Solo se tomó 20 días de vacaciones. Después de culminar un año con una extensa gira por el país con el tour Juntos para Siempre, partió a Los Ángeles, la otra ciudad con la que reparte su tiempo y carrera, para descansar en familia.
Recién de vuelta a la Argentina, Alejandro Lerner ya toma las rutas argentinas para enchufar sus canciones en distintos festivales. Y esta noche regresa a Mendoza, para brindar un concierto en la Fiesta de la Vendimia de Ciudad, en Junín.
-¿Disfrutás del tiempo de ocio?
-El ocio lo disfruto en familia, mis hijos, pasear, andar en bicicleta. Aprovechamos para ponernos al día con alguna serie. Me gusta el ocio, pero tampoco demasiado tiempo. Me encanta conocer lugares nuevos y tener la posibilidad de salir con mis hijos, que se conozcan, compartir. Ahora tengo una gira por Europa e Israel y ellos me van a acompañar a Europa. Sobre todo vivir la experiencia de conocer otros paisajes, conocer otros idiomas. De saber que el mundo es una realidad grande, con muchas opciones y está bueno que un chico las conozca y sienta que están a su alcance, que no es algo inaccesible.
-En tu casa se respira música todo el tiempo, ¿alguno de tus hijos se identifica con la música?
-Luna tiene 10 años y Tomás cumple 5 años la semana que viene. Pero a Luna le gusta mucho bailar, dibujar. A mí siempre me gustó dibujar, pero ella es muy buena. Y también canta. Toca mi piano y lo zamarrea un poco, pero no es algo marcado.
-¿Cómo vivís la experiencia de cantar en Israel, una cultura muy diferente?
-Es la tercera gira por Israel, pero hay muchos Latinoamericano y argentinos, mucha gente que se fue y que tiene sus extrañamientos. Y de pronto cuando los artistas vamos es su momento de reencuentro con las canciones históricas. En general es un público internacional.
Entre conciertos y viajes, Alejandro Lerner tiene programado un concierto importante para su carrera. Se trata de Mis Clásicos Sinfónicos, un show donde interpretará grandes canciones de su repertorio junto con una orquesta. Todo un desafío porque será la primera vez que pise el teatro Colón con un proyecto propio.
Además, para mediados de este año, lanzará algunas nuevas canciones que formarán parte de su nuevo disco. Aunque no quiso dar detalles, seguramente se desprenderá algún hit de los que acostumbra a componer y romper el tablero de la música popular.
-Estás preparando Mis Clásicos Sinfónicos, ¿por qué surgió ese concierto?
-Es la despedida por unos meses de Argentina, porque después tengo esa gira y luego Estados Unidos y recién vuelvo en septiembre. Para mí es un punto importantísimo en mi carrera tener un teatro Colón para mí solo. Es gran parte de mi repertorio acompañado por una orquesta. Ahora estamos trabajando en eso y tendremos todo listo para el 7 de febrero.
-¿Cuál es tu mayor temor?
-Siempre la preocupación para un jefe es que haya trabajo para todos. Porque la creatividad va y viene, y depende dónde ponés la atención. Yo soy un tipo muy entusiasmado, me gusta estudiar, investigar, la paso bien en la vida, tengo grandes momentos de felicidad. Pero nuestro país es tan inconstante y el camino de un artista tiene sus subidas y bajadas. En mi caso estoy más cerca de cumplir 40 años con la música. Y la preocupación también es la salud y soy un niño todavía. Hago gimnasia, corro, puedo jugar con mis hijos, con mi esposa también, por lo menos no se queja por ahora (ríe). Pero siempre la preocupación es el trabajo.
-Justamente en estos días deportistas y personalidades dicen que es difícil y riesgoso invertir en la Argentina, ¿a vos te pasó algo similar?
-Lo más importante que invertimos como artistas es nuestro tiempo. Y yo he estado mucho tiempo en la Argentina, mucho tiempo de mi vida, esperanzas puestas acá más allá de los gobiernos. Porque no podemos depender de los gobiernos, lamentablemente somos demasiados espectadores. Nuestro trabajo, nuestras ilusiones y proyectos deberían ir por su propio camino. Pero tenemos una idiosincrasia muy inconstante, con muchos altibajos. Cuando vivís afuera te das cuenta que hay cosas normales que para nosotros son anormales. Que no haya inflación, que la plata valga lo mismo, que puedas prever los gastos. Y aparte hay países que tienen industrias como la música, muy vivas y genera mucho trabajo. La Argentina tiene sus idas y venidas, como siempre.
-¿Alguna vez te ofrecieron un cargo o sumarte a un espacio político?
-Sí, pero nunca me interesó involucrarme en política. Porque la política es un lenguaje que implica muchas contradicciones morales, a las que no estoy acostumbrado ni quiero acostumbrarme. Yo prefiero ser ciudadano, artista y padre de familia.
Creador de innumerables canciones y querido por sus pares, Alejandro Lerner tiene una estrecha relación con grandes músicos argentinos e internacionales. La última versión de "Juntos para Siempre" con Andrés Calamaro cerró un capítulo de una amistad que mantienen hace décadas y que nunca compartieron un proyecto musical.
Reconocido por Carlos Santana o Armando Manzanero, Lerner conoce a cientos de figuras, pero su anhelo mayor aún permanece como un sueño.
Es pública su admiración por el ex Beatles Paul Mc Cartney y aunque trabajó con personas cercanas al música, aún no tiene la oportunidad de conocerlo. Uno de los pocos sueños que aún no puede cumplir.
-¿No tuviste la oportunidad de conocerlo?
-No, todavía no. Lo tuve cerca, pero no le pude dar un abrazo. Le pude dar un abrazo y trabajar con el ingeniero de Los Beatles, con el productor de los Beatles George Martin tengo una foto maravillosa. Pero con Paul no tuve esa suerte.
-¿Pero no lo pediste?
-Nadie me ayudó. Se lo pedí a Dios, arriba y abajo, por todos lados. Pero evidentemente él pone ciertas reglas que son inamovibles y eso dificulta la posibilidad.
Ficha
Alejandro Lerner en la fiesta de la vendimia de ciudad de Junin
Día y hora: Hoy, a partir de las 21.
Lugar: Avenida Mitre y Fray Luis Beltrán, Junín.
Entrada: Un envase plástico para reciclar.
