El presidente Alberto Fernández aseguró ayer que la Argentina "no abandonará el Mercosur" y aclaró que quiere que ese bloque comercial retome su identidad original y se expanda a toda América Latina, pero hay preocupación entre los empresarios por las últimas decisiones oficiales.
Fuentes diplomáticas consultadas por Los Andes dijeron que la intención es sumar países al bloque para que la región mejore su posición de poder en las negociaciones que vendrán con otras regiones después de la pandemia.
Esto sucede después de la polémica que se generó el viernes pasado cuando el gobierno argentino se levantó de las negociaciones del Mercosur para lograr acuerdos de libre comercio con Canadá, Corea del Sur y Líbano.
La gestión Fernández quiere poner en pausa esas negociaciones. Asegura que no es el momento de avanzar dado que resultaría prudente esperar a ver cuál es el impacto real que tendrá la pandemia de coronavirus Covid-19 en el comercio global.
Esta situación deriva de un hecho registrado en noviembre de 2019, cuando Brasil puso en vigencia una cuota de importación libre de aranceles para 750.000 toneladas anuales de trigo, por fuera del Mercosur, lo que terminó beneficiando a Estados Unidos.
"Planteemos un instante de reflexión a los miembros del bloque, porque si ellos quieren tirar por la borda el Mercosur que lo digan. Si cada uno puede abrirse a quien quiere para qué existe el Mercosur", dijo Fernández.
Al margen de la situación coyuntural, el Gobierno del Frente de Todos es contrario al libre comercio. Ha criticado desde el primer minuto el acuerdo firmado por el Mercosur con la Unión Europea el año pasado, al asegurar que el mismo es beneficioso sólo para el Viejo Continente.
Por una red social, el canciller argentino Felipe Solá lo expresó. "Argentina permanece en el Mercosur", dijo y aseguró que los que piden tratados de libre comercio con otros países "no pueden destacar un solo beneficio para el trabajo argentino".
Fue un mensaje indirecto para el Gobierno brasileño de Jair Bolsonaro, que impulsa el libre comercio.
Paulo Guedes, el ministro de Economía del gigante sudamericano contestó ayer: "Brasil va a sorprender al mundo con la recuperación económica".
“Ahora, va a ser dentro de los programas de estabilidad fiscal nuestra. Nosotros no queremos convertirnos en una Argentina, no queremos convertirnos en una Venezuela. Estamos en otro camino, el de la prosperidad, no en el camino de la desesperación”, agregó Guedes.
En el entorno de Solá sostienen que su "visión" es la de "fortalecer las relaciones con las naciones del bloque regional" antes de negociar hacia afuera.
Crítica a Macri y Bolsonaro
Fernández apuntó contra su antecesor, Mauricio Macri, y Bolsonaro. Los acusó de haber debilitado el Mercosur "distorsionando el estatuto fundacional". Allí se establecía una regla básica: no puede haber tratados de libre comercio individuales.
"Repentinamente Macri y Bolsonaro empezaron a dejar esto de lado y que cada país haga los tratados de libre comercio con quien se le ocurra. Somos una región que debe negociar con criterios de unidad", dijo Fernández. Y agregó: "Yo quiero un Mercosur incluso más grande, que convoque a la unidad de América Latina entera".