Alejandro Bermejo mueve sus manos al ritmo de sus palabras y evita la confrontación. Dice, siempre, que el diálogo es la solución y se entusiasma con la unidad peronista, que cree se potenciará si logra sumar a José Luis Ramón para enfrentar la alianza oficialista de radicales y macristas.
-La semana pasada se lanzó como precandidato a gobernador. Fue una decisión inesperada...
-Inesperada o esperada depende de donde se la mire. Los tiempos dependían de mi, pero había cuestiones personales que tenía que resolver. Y estaba dentro de los tiempos. Haber tomado la decisión de no ir a la reelección como intendente en septiembre del año pasado y la reelección de los otros intendentes me fue llevando por este camino y lo vi como una opción que fuimos charlando, madurando.
-Pero sorprendió hasta a los más cercanos ese día...
-En Tunuyán me pareció el momento oportuno de comunicarlo porque no tenía la necesidad de estar en un evento con bombos y platillos para ponerme a trabajar. Ese va a ser un poco el estilo de la campaña también: austera y basada en las convicciones y en la autenticidad. Hay mucho tiempo todavía, faltan seis meses para las generales, así que hay bastante tiempo para estudiar, aprender y escuchar.
-A las PASO las da como superadas.
-La verdad que no (risas). Fue un acto fallido. Es porque estoy convencido que podemos lograr la unidad. Pero en el marco de la unidad puede haber alguien que quiera competir. Estoy convencido, contento, entusiasmado, ansioso. Quiero aprender de todo, asesorarme. El Rolo Gabrielli y Anabel Fernández Sagasti tienen sus equipo trabajando, y nosotros también.
-Ese baile de a tres es más difícil. ¿Quién apoya a Gabrielli? En el caso suyo y de Fernández Sagasti está claro.
-No es mala opción, es un ex gobernador con buenas intenciones, ha charlado y ha ofrecido su equipo técnico. Nosotros no sabemos cuál va a ser su decisión final, pero bueno es importante que haya pluralidad al momento de sentarnos a negociar la unidad.
-A usted no se lo ha escuchado opinar mucho sobre temas provinciales.
-Soy prudente. Estamos trabajando, aprendiendo y estudiando. Estamos en la etapa de diagnóstico. Primero uno tiene que saber para discutir y después proponer una respuesta para los mendocinos. No me quiero apresurar. Uno no puede salir a vociferar propuestas que después no puede cumplir.
-Recién habló de austeridad, una palabra muy usada por Alfredo Cornejo.
-En esa línea somos parecidos. En Maipú hemos tenido ejercicios con superávit en forma permanente y creo que esta lógica de no gastar más de lo que ingresa es la base de la administración.Lo que hacemos acá, lo haré donde me toque administrar.
-Anabel Fernández Sagasti lo invitó a fin de año a caminar juntos y después armar la fórmula.
-Yo soy muy respetuoso de Anabel porque es mujer, es joven, tiene ganas y un espíritu combativo. No veo lejos la posibilidad de unidad porque nos llevamos muy bien. No soy de los que vive confrontando, peleando y separando. Soy de los que intenta confluir en función de las coincidencias. Esperemos que lleguemos a un buen puerto, si no,
están las PASO para dirimir.
-En la campaña va a tener que cargar con la mochila de las gestiones de Pérez y Jaque. El oficialismo le va a pegar por ahí. ¿Eso pesa?
-No, porque de los errores hay que hacerse cargo, debemos aprender. Tuvieron un estilo de gestiones distinta a la mía. La mía es más abierta y participativa, se basa en la austeridad, el orden, el control y la transparencia. Estamos trabajando en los ejes primarios: educación, seguridad, salud y administración de justicia. Hay que pensar en la Mendoza del futuro que hoy está complicada y acotada por la matriz productiva.
-A veces las propuestas coinciden pero después en la Legislatura terminan peleándose.
-Hay intereses mezquinos y depende también de la actitud con la que se presentan las propuestas: trabajo con las mayorías que tengo o busco acuerdos y consensos. Soy de buscar coincidencias y corregir errores. Me veo como gobernador convocando, del ámbito productivo, económico y de algún otro partido político a los hombres y mujeres que sean los mejores para desempeñar una función. Hay que ser más abierto y no pensar solamente en los amigos, parientes y en el partido.
-¿Cree que el enojo de la sociedad con el peronismo se sanó en estos tres años por los errores de Macri y Cornejo?
-Yo creo que la gente está mal y va más allá del peronismo o de las gestiones anteriores. Todos están buscando culpables y yo creo que nos debemos un debate más amplio para resolver los problemas estructurales. Si alguien de la oposición festeja los índices de pobreza para hacer campaña, es pésimo. Tenemos que empezar a resolverle el problema a la gente.
-¿Va a aliarse con José Luis Ramón, de Protectora?
-Nos hemos juntado dos o tres veces de manera informal con Ramón. Estamos charlado, intentando conformar un frente más allá del peronismo. Es gente importante que ha aparecido con la bandera de la defensa de los derechos de los consumidores y ha hecho una buena tarea.
-Se presentó un proyecto en la Legislatura para derogar el ítem Aula. ¿Usted apoya?
-Es un tema candente que generó muchas discusiones. Nosotros estamos trabajando con un grupo de docentes y directores para revisarlo. Por ahí hay que flexibilizarlo y hay que discutir con los actores dentro.
-El ítem aula fue resistido por los docentes, pero hay un sector de la sociedad que lo apoya
-Yo no tengo la responsabilidad de resolverlo ahora. Ahora, estamos estudiando todos los temas y ver cómo se pueden resolver en el conjunto y que sea saludable para todos: el Estado, los alumnos, padres, trabajadores.
-¿Que otro temas han empezado a revisar?
-Estamos haciendo el diagnóstico. Creo que Mendoza necesita una entidad financiera mucho más potente que el Fondo para la Transformación para empezar un proceso de industrialización de la ruralidad. También, estamos trabajando la reforma de la Constitución, pero dejando en claro que la reelección del gobernador es recién para el que asuma en 2023 y que así se pueda debatir sin especulación.
-Mencionó la administración de justicia en la que Cornejo ha puesto mucho énfasis
-El ha elevado más de 40 reformas, la ha dinamizado, es bueno. Hay que sostener las cosas que están bien hechas porque desarmar todo lo que había no sirve.
-¿Cómo se ve frente al candidato del oficialismo? El gobierno de Cornejo tiene buena aceptación.
-Esos son los desafíos y lo tomo como una gran oportunidad. Suárez y De Marchi son dos buenos candidatos, colegas comprometidos y parte de un espacio que está bien considerado.
-¿A quién preferiría enfrentar en la general, a Suárez o a De Marchi?
-Eso es meterme con la interna de ellos. Que eso lo definan los mendocinos.
-¿Y a nivel nacional, a quién prefiere como candidato del peronismo?
-A mi gusta Sergio Uñac. Es joven, representa muy bien los intereses de su provincia y tiene una visión estratégica. Hay que empezar a instalarlo.
-Uñac está en Alternativa Federal, se posiciona como vice de Lavagna.
-No sé si está en Alternativa Federal. Hoy Lavagna y Cristina no se han lanzado como candidatos. Sólo están Urtubey y Massa. Y el problema de los mendocinos no puede estar atado a la suerte de un dirigente nacional.
-Es bueno para el PJ el desdoblamiento, los aísla de lo nacional.
-Sí, yo creo que la decisión de desdoblar del Gobernador para despegarse de lo nacional también ha favorecido al peronismo en estas circunstancias.
-Es más fácil unirse en la provincia.
-Sí, nos deja al margen de la discusión nacional.
-Al peronismo le ha costado renovarse. Los cuatro intendentes pelearon para presentarse. ¿El esquema de poder territorial no le ha puesto un techo al partido y hay un pedido de recambio?
-Yo lo entendí así. Por eso fue la decisión. Yo me podría haber vuelto a presentar y creo que nos podría haber ido bien. Pero interpreté que hay ciclos que se cumplen -hablo en lo personal- en los administrativo, en la organización y en lo político. O te corrés o das un paso hacia adelante y buscás nuevos desafíos. Es saludable en función de no quedarse y eternizarse.
-¿Y el PJ necesita dar ese paso en toda la provincia?
-Creo que al PJ le hace falta esto. Por eso la aparición de Anabel jugando como precandidata es buena, es parte de la renovación, es saludable y es lo que se viene en el PJ sin lugar a dudas.
Perfil
Alejandro Bermejo
Cumplió 56 años el 18 de febrero, está casado con Cecilia Fernández y tiene tres hijos (Careli, Sofía y Lautaro) y una nieta (Isabella).
Carrera
Empezó a trabajar en la Municipalidad de Maipú con Hugo Bordín, fue secretario privado de Chiqui García y secretario de Gobierno de su hermano, Adolfo. Tuvo un breve paso por el Ministerio de Seguridad en la gestión Jaque. Desde 2010 es intendente.