El gobierno alemán quiere recomendar a los ciudadanos almacenar por lo menos alimentos para diez días y dos litros de agua por persona para cinco días para estar prevenidos en caso de un atentado o catástrofe.
El ministerio del Interior germano prevé presentar mañana un nuevo concepto de defensa civil que regresa a las recomendaciones que se hacían en tiempos de la guerra fría y que se abandonaron después de la caída del Muro de Berlín en 1989.
A los hospitales se les propone tener reservas de vacunas contra la varicela, antibióticos y pastillas de yodo para enfrentar un eventual ataque con armas atómicas, biológicas o químicas.
La oposición de izquierda criticó las nuevas medidas de protección civil y acusó al gobierno (una coalición entre conservadores y socialdemócratas) de generar pánico entre la gente.
Pero los impulsores de las recomendaciones aludieron a una nueva situación geopolítica y a los posibles escenarios de catástrofe que cambiaron fundamentalmente en las últimas dos décadas. “La población civil y las instituciones públicas enfrentan nuevos peligros,también por la amenaza terrorista”, declaró el diputado socialdemócrata Burkhard Lischka.
El propio informe del ministerio del Interior habla de una estrategia de largo plazo. “No es un análisis que hayamos hecho hace tres días. Se trata más que nada de reescribir un concepto que se había actualizado por última vez en 1995”, aclaró el vocero del ministerio del Interior, Johannes Dimroth.
También explicó que redactar el documento de 69 páginas con las recomendaciones de defensa civil llevó años de consultas y que su publicación no tiene nada que ver con la coyuntura. Alemania vivió en los pasados meses dos ataques islamistas y un tiroteo protagonizado por un adolescente en Múnich que causaron pánico y esparcieron la sensación de inseguridad entre la población.
El gabinete alemán prevé además aumentar la capacidad tecnológica y personal de las instituciones de defensa civil y mejorar la comunicación entre municipios, regiones y estado federal, según informa el diario Frankfurter Allgemeine. Mientras renueva sus directivas de defensa civil, Berlín está adecuando al mismo tiempo su estrategia defensiva y reescribiendo su estrategia militar ante el nuevo papel de Rusia y la amenaza terrorista.
En Alemania, los hábitos de consumo distan mucho de los americanos: no hay ni supermercados gigantes, changuitos rebozantes ni heladeras de gran tamaño. Aunque los viernes y sábado se va al súper para toda la semana, las cantidades suelen ser chicas y la compra se refuerza cotidianamente en los numerosos comercios de barrio.