Alcelia y Juan: un amor de 70 años

Ella tenía 18 y él 24 cuando se conocieron. Un año después se casaron y nunca más se separaron. Ayer, junto a hijos, nietos y bisnietos festejaron “toda una vida” de matrimonio. “Hemos tenidos nuestras diferencias, como todo el mundo”, aseguran.

Alcelia y Juan: un amor de 70 años
Alcelia y Juan: un amor de 70 años

Cuando Alcelia Gamboa conoció a Juan Sosa tenía 18 años. “Era muy joven”, destaca y asegura que el recuerdo de aquel momento es un tesoro que mantiene intacto: “Éramos vecinos; él era amigo de mi hermano y siempre iba a visitarlo. Al poco tiempo nos pusimos de novios, así que iba a verme a mí. Después de un año ya estábamos casados”, relata sonriente la mujer que ha recorrido un largo camino junto a aquel joven que no dudó en enamorarla cuando tenía 24 años y toda una vida por delante.

El lunes la pareja cumplió 70 años de matrimonio y ayer lo festejó con un asado familiar al que asistieron sus tres hijos -Irene (69), Silvia (66) y Jorge (56)-, 12 nietos y 13 bisnietos. Sentados en el jardín de la casa de Guaymallén, donde se hizo la celebración, Alcelia (88) y Juan (94) se muestran contentos y se complementan -como tantas otras veces- al describir sus sentimientos por los años compartidos.

Ella, de hecho, prefiere tomar la palabra para evitar que su esposo se esfuerce demasiado, pues desde hace un tiempo ha tenido algunos problemas de audición. “Siempre hemos estado juntos; hemos tenido nuestra diferencias, como todo el mundo, pero siempre pudimos resolver los problemas, siempre con respeto y amor mutuos”, expresa.

En el ambiente, los aromas a asado y empanadas recién salidas del horno se entremezclan. De fondo, las charlas y risas de cuñados, primos, tías y tíos dan cuenta de que la ocasión es una oportunidad para disfrutar con los seres queridos.

Es éste, justamente, el momento en que todos los integrantes de la familia decidieron homenajear a las dos personas que más admiran en el mundo. Es que ellos han sido el ejemplo claro sobre el cual se afirmaron y tomaron lo mejor.

"Él siempre fue muy trabajador, tuvo mejores épocas y otras no tanto, pero nunca bajó los brazos y siempre hizo lo posible para darnos lo mejor de sí”, comenta con orgullo su hijo Jorge.

Alcelia, por su parte, aclara que su esposo siempre se hizo querer y que en Guaymallén muchas personas lo han conocido en los años en que salía a recorrer las calles vendiendo pescado. Como son un equipo, ella fue quien se hizo cargo del trabajo en la casa.

“Fuimos y somos muy felices a pesar de los achaques de la edad”, asegura y a los pocos segundos, Juan destaca que el amor y el respeto mutuos han sido la base de su relación.

Juntos afrontaron desafíos, recorrieron paisajes y vieron crecer a sus hijos. Conocieron las playas de Brasil, Chile y Mar del Plata, pero también contemplaron mañanas y atardeceres entre los cerros nevados de Bariloche.

“Cada lugar tiene sus cosas lindas y en todos los viajes la hemos pasado muy bien”, relata Alcelia y confiesa que una de las actividades hogareñas de las que siempre disfrutó fue cocinar. Justamente, su esposo destaca que nunca probó platos más sabrosos que los preparados por ella. Sus hijos y nietos refuerzan   la idea: “Los pastelitos de dulce y queso son su especialidad”, detalla entre risas uno de sus nietos.

Antes de ultimar los detalles del almuerzo, la familia posa para la foto que quedará como testimonio del momento. Los que llegan a última hora se ubican entre la masa de parientes y se abrazan como queriendo inmortalizar el instante. Con los ojos ya empañados de emoción, Alcelia y Juan se unen en un mismo gesto de amor, acercan sus rostros con afecto y se muestran agradecidos por las demostraciones de cariño expresadas por cada uno de los integrantes de la familia.

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