Alejandro Diumenjo es la persona de confianza del gobernador Rodolfo Suárez, en la Legislatura. Esta semana volverán los legisladores del receso de dos semanas y el oficialismo tiene la difícil tarea de convencer al PJ sobre las posibilidades y ventajas de tener acceso a un endeudamiento de U$S 300 millones para obra pública.
El Jefe de bloque del Senado se muestra optimista de la relación tanto local como nacional con el Frente de Todos.
También afirma que la fallida reforma de la 7.722 quedó atrás y que es momento de convocar a todos los sectores de la sociedad mendocina para desarrollar y potenciar la matriz productiva.
-¿Cómo evalúa la situación actual en la provincia?
-La provincia no puede salir del contexto nacional de la crisis económica, más allá del orden que dejó (Alfredo) Cornejo en las cuentas. Por eso queremos tratar el Presupuesto 2020 y por eso apelamos a que la oposición nos dé el tratamiento.
El pedido del Gobernador de endeudamiento es importante por varios motivos, porque son obras elementales para infraestructura, pero sobre todo porque generan empleo.
Dado el estancamiento del país, si no logramos esto habrá muy poco empleo en la provincia, ya que las grandes obras públicas terminan este año y si no iniciamos nuevas, el empleo en Mendoza y su generación se verá perjudicado.
-¿Creen que el peronismo accederá?
-Trato de mirar el lado positivo, no me gusta meterme en la vida interna de otro partido, pero apelamos a una oposición responsable y seria. Me parece que en esto el peronismo, dado los argumentos de estas obras, y teniendo en cuenta que la deuda es a plazos largos y tasas bajas, va a terminar acompañándonos.
Es necesario que se entienda bien que no se pide para el Gobierno, sino para la provincia. Son obras que servirán para mejorar la calidad de vida de los mendocinos. En esto, Rodolfo es un gobernador de dialogo y consenso, y hay que entender la situación de los municipios también ya que ellos se verán beneficiados.
-¿Tienen previstos otros proyectos en carpeta?
-El Gobierno esta trabajando en una serie de temas, pero corresponde al Ejecutivo transmitirlo y nuestra obligación es dar las herramientas necesarias para que el gobierno pueda desarrollar su tarea.
-¿Qué proyectos serán?
-Si hay algo que desvela al gobernador es cómo logramos que Mendoza más allá del difícil contexto nacional, tenga su propia impronta, su propio perfil productivo, la capacidad de generar valor agregado a sus productos. Las iniciativas van por ahí, por mejorar la producción y modernización del Estado; pero por ahora estamos concentrados en la coyuntura, que es el tratamiento del Presupuesto.
-Fuera de lo legislativo, ¿cómo ve la gestión de Rodolfo Suárez?
-No podemos obviar lo que pasó con la ley 7.722, creo que son aprendizajes. Se pensó una cosa y la realidad indicó que una gran parte de la sociedad pensaba en otra, por eso se derogó. Eso fue bien tomado y se mostró en las encuestas, que se aprobaron estas decisiones. Si bien empezamos con ese proceso difícil, se ve bien claro el rumbo de donde va la provincia, con el desarrollo de la economía pero también con el fomento de una buena relación con la Nación.
-¿La derogación de la 7.722 fue un golpe?
-Fueron momentos complejos por el clima social. Siempre primó la paz social de la provincia y ese fue el espíritu de los legisladores, al menos los del oficialismo. Pudimos salir rápido de esa difícil situación con firmeza, serenidad y diálogo con los jefes comunales.
-¿Cuál es el eje de gestión ahora en el gobierno?
-Debemos ponernos seriamente a repensar a la Mendoza del futuro. Es un desafío colectivo de todos los que tenemos responsabilidades, tanto el gobierno, la oposición, las organizaciones empresariales y también sociales. Qué hacemos con Mendoza, y hacia dónde queremos ir.
Mendoza lleva la delantera respecto a otras provincias, como lo es en el sector de la economía del conocimiento, tecnologías, software. Debemos lograr mayor valor agregado a los productos y tener obsesión de buscar nuevos mercados porque lo que tenemos no alcanza.