El laborista Sadiq Khan se convirtió ayer en el primer musulmán en ser elegido alcalde de Londres, y de cualquier gran capital europea, tras unas elecciones en las que sus rivales trataron de explotar el factor religioso.
La victoria de Khan fue el hecho más destacado de las elecciones municipales y regionales del jueves, seguido por la pérdida de la mayoría absoluta de los independentistas escoceses y el debate en torno al líder laborista Jeremy Corbyn, cuyo primer test electoral no despejó todas las dudas.
Inmigrantes paquistaníes
Khan, de 45 años, hijo de un conductor de autobús paquistaní, se impuso al conservador Zac Goldsmith, cuyo perfil -hijo de un multimillonario y casado con una Rotschild- estaba en las antípodas.
“¡Felicidades Sadiq Khan! ¡Estoy impaciente por trabajar contigo para crear un Londres más justo con todos!”, escribió el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.
También lo felicitaron el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
“Estamos tan contentos y orgullosos", dijo Malik Ahmed, que trabaja en uno de los restaurantes favoritos de Khan, el Lahore Karahi, en su barrio de Tooting.
“¡Es tan buen hombre y ha ayudado a tanta gente! Si tienes un problema sólo hay que enviarle un email”, añadió Ahmed en este establecimiento de aspecto modesto en el que reinaban unos deliciosos aromas de especias.
"¡Sadiq Khan zinda baad!", "¡Bien hecho, Sadiq Khan!", exclamaron en lengua urdu algunos clientes al anunciarse la victoria.
Los conservadores, y sobre todo el primer ministro David Cameron, trataron de identificar a Khan con los extremistas musulmanes, una estrategia que se volvió en su contra.
Incluso Jemima Goldsmith, la hermana del candidato conservador, felicitó a Khan y lamentó que la campaña de su hermano no reflejó su personalidad, la de “un político ecologista, independiente, con integridad”.
La elección de Khan fue la mejor noticia para Corbyn, que afrontaba su primera gran prueba electoral bajo la atenta mirada de sus críticos del partido, que no mejoró sus resultados anteriores y no capitalizó el desgaste de los conservadores, en el gobierno desde 2010.
“En toda Inglaterra había predicciones de que perderíamos municipios. No ocurrió, aguantamos”, dijo Corbyn a un grupo de militantes laboristas.
Para Matthew Goodwin, profesor de política en la Universidad de Kent, “el Partido Laborista tiene un problema muy serio, aunque la elección de un alcalde laborista en Londres distraerá la atención. Es tercero en Escocia, por primera vez desde 1910, y no ha conseguido impresionar en el sur de Inglaterra, donde tendrá que despegar si quiere tener una posibilidad seria de ganar en las próximas elecciones generales de 2020”.
Cameron trató de minimizar el tema y poner el foco en la división laborista.
“Unas elecciones locales para los primeros ministros en el cargo suelen ser días de horror”, dijo Cameron a unos militantes conservadores.
“Fue un día en el que esperás que alguien golpee la puerta, como el condenado cuando viene el verdugo. No fue así anoche”, se congratuló.
Con los resultados escrutados en 115 de los 124 concejos municipales en juego, los laboristas ganaron en 59 y se descontaba la victoria final.
De chico boxeaba a quienes lo discriminaban por "paki"
Khan no tiene el clásico bagaje de muchos políticos británicos: no viene de una familia rica o llena de políticos; no estudió en el colegio de Eton, ni en ningún otro centro privado, ni luego en las universidades de Cambridge u Oxford. Fue a un liceo público de su barrio en el norte de Londres y estudió derecho en la Universidad North London, una educación gratuita por la que siempre se mostró agradecido: “Se lo debo todo a Londres”, dijo.
Sadiq Khan nació en 1970 en una familia paquistaní recién llegada a Gran Bretaña. Creció en un barrio de viviendas sociales de Tooting, al sur de Londres, con sus 6 hermanos y una hermana. Su padre era conductor de micros y su madre costurera. Cuando iba a la escuela, quería ser médico, dentista. Pero uno de sus profesores observó su don con la oratoria y le orientó hacia los estudios de derecho. Le hizo caso, se especializó en derechos humanos y presidió durante tres años la ONG Liberty.
Aparte de con libros, Khan supo defenderse con los puños y de chico hizo boxeo para enfrentarse a quienes le llamaran “paki”, término peyorativo para referirse a los paquistaníes.
A los 15 años se afilió al Partido Laborista y en 1994, a los 23 años, logró su primer cargo, concejal en Wandsworth, un barrio del sur de Londres, que ejerció hasta 2006. En 2005 abandonó su carrera de abogado para ser elegido diputado por Tooting, una circunscripción del sur de Londres, donde todavía vive con su esposa Saadiya, también abogada, y sus dos hijas adolescentes.
Tres años después, Gordon Brown le ofreció el ministerio a cargo de las comunidades, y al año siguiente el de Transportes. Fue el primer musulmán en ocupar un puesto de ministro. Con su 1,65 m de altura y su cabello canoso, pero intacto, Khan es conocido por su energía y su voluntad de hierro.