En medio de un nuevo programa de Animales Sueltos, con la actualidad política de la Argentina, la preocupación por la economía y la información de todo lo que se viene, Alejandro Fantino se tomó una licencia para contar una experiencia propia vivida en el cine, y a la que vinculó directamente conla la angustia que está viviendo la población en estos momentos de crisis.
"El viernes fui al cine a ver La Odisea de los Giles sin saber mucho de qué iba la película, que trata del 2001 y de la guita que nos quedó a la mayoría en el corralito. En la sala habría un 50 por ciento de gente mayor de 50 años, y el resto más pendejos", comenzó el relato del conductor de América, y agregó: "En un momento dado de la película, yo tengo 47, al lado mío había un muchacho de unos 50 años con la mujer... que se larga a llorar de una manera... Y yo me largué a llorar también, porque entre que me golpeaba la película con imágenes del corralito, y el tipo lloraba... Y de repente empieza a llorar otro de barba que estaba atrás".
"Me pone mal lo que estoy contando porque me dije: '¡Qué angustia, loco!' Porque nos estaba haciendo llorar la película, pero tampoco era guau. Llorábamos por la angustia, porque nos remueve toda la incertidumbre. Los de más de 50 llorábamos todos por la incertidumbre que genera este país", expresó Fantino conmovido.
En el mismo sentido, Romina Manguel expresó: "Sebastián Borensztein, director de la película, contaba que pasaba esto, que la gente llora, putea en el cine y que se da como una rara interacción con la pantalla. La gente recuerda y se indigna".
El en filme que protagonizan Ricardo Darín y Luis Brandoni se muesta cuando un grupo de vecinos descubre que perdieron todos los ahorros que tenían debido a una estafa realizada por un abogado y el gerente de un banco, se organizan y arman un plan para recuperar lo que les pertenece.