Alejandro Durán, perseguidor implacable

El ciclista del CEC, escoltado por su compañero Franco Vecchi, entró en el historial del Gran Premio Aserradero Bucci.

Alejandro Durán, perseguidor implacable

Ayer, con la séptima edición del Gran Premio Aserradero Bucci, se cumplió con la octava fecha del campeonato mendocino de ruta. El recorrido de 125 kilómetros entre Luján y Tupungato, que también despidió el 2015, quedó en poder de Alejandro Durán del equipo Centro de Empleados de Comercio.

El actual monarca argentino de contrarreloj individual cruzó la meta con un tiempo de 2h59’40”. El “Tordito” Durán, que saltó desde el pelotón mayoritario en el ascenso a Los Cerrillos, logró conectar a los escapados y emprender un ataque definitivo cuando el reducido tren de fugados transitaba por el corredor productivo.

El podio lo completaron sus compañeros de filas, Franco Vecchi y Rodrigo Durán. Demostrando que el trabajo de equipo, además de armar el pleno en el podio, le permitió acrecentar sus chances numéricas de pelear por el título en la definición del torneo durante la Vuelta del Este.

El último ganador de este tradicional giro, más antiguo aún que la misma Vuelta de Mendoza, lo enfrentará con José Luis Rivera (Municipalidad de Guaymallén) que lidera la general del con 29 unidades, sobre las 15 con las que cuanta Durán.

En la ruta, buscando acortar diferencias con el tren de fuga Miguel Nebot (sin equipo), Marcelo Cádiz, Matías Salazar, Diego Hidalgo (Municipalidad de San Martín) y Germán Muñoz (CEC) alimentaron las esperanzas de capturar a los líderes, pero el intento finalmente fracaso.

Alejandro Durán: "Fue para demostrar la confianza del equipo"

“La carrera por suerte salió como la habíamos planeado, mis compañeros comenzaron a atacar para provocar un corte e imponerle el ritmo a los candidatos.  Yo por suerte pude librarme de las marcas y darles alcance; entrar levantando los brazos de Vecchi fue una forma de demostrar la confianza del equipo”.

Sortearon un bosque en la ruta

Cuando el pelotón viajaba al centro de Ugarteche para tomar el camino de La Picada se encontró con un zigzag obligatorio. Producto de la tormenta de la noche anterior, sobre la ruta diversas ramas y también algunos árboles caídos fueron un inesperado obstáculo. Por curvas y contra curvas aleatorias, los ciclistas lograron abandonar la zona de precaución.

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