Alejandro Abraham: "No sé si la UCR llega a la próxima elección unida”

El presidente del PJ mendocino quiere ser candidato a diputado nacional en 2013 y ya tiene una plataforma. Tildó de “virulenta” a la oposición radical y elogió la visión y la capacidad de trabajo de Pérez.

Alejandro Abraham: "No sé si la UCR llega a la próxima elección unida”
Alejandro Abraham: "No sé si la UCR llega a la próxima elección unida”

Alejandro Abraham, intendente de Guaymallén y presidente del Partido Justicialista en Mendoza, es un político tranquilo que, sin decirlo, se considera exitoso, al punto tal que ya hilvana su plataforma como candidato a liderar la lista del Frente Para la Victoria en las próximas elecciones. Sabe que internamente no le será fácil lograr esa posición, pero también entiende que por su rol tiene amplias posibilidades y lo quiere hace valer.

-¿2012 resultó como lo esperaba?

-Lo avecinaba peor sobre todo en materia económica y financiera, por la crisis mundial, que decían que generaría bajas en los recursos de la coparticipación. Por suerte no las hubo, si bien fue fuerte el impacto de las subas salariales, que fueron grandes, el año termina bien, con sueldos pagados y acreedores que han cobrado.

-Eso quiere decir que el departamento está en orden...

-Guaymallén es un departamento complejo porque hay de todo: área urbana, suburbana, rural. Y si bien se ha perdido mucho de la cultura de la higiene, hacemos campañas permanentes de cuidar la limpieza. La recolección pasa todos los días excepto los domingos. Pero así como hay vecinos que colaboran, hay otros que no cuidan.

-Comparativamente, ¿la actual gestión no está un tanto más frenada que la anterior?

-No. Por ahí hay ciclos. El primer año, 2008, fue totalmente de limpieza, de tratar de ordenar la planta de personal. Había anarquía, falta de equipamiento. 2009 también fue crítico, pero comenzó un proceso de obras que se cristalizaron en 2010 y 2011. Después sí hubo cierto freno porque se avecinaban seis meses complicados. Pero así y todo no hubo bajas sustanciales.

-¿Qué pasa con su candidatura a diputado nacional?

-Se ha charlado en nuestro sector. Es una de las posibilidades en La Corriente de que yo sea el candidato. Me gustaría por los desafíos que se vienen a nivel nacional, sobre todo para Mendoza, porque se ha abierto una puerta inmensa con la finalización de la promoción industrial para las otras provincias. Si el “31D” no hay sorpresas de último momento, será una gran oportunidad para los mendocinos de pegar un salto de calidad, de mejorar y transformar la matriz productiva. Estamos en un punto de inflexión importantísimo y en eso los legisladores nacionales pueden tener mucho que ver.

-¿De qué depende que sea el elegido?

-De un proceso interno de diálogo, el cual existe. En el PJ siempre se quiere ganar y si bien yo tengo propuestas, pueden ser trasladadas a cualquier otro candidato.

-¿Qué figura puede contraponerse a su postulación?

-No hay contraposiciones, hay aspiraciones. A Omar Félix se le termina el mandato y tiene oportunidad. El sector azul no se ha expresado, pero sé que (Jorge) Tanús tiene ganas. Jorge Giménez es un hacedor que dice que no, pero es potable. Patricia Fadel, que es batalladora y aguerrida. También desde el sector azul está Olga Bianchinelli, que es territorial pero con mucho predicamento. En el sur está Cristina Da Dalt, una chica con prestigio. Y hay jóvenes con aspiraciones.

-¿Qué pasa si ocurre algo similar a lo de Anabel Fernández Sagasti, que fue incorporada desde La Cámpora sin militancia previa en el PJ?

- Hay que verlo en su contexto. En 2011 todos querían estar en la boleta de Cristina. Todos querían además tener su exclusividad. Y ella opinó sabiendo que garantizaba el triunfo local, junto con el empuje de los intendentes.

-Pero quedó como una imposición desde la Nación.

-Fue una sugerencia más que una imposición. Uno lo puede aceptar o no. Y se aceptó. En el primer distrito cuando nos pidieron los lugares les dijimos que no. Cuando se tiene una situación fuerte, territorial, electoral, se puede actuar así. Fueron a pedirlo al tercer distrito, donde la situación era de debilidad y pudieron incorporar a Lucas Ilardo y Marina Femenía. En la próxima elección no se elige presidente, gobernador ni intendentes. Habrá más libertad de debate interno local.

-¿Qué opina del gobierno de Francisco Pérez?

-Paco tiene una capacidad de trabajo infernal. Nos supera a todos. Es muy inteligente, sabe llevar las situaciones internas. Y tiene una visión de la provincia clave, sobre todo cuando dice que quiere a una Mendoza que crezca dentro de una Nación que crece. Además se le van dando cosas importantes, como el tema de la represa o lo de la promoción industrial, que plantea un panorama fabuloso. Y eso que empezó con una gestión que amenazaba con no llegar a agosto u octubre, con una oposición salvajísima.

-¿No tiene mucha dependencia de la Nación?

-Quizás ideológica, pero no práctica. Paco viene remando igual que lo hacía Jaque con los recursos, pidiendo fondos desde principios de año. Tiene buen encuadramiento, más que dependencia.

-Pero en ciertos aspectos es casi una copia de lo que se hace a nivel nacional.

-Está en el mismo proyecto. Evidentemente tendrá muchas cosas parecidas. El estilo de Paco es afable, calentón en momentos, pero genuino y espontáneo. No es rencoroso. Por ahí piensa tan rápido su gestión que a veces no lo podemos seguir y no terminamos de comprenderlo. Por ejemplo con el tema del telesférico. Yo no lo entendía. Pero después lo explicó y se entendió que era una especie de tranvía aéreo, que funciona en otras partes del mundo; un proyecto totalmente realizable, con un costo mucho más bajo que el de un tren subterráneo.

-¿Cómo ve a la oposición? ¿Es tan virulenta como dicen?

-Sí. Cornejo parece un sacerdote maya porque cree que en diciembre se termina Mendoza. No todos los radicales son así, pero hay un tándem virulento y explosivo que se puede simplificar en tres nombres: Julio Cobos, Alfredo Cornejo y Armando Camerucci.

-¿En qué se equivocan, por ejemplo?

-El otro día, ante la convocatoria a las distintas fuerzas por el tema de la promoción industrial, ellos dijeron que no fueron invitados. Si hubieran presentado una nota pidiendo acompañar a los comprovincianos en lo que se viene, hubieran desencajado al Gobernador. Sin embargo prefirieron meter un presupuesto nuevo y pedirle que baje el suyo.

Parece que no pudieron superar la derrota de 2007, cuando hicieron todo un plan con el kirchnerismo para estar en la boleta nacional, se confiaron de más y permitieron que ganara Jaque. No pudieron superar ese proceso. Y ahora se vuelven a equivocar con Paco. Porque creyeron que después de Jaque no había más justicialismo en Mendoza. Como no pueden superar eso, creen que lo pueden hacer llevando a destruir un gobierno sin ver que terminan destruyendo a la provincia.

-¿Qué opina de la postura radical frente a la reforma de la Constitución?

-No se trata, como dicen los radicales, de que la reforma constitucional no le cambia la vida a nadie, ya que de lo que se trata es de marcar pautas para el futuro. Y eso no puede salir desde el justicialismo solo, porque se tiene que debatir en la Legislatura, hay que plebiscitarlo, elegir constituyentes y luego volver a discutir el tema. Hay legislación anacrónica, como la autonomía municipal, que debe ser rediscutida. Me parece que se metieron en una trampa con la “re re” de Cristina y la reelección de Paco, y consideraron que era un motivo para castigar, pero la gente comienza a darse cuenta de que es necesario cambiar la Constitución.

-Pero la gente ha visto muchos intentos sin que pase nada, que ya descree de las intenciones.

-Si nos hubieran habilitado la reforma, el mismo debate hubiera terminado siendo útil para sus intenciones, pero al final, por este tema, está explotando la UCR, la cual no sé si llega unida a la próxima elección; lo que se sumará a los personalismos extremos que poseen, como el de Cobos.

-¿Cómo será el escenario político de 2013?

-Lo veo complicado, por la virulencia opositora que va más al garrotazo que a la propuesta superadora.

-¿Ustedes quieren desdoblar las elecciones?

- No es malo que en una legislativa se empiece a probar algún sistema. Hay menos situaciones institucionales en juego. Pero no se puede hacer todo porque se corre el riesgo de generar hasta seis elecciones en un año si se dividen municipales, provinciales y nacionales. Los costos serían fenomenales y tal vez sería un exceso. Pero desdoblar con el sistema tradicional podría ser bueno.

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