negociador, “se estima que el 83% de todo el material nuclear a nivel global se encuentra en instalaciones militares. No existe ninguna verificación ni rendición de cuentas del estado de ese material ni del nivel de protección”.
Estos dos temas ya habían figurado en un documento paralelo aprobado por 15 países en la última cumbre sobre seguridad nuclear, realizada en La Haya en 2014, y ahora ese mismo grupo de naciones reforzará su posición.
“Nos proponemos también reforzar el papel central de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AEIA), que es el órgano internacional más importante para tratar esta cuestión”, añadió la fuente.
“En la actualidad, cualquier hospital del mundo ya trabaja con material radiológico. Este material puede ser usado en una bomba sucia. Hay muchos países en esa situación que no estarán entre los 52 presentes en la reunión y que precisan cooperación”, comentó el negociador.
La bomba "sucia"
Una bomba sucia, o dispositivo de dispersión radiológica (RDD) , es una bomba que combina explosivos convencionales, tal como la dinamita, con materiales radiactivos en forma de polvo o gránulos.
La idea en que se basa una bomba sucia es diseminar material radiactivo en la zona situada alrededor de la explosión. Esto podría causar posiblemente que los edificios y las personas queden expuestos al material radiactivo.
El objetivo principal de una bomba sucia es atemorizar a la gente y hacer que los edificios o la tierra permanezcan inutilizables por un tiempo prolongado.
Se ha conjeturado mucho acerca de dónde pueden conseguir los terroristas el material radioactivo para colocar una bomba sucia. Los materiales radioactivos más perjudiciales se encuentran en centrales nucleares e instalaciones de armas nucleares.
No obstante, el incremento en la seguridad de estas instalaciones hace más difícil la obtención de materiales radioactivos.
Debido a los aspectos peligrosos y difíciles de la obtención de materiales radioactivos de alto nivel en una instalación nuclear, existe una mayor posibilidad de que los materiales radioactivos que se utilizan en una bomba sucia provengan de fuentes radioactivas de bajo nivel.
Las fuentes radioactivas de bajo nivel se encuentran en hospitales, en emplazamientos de obras en construcción y en plantas de irradiación de alimentos.
En estos lugares, las fuentes se utilizan para diagnosticar y tratar enfermedades, esterilizar equipos, inspeccionar uniones de soldaduras e irradiar alimentos para matar microbios perjudiciales.
Los expertos describen las bombas sucias como "armas de desorganización masiva" debido al pánico y a la contaminación que causarían.
La limpieza después de un ataque en una ciudad importante podría tardar meses y costar decenas de miles de millones de dólares, aunque las víctimas principales de un ataque de este tipo serían los asesinados o heridos por el estallido inicial.
Fuente: worldpress.com