La tecnología está avanzando a la velocidad de la luz en el mundo entero y los flujos de los recursos están siendo cada vez más digitales por su sencillez, bajo costo y seguridad, e incluso quienes lo impulsan dicen que no hay otro camino.
La Argentina ha comenzado a caminar este sendero hace una década, pero los mayores avances se observan desde la llegada de Cambiemos al Banco Central, dado que se le imprimió una importancia mayor desde la regulación.
Alejo Macaya, gerente de regulación financiera del Banco Central, explica cómo viene la inclusión financiera en el país; detalla los avances en materia de acceso, uso y calidad de los servicios financieros; y da precisiones sobre la avanzada de los bancos 100% digitales y de las Fintech.
-¿Por qué impulsan la inclusión financiera?
Disponer de servicios financieros facilita la vida de las personas, permitiéndoles ahorrar tiempo y costos para realizar pagos y transferencias. Además reduce los riesgos asociados al uso de efectivo, permite acceder a instrumentos de ahorro y, en la medida que se construya un historial de transacciones con el sistema financiero, favorece el acceso al crédito.
-¿Cuáles fueron los avances en materia de accesos?
En los últimos tres años se observó un crecimiento de 21%, lo que significa alrededor de 5.000 nuevos puntos. Esto se explica principalmente por el crecimiento de los cajeros automáticos: se instalaron unos 3.600. Además, se sumaron unas 1.300 terminales de autoservicio. La diferencia que queda, alrededor de 100, se explica por el aumento del número de sucursales bancarias. A diciembre del año pasado los puntos de acceso totalizaban cerca de 29.000, es decir 8,6 puntos de acceso cada 10.000 adultos.
También se comenzaron a ver cajeros no operados por bancos…
Luego del cambio de la regulación del Banco Central, que permitió la instalación de cajeros automáticos no operados por bancos, comenzó a observarse un aumento paulatino de estas unidades. Por ejemplo aquellos instalados en estaciones de servicios, facilitando a los comercios el reciclado del efectivo. En setiembre pasado eran unos 210 dispositivos.
-¿Sigue la expansión de los puntos de acceso a efectivo en comercios?
En 2018 se observó un gran dinamismo de los puntos de extracción de efectivo no bancarios (cash back), sumándose más de 7.000 locales comerciales (la posibilidad de retirar efectivo en una estación de servicio o en la línea de cajas de un supermercado).
Esto además permite a los comercios una administración más eficiente de sus excesos de efectivo y a las personas reducir los costos asociados a la provisión de este.
-En cuanto al uso: ¿A mayor inclusión es mayor la demanda de financiación?
-El solo hecho de disponer de una cuenta bancaria no implica que se haga uso, por ejemplo, de las transferencias o del pago a través de una tarjeta de débito, aun cuando estos servicios son sin costo. El porcentaje de la población adulta que posee financiaciones en el sistema financiero es otro de los indicadores que se toma para evaluar la dimensión de uso.
En los últimos tres años, la proporción de la población adulta que accedió al menos a un financiamiento se expandió en 4 puntos porcentuales, alcanzando a 51% de la población adulta. Esto implica que casi 17 millones de argentinos adultos tenían al menos un financiamiento en el sistema financiero formal y 1,7 millones más de personas fueron incorporadas, accediendo recurrentemente al uso de tarjetas de crédito, préstamos personales, prendarios o hipotecarios, entre otros.
-¿Y qué pasa con los pagos electrónicos en la población adulta?
Durante 2018 continuó expandiéndose el uso de medios de pagos electrónicos, tanto en cantidad promedio de operaciones por adulto, como en el monto promedio medido en términos reales. La cantidad y el monto de pagos con tarjetas de crédito y débito y transferencias electrónicas que realizan los argentinos, muestra un crecimiento sostenido en los últimos años. Partiendo de transacciones promedio relativamente bajas, las transferencias electrónicas son las que experimentan un mayor crecimiento y muestran potencial para continuar desarrollándose.
-¿Las billeteras electrónicas están dando resultados?
Observamos un crecimiento importante de las billeteras electrónicas, que ofrecen pago de servicios, retiro de efectivo por cajeros automáticos (tanto en el interior del país, como en el exterior) o en puntos de cobranza extra bancaria, transferencias, la posibilidad de realizar pagos o cobrar utilizando códigos de respuesta rápida (QR, un sistema que reduce la fricción del uso de tarjetas plásticas usuales), y hasta la posibilidad de invertir los fondos.
-¿Son las Fintech una alternativa de financiación?
Los servicios prestados por las FinTech no se limitan a los pagos, las mismas están incursionando diversas líneas de negocio, dentro de las cuales se destaca la de financiamiento alternativo. Dentro de este segmento se pueden identificar dos grupos, diferenciados por su fuente de fondeo: Fintech que utilizan capital propio para otorgar financiamiento de consumo o capital de trabajo; y Fintech que ofrecen plataformas para interconectar a personas que están buscando financiamiento con otras que desean invertir sus ahorros (crowdlending). En ambos casos, la gestión de los préstamos se realiza a través de aplicaciones móviles o sitios webs.
-¿Aumentó la cantidad de Fintech en estos tres años?
En Argentina, las Fintech son pequeñas en términos de tamaño de operaciones con relación al sistema financiero, pero el ecosistema viene aumentando año tras año, pasando de alrededor de 97 firmas en diciembre de 2015 a 166 en setiembre de 2018.