El Servicio Nacional de Geología y Minería chileno (Sernageomin) decretó alerta amarilla por el aumento de la actividad en el volcán Villarrica, ubicado a 800 kilómetros al sur de Santiago de Chile y a 130 kilómetros al noroeste de la localidad argentina de San Martín de los Andes.
"Se registró un progresivo aumento de la dinámica interna del volcán desde el 15 de noviembre evidenciando una actividad superficial más intensa", dijo la institución en un comunicado dado a conocer en Twitter.
La última erupción del volcán Villarrica, que afectó al territorio argentino, fue el 3 de marzo de 2015 cuando Sernageomin decretó alerta roja en el sector, como consecuencia de una columna eruptiva que alcanzó entre seis y ocho kilómetros de altura, junto con una emisión constante de lava desde su cráter mayor.
El Sernageomin indicó que "a partir de imágenes fotográficas se ha podido ratificar la presencia en superficie del lago de lava y la mayor exposición de este, generando explosiones menores a nivel del cráter, las cuales han sido captadas por la red de infrasonido con valores máximos de 6,4 pascales reducidos".
El director nacional de Sernageomin, Mario Pereira, aseguró que "este volcán es monitoreado con nueve estaciones sismológicas, cuatro GPS, dos inclinómetros, cuatro cámaras IP, una cámara IR, un micrófono de infrasonido, dos DOAS y una cámara Multigas, de manera que los especialistas cuentan con tecnología adecuada para el seguimiento de su actividad".
Pereira señaló que el alerta amarilla se debe a que "pueden registrarse fenómenos como enjambres sísmicos (algunos de ellos perceptibles), emisión de ceniza, lahares, cambios morfológicos, ruidos y olores de gases volcánicos, que pueden alterar la calidad de vida de las poblaciones en la zona de influencia volcánica".
El Villarrica posee uno de los mayores registros históricos de erupciones de Sudamérica y se encuentra a 64 kilómetros de distancia de la ciudad de Temuco, lugar donde el próximo 17 de enero aterrizará el papa Francisco, con motivo de su primera visita oficial a Chile.
El macizo presentó desde el 15 de noviembre un incremento paulatino en los parámetros de monitoreo, lo que llevó a que la institución recomiende aplicar preventivamente restricciones al acceso en una zona próxima de un kilómetro de radio.