Miles de inmigrantes llegaron ayer a Austria y Alemania procedentes de Hungría, en medio de unas escenas caóticas insólitas en Europa desde hace setenta años.
“Estamos frente a una situación dramática. No es una emergencia, es algo que durará”, estimó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, tras una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Luxemburgo. “Cuanto antes lo aceptemos más rápido podremos responder de manera efectiva”, añadió.
Al menos 500 personas bloqueadas en Hungría desde hace varios días emprendieron una caminata hacia la frontera austríaca, a 175 km. El viernes hicieron otro tanto unos 1.200 inmigrantes, lo que obligó a las autoridades húngaras a conducir a miles más en micro a la frontera. Sin embargo, ayer la policía de Hungría anunció que no se fletarán más buses para los inmigrantes.
Austria preveía la llegada de 10.000 inmigrantes sólo ayer, de los cuales muchos seguirán su ruta hacia Alemania, que espera el arribo de unos 7.000. Ambos países han dado su acuerdo para recibirlos.
“Estoy en la frontera con Hungría y miro lo que pasa. El flujo de personas continúa”, cuenta Hans Peter Doskozil, jefe de la policía del Estado de Burgenland (este de Austria), describiendo un éxodo que no se veía en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Lejos de terminarse
Austria contabilizaba ayer por la tarde la llegada de 6.500 inmigrantes. En la estación de Viena, los recién llegados, envueltos en mantas, y algunos con niños dormidos en los brazos, fueron recibidos por numerosos voluntarios que llevaron comida, bebidas, jabones y pasajes de tren.
“Me duelen los dedos de los pies, me están sangrando. Hemos caminado demasiado. Quiero ir hasta Alemania, pero ahí me paro”, contaba en Viena un sirio de 26 años, originario de Homs (centro), con los pies vendados.
En Alemania, cientos de inmigrantes llegaron a la estación de Münich ayer, y fueron de inmediato trasladados a centros de recepción en la ciudad. Se esperaba la llegada de otros trenes en Frankfurt (oeste) y en Turingia (centro).
La canciller alemana Angela Merkel aseguró que buscará mantener el equilibrio presupuestario, pese al costo que representa la recepción de refugiados. El diario Frankfurter Allgemeine Zeitung evalúa ese costo en 10.000 millones de euros para 2015, cuatro veces más que el año pasado.
En París, miles de personas salieron a las calles ayer para reclamar la apertura de las fronteras para los refugiados que huyen en masa desde Siria y otras regiones en guerra.
“Después de innumerables ejemplos de tratamiento vergonzoso a los refugiados y los inmigrantes por parte de los gobiernos de Europa, alivia ver al fin un poco de humanidad. Pero esto está lejos de haber terminado, en Hungría y en Europa”, advirtió un responsable de Amnistía Internacional.
El ministro húngaro de Relaciones Exteriores, a cuyo país llegaron más de 50.000 migrantes en agosto, se defendió ayer de las críticas.
“Lo que ha sucedido en Hungría desde la noche pasada es, para empezar, la consecuencia del fracaso de la política migratoria de la Unión Europea”, dijo Peter Szijjarto.
Según él, tienen también la culpa “las declaraciones irresponsables” de Alemania, que anunció que ya no expulsará a los refugiados sirios al país por el que entraron en la Unión Europea (UE).
"Desorden" en Europa
Mientras tanto, siguen llegando cientos de inmigrantes a las islas griegas del Egeo oriental desde las costas de Turquía, según el ministerio de la Marina.
En la isla de Lesbos, que recibe la mitad de ese flujo, hubo ayer breves incidentes entre la policía y refugiados, que protestaban ante su centro por la lentitud de su inscripción, previa a su partida hacia Atenas, según imágenes de la televisión griega.
En el terreno diplomático, el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz, pidió a la UE que “abra los ojos” ante la crisis migratoria, que ha creado un gran “desorden” en todo el continente.
Los países de la UE están bajo presión para dar muestras de solidaridad después de que más de 366.000 personas cruzaran el Mediterráneo en lo que va de año, y que más de 2.800 murieran en el intento, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, instó el viernes al reparto de al menos 200.000 solicitantes de asilo en la Unión Europea. La víspera, la Comisión Europea había propuesto el reparto de 120.000.
Una pequeña ONG de Malta, la Moas, recaudó 1,5 millones de euros de donaciones en menos de tres días, frente a un máximo de 10.000 euros por día antes.
Cronología de la crisis
El éxodo masivo de personas que huyen de las guerras hacia Europa, sólo es comparable al que provocó la Segunda Guerra Mundial.
La agencia de refugiados de Naciones Unidas (Acnur) alertó esta semana que 350.000 personas cruzaron el Mediterráneo desde principios de año, y de ellos 107.000 sólo en julio. Durante 2015, murieron en el intento más de 2.500.
Estas son las fechas clave:
-Junio. Centenares de refugiados, en su mayoría sirios, compran pasajes a diario para trasladarse a Eidomeni, el paso fronterizo entre Grecia y Macedonia, con la intención de viajar después al norte de Europa.
-8 de julio. Las peticiones de asilo a la Unión Europea (UE) registran una cifra récord en 2014 con un 37% más que en 2013, la cifra más elevada desde que se recopilan estos datos desde 2008, según la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO).
-Julio. El Parlamento húngaro aprueba un proyecto de ley que prevé la construcción del muro en la frontera con Serbia para impedir las avalanchas de inmigrantes. -20 de agosto. Macedonia decreta el estado de emergencia ante la oleada de inmigrantes. Según cifras oficiales, más de 40.000 refugiados procedentes de Grecia llegaron al país heleno en los dos últimos meses.
-25 de agosto. La Acnur advierte que el número de inmigrantes y refugiados que llegaron en 2015 a Europa por el Mediterráneo asciende a 292.000, de ellos 181.000 a Grecia y 108.000 a Italia.
-26 de agosto. Se produce un avalancha de inmigrantes y refugiados en la estación de tren de Keleti de Budapest. Sólo ese día entraron más de 3.000 personas, en su mayoría familias sirias cuya pretensión en llegar a Alemania.
-27 de agosto. La Policía austríaca encuentra 71 cadáveres (4 de ellos de niños) en un camión frigorífico abandonado en el este del país y sospecha que pueden ser sirios. Varias personas son detenidas por tráfico de personas.
-28 de agosto. La ONU convoca una reunión especial para el 30 de setiembre.
-31 de agosto. Ante la avalancha de refugiados, al menos dos trenes, con centenares de ellos a bordo, que habían salido de Budapest rumbo a Viena, son retenidos en la frontera austro-húngara para determinar quién podía seguir adelante y quién debía quedarse en Hungría.
-1 de setiembre. Cierran la estación de trenes de Budapest tras la llegada masiva de refugiados y después de interceptar a, al menos, 2.300 que entraron de forma ilegal, de ellos 353 menores.
-2 de setiembre. La imagen de un niño kurdo ahogado en un playa turca, tras zozobrar la embarcación en la que viajaba con su familia, da la vuelta al mundo. Ese día murieron además ahogados otros 10 refugiados incluidos la madre y otro hermano del menor al intentar alcanzar la isla griega de Kos desde la costa turca.
-3 de setiembre. El presidente francés, Francois Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, acuerdan una iniciativa para dar respuesta a la crisis migratoria. El Gobierno húngaro responsabiliza al alemán del caos creado en la estación de Budapest, donde centenares de refugiados esperan desde hace días poder subir a trenes que les lleven a Alemania.
-4 de setiembre. El parlamento húngaro aprueba un paquete de leyes que prevén penas de hasta tres años de cárcel por el cruce ilegal de sus fronteras. 2.000 refugiados emprenden una marcha a pie en Budapest para llegar a Austria, tras varios días acampados en los alrededores de la estación de Keleti y de la suspensión de las conexiones por tren internacionales.