Alejandro Bermejo es, ante todo, prudente. Algunas de sus frases suenan duras, especialmente hacia adentro del peronismo, pero difícilmente le va a poner nombre a esa crítica. Sí va a rescatar una y otra vez la relación con el gobierno radical de Alfredo Cornejo.
Arriesga que es tiempo de limitar las reelecciones de intendentes y legisladores y dar la posibilidad de un segundo mandato al Gobernador, con quien admite tener mejor relación que con el ex gobernador Pérez (PJ).
-Se dice que los intendentes peronistas tienen una buena relación con el Gobierno por necesidad. ¿Cuáles son esas necesidades?
-Hoy Maipú tiene las cuentas saneadas y no tiene ningún nivel de dependencia del gobierno nacional ni provincial. Podemos subsistir. Pero hay obras muy importantes que no las puede gestionar el municipio solo. Ahora, también hay cosas en la que estoy de acuerdo con el Alfredo.
-¿Se llevan mejor con Cornejo que con Pérez?
-Son distintos momentos, distintas maneras de visualizar la política. Cornejo viene de ser intendente y entiende claramente cuál es nuestro rol. Yo tengo una muy buena relación con él y hemos apoyado desde antes de que asumiera leyes de financiamiento, el Presupuesto y lo que ha ido necesitando para llegar a una provincia más equilibrada, que calma los ánimos sociales. ¿Por qué no acompañar esto?
-Algunos creen que deberían ser una oposición más dura.
-Ser oposición no significa decir que no a todo, no es creativo. Tampoco estoy de acuerdo con los que desean que le vaya mal al gobierno nacional o provincial para ser alternativa. No estoy de acuerdo porque achatamos las posibilidades. Tenemos que ser alternativa a partir de un equilibrio, una armonía, de que la gente esté bien. Desde ahí se discuten las mejores propuestas.
-El ex gobernador Pérez ¿es un capítulo que quieren olvidar?
-Yo no diría olvidar, porque de lo bueno y de los errores que se han cometido uno debe aprender algo. Lo bueno tratar de sostenerlo y los errores, no volver a cometerlos.
-Entonces Pérez puede ser el ejemplo de lo que no debe volver a hacer el peronismo, como poner un candidato sin trayectoria.
-Es difícil la administración pública cuando no se la conoce desde lo más básico.
-¿Y hoy cómo ve al PJ?
-Debemos reordenarnos y reestructurar todo. El peronismo tiene un nivel de debilidad terrible, un estado anémico tremendo.
-La mayor carencia parece ser el liderazgo, están huérfanos.
-Son procesos. Al radicalismo le pasó lo mismo después de la derrota de Biffi en la provincia, que era impensada. Y se fue reordenando, pero no de inmediato. Hay que propiciar cambios generacionales en el partido y eso es lo que yo discuto cuando se habla de acuerdos y consensos. ¿Entre quiénes? Si va a ser entre los mismos de siempre, vamos tapando posibilidades de nuevos cuadros que deben empezar a aparecer.
-Da la impresión de que siempre el PJ termina juntándose y acordando candidaturas sin una visión provincial.
-Si nos quedamos en el acuerdo de cúpulas, es muy chiquito, muy débil y no estoy de acuerdo. Pero si sirve para empezar a aplacar los ánimos y visualizar objetivos a mediano y largo plazo, ojalá pueda ser así. Lo veo difícil.
-¿Extrañan mucho a Mazzón?
-Seguro. Lo conocía desde hace más de 30 años. Surgimos con él y teníamos una relación que iba más allá de la política. Lo que me critico y critico hacia adentro es que debemos dejar de añorarlo porque, si no, vamos a vivir de las añoranzas y tenemos que tener la capacidad de crecer y desarrollarnos para ser una opción para el electorado. En las condiciones que hoy estamos, no vamos a ser.
-Se anota entre los que podrían liderar el peronismo mendocino. Hay varios que ya lo insinúan: Félix, su hermano Adolfo, Patricia Fadel.
-No por el momento. Me encantaría pero en un proceso de interna. En un marco de acuerdo general no tendría ninguna intención, porque creo que no es lo más saludable para el peronismo hoy.
"El menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo son personalismos en las gestiones de gobierno que así como empiezan también terminan."
-¿Y una candidatura fuera de Maipú?
-Lo veremos más adelante, más llegando fin de año o principios del año que viene, porque es cierto que uno va cumpliendo ciclos.
-¿Estaría de acuerdo entonces con limitar la reelección de los intendentes?
-Estoy muy de acuerdo con limitar la reelección de los intendentes. Como también hay que discutir que un período solo para un gobierno provincial es poco. Como también hay que limitar las reelecciones de senadores, diputados y concejales. Pero debemos discutir una reforma integral de una Constitución centenaria para adaptarla a las circunstancias actuales.
-¿El límite sería una reelección para todos?
-Sí, creo que ocho años está bien. Yo voy a llevar, si termino este mandato, casi diez años, teniendo en cuenta el tiempo que estuve como interino. Y casi con seguridad que después de esto me estaría yendo.
-¿A dónde?
-No sé, la verdad que no sé. Pero creo que es bueno para la organización porque surgen nuevos cuadros, dirigentes, más jóvenes.
-¿La reelección del gobernador debería incluir a Cornejo?
-Yo estoy de acuerdo porque cuando te va mal, la gente no te vota por más que tengas la posibilidad de reelección. Si hacés macanas, la decisión del voto popular te limita. Y nos pasó: con reelección indefinida, de doce departamentos pasamos a tener cinco.
-¿Es de los que creen que el PJ debe salirse ya del Frente para la Victoria?
-Es un título. Yo soy peronista, justicialista, toda la vida milité allí. Estos rótulos que se fueron imponiendo, como el menemismo, el duhaldismo y el kirchnerismo, son personalismos en las gestiones de gobierno que así como empiezan también terminan. Lo que nunca terminó es lo que nos dejó la gestión de Perón en los '40. Eso va a seguir teniendo vigencia. Lo demás, va y viene.
-¿Y a Cristina la ve volviendo al poder?
-En la etapa que viene para el peronismo, no la veo con posibilidades de alinear detrás suyo a nuestros gobernadores, que son la mayoría en el país. Hoy creo que hay referentes de otra generación, como Massa o Urtubey, que seguramente van a ser la opción electoral para 2019 y detrás de ellos va a confluir seguramente la mayoría del justicialismo.
La competencia con Adolfo
Adolfo es el mayor de los hermanos y el que, a nivel público, le fue abriendo camino al apellido Bermejo. Hoy se lo menciona como uno de los que aspira a ser presidente del PJ y candidato a diputado nacional en 2017. Dos cargos para los que también suena Alejandro.
El más chico no deja dudas: "Nos llevamos bien".
-¿No hay competencia ahora?
-Nooo. Nos hemos ido acompañando siempre y a esta altura de la vida jamás lo haríamos. Lo charlamos, discutimos, con más vehemencia o con menos, pero no competiríamos, no haríamos una carrera electoral entre nosotros ni locos. Vamos a ir acordando.
Los objetivos municipales
Maipú es el único departamento mendocino gobernado ininterrumpidamente por el peronismo desde 1983 y para Alejandro Bermejo “no es casualidad”.
“Estuvieron Bordín, el Chiqui García, el Adolfo y ahora me toca a mí. Hemos tenido algunos hilos conductores en varios temas de gestión”, fundamenta.
Define a Maipú como un municipio complejo: “Es la segunda empresa de agua y saneamiento de la provincia después de Aysam. Y no tiene ningún servicio tercerizado. Tenemos un parque automotor de 300 móviles”.
-Se dijo que Maipú tenía problemas porque estaba sobredimensionada la planta de personal.
-Nooo. Hoy tenemos 1.800 en planta permanente. Seguramente es uno de los que menos empleados tiene.
Bermejo resalta que el municipio certifica 20 procesos con normas de calidad y tiene un plan de metas controlado por la organización civil Nuestra Mendoza: "Ahora se está por habilitar una página web para que los vecinos vean cuáles son las metas que nos hemos propuesto para el año que viene y vean si las cumplimos o no".
Entre sus “grandes objetivos” está la obra de saneamiento cloacal para el Este de Maipú, que ya empezó a gestionar en el Ministerio del Interior.
Vida y obra
Alejandro Bermejo (53) arrancó la militancia en el peronismo en 1982, cuando estaba terminando la secundaria. Llegó a tercer año de Ciencias Políticas y allí conoció a Alfredo Cornejo.
Tiene tres hijos y una nieta de diez meses por la que dice estar “ baboso, baboso”. Es hincha a rabiar de Gutiérrez y Boca.
Fue secretario privado de Hugo Bordín y de Francisco "Chiqui" García, además de armador político. Durante los 12 años que su hermano fue intendente, él lo acompañó como secretario de Gobierno. Desde 2010 es intendente de Maipú.
