A una semana de las elecciones en Paraguay, la puja entre los candidatos que lideran las encuestas, Horacio Cartes, del opositor Partido Colorado, y Efraín Alegre, del oficialista Partido Liberal, vaticina un final incierto, diez meses después de la destitución del ex presidente Fernando Lugo.
La contienda se volvió más reñida tras el pacto electoral sellado la semana pasada entre los liberales y la Unión Nacional de Ciudadanos Éticos (Unace), del caudillo Lino Oviedo, fallecido al incendiarse el helicóptero en que viajaba el 2 de febrero pasado.
La alianza electoral entre liberales y oviedistas modificó la percepción de victoria, que desde el comienzo de la campaña fue muy alta para Cartes, generando incertidumbre en el campo colorado y optimismo en el liberal, explicó el analista Francisco Capli.
Según un promedio de las tres últimas encuestas, realizadas antes de conocerse el acuerdo entre liberales y oviedistas, Cartes lideraba la intención de voto (38,4%) frente a Alegre (32,3%) y Unace se mantenía en cuarto lugar (4,7%).
Ambos candidatos se disparan estos días munición gruesa antes de adjudicarse por adelantado la victoria: Alegre, confiado en el acuerdo, y Cartes, convencido de su mayoría en las encuestas.
El candidato liberal, un senador de 50 años ex ministro de Lugo, asegura que si Cartes gana “mandará la narcopolítica” y repite sin cesar en sus reuniones políticas que su rival estuvo preso por un caso de evasión millonaria de divisas en 1985, del que luego fue sobreseído.
Cartes “es la reafirmación del modelo del contrabando, la mafia, la piratería”, dijo Alegre.
Por su parte, el postulante colorado, un rico empresario tabacalero de 57 años, criticó la “campaña sucia” de calumnias de Alegre y advirtió, en una denuncia ante la fiscalía, que los oficialistas pretenderían “plantarle drogas” en alguna de sus propiedades con el objetivo de hundirlo.
Cartes acusó a su contrincante de desviar 25 millones de dólares cuando era ministro de Obras Públicas de Lugo.
“No se puede seguir manejando como privado el dinero público. Nosotros vamos a terminar con esa costumbre de robar. Es lo que ha destrozado al Paraguay”, remarcó Cartes.
Otros candidatos compiten por la presidencia, aunque sus postulaciones son testimoniales. El mejor calificado de ellos, con un promedio de 10,5% en los últimos sondeos, es el presentador de televisión Mario Ferreiro, del movimiento Avanza País, seguido del conservador Miguel Carrizosa, de Patria Querida, con 3,9% en promedio.
Detrás de éstos, con 2,5% en promedio, se ubica recién el Frente Guasú, el partido de Lugo, que postula a Aníbal Carrillo a la presidencia y al ex presidente y ex obispo católico como primer senador.
Otros tres pequeños movimientos de izquierda presentan candidaturas: el partido de los Trabajadores, el partido Kuñá Pyrendá (en guaraní “Sello de Mujer”) y el partido Patria Libre.
Estas elecciones nacionales son las primeras tras la crisis política de junio pasado, cuando Lugo fue destituido por el Congreso “por mal desempeño”, vía juicio político sumario.
La caída de Lugo, calificada de “golpe parlamentario” por algunos de sus vecinos, tuvo como consecuencia la suspensión de Paraguay de varios foros regionales.
Los gobiernos de los países miembros del Mercosur y de la Unasur prometieron reconocer al gobierno electo el 21 de abril. La mayoría de ellos retiró a sus embajadores de Asunción tras la destitución de Lugo el 22 de junio de 2012.
El ganador de los comicios, que sucederá al liberal Federico Franco, ex vicepresidente de Lugo, asumirá el cargo el 15 de agosto por cinco años, sin posibilidad de reelección.