El presidente Alberto Fernández llegó hoy a las 15.40 (11.40 hora de Argentina) al aeropuerto Fiumicino, de Roma, para dar inicio a la gira europea durante la cual, mañana, se reunirá en El Vaticano con el papa Francisco y luego visitará a los mandatarios de Italia, Alemania, España y Francia.
El mandatario arribó a la capital italiana a bordo del vuelo AR1140 de Aerolíneas Argentinas acompañado por la primera dama Fabiola Yañez, la ministra de Justicia Marcela Losardo, el canciller Felipe Solá, el secretario de Culto Guillermo Oliveri, el secretario de Asuntos Estratégicos Gustavo Béliz y el de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
El presidente fue recibido por los jefes de misión de las embajadas argentinas ante Santa Sede, María Julia Rodríguez; ante el gobierno italiano, Tomás Ferrari; y ante organismos de Naciones Unidas con sede en Roma, Carlos Cherniak; además de por un oficial argentino de protocolo del Vaticano, Guilermo Karcher, la cónsul general en Roma Lucía Dougherty, y un representante del gobierno italiano.
La primera actividad de Fernández en suelo italiano será hoy, cuando se encuentre con el director del Programa Mundial de Alimentos (PMA), el estadounidense David Beasley, en las oficinas del organismo en el sur de Roma.
Mañana, Fernández tendrá una reunión privada con el papa Francisco en el Vaticano desde las 10.30 locales (6.30 de Argentina). Tras el encuentro, el resto de la comitiva saludará al pontífice en la Biblioteca del Palacio Apostólico.
Luego de reunirse con Jorge Bergoglio, por la tarde de mañana, a las 17 de Roma (13 de la Argentina), Alberto Fernández se reunirá con su par italiano, Sergio Mattarella, un jurista de 78 años y en su cargo desde 2015, hermano del fiscal Piersanti Mattarella, asesinado por un sicario de la mafia siciliana en 1980 y convertido en un símbolo europeo de la lucha contra el crimen organizado.
El encuentro se desarrollará en el Palacio Quirinale que, construido en 1573 como residencia de verano para el papado, se convirtió en la residencia real italiana tras la unificación de Italia, y, desde 1947, funciona como residencia para el presidente de la República.
Una hora antes (a las 12 de mañana, hora de la Argentina), Alberto Fernández tiene previsto reunirse con Giuseppe Conte, abogado y profesor de derecho de 55 años, quien está a cargo del gobierno italiano desde junio de 2018.
La particularidad es que, hasta agosto de 2019, Conte estuvo a la cabeza de una coalición entre la Liga de Matteo Salvini y el Movimiento Cinco Estrellas, y, días después, quedó ratificado para el denominado "Conte bis", sostenido esta vez por el Cinco Estrellas y el Partido Democrático.
La reunión de Fernández y Conte se dará en el Palacio Chigi, un edificio de 1578 que desde 1961 funciona como sede de la Presidencia del Consejo de Ministros italiano, en pleno centro romano, a metros de las Plazas España, del Popolo y Venezia.
El sábado, Fernández estará cara a cara con Qu Dongyu, quien se convirtió en junio pasado en el primer chino en ser designado al frente de la Oficina de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), considerada la hermana mayor de las tres instituciones sobre el tema con sede en Roma y que completan el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
Qu Dongyu, ex viceministro de Asuntos Rurales y de Agricultura de su país, visitó en noviembre pasado al Papa y durante la audiencia privada que tuvieron se comprometió a hacer su trabajo "lo mejor posible".
"Me comprometeré y me sacrificaré por los pobres y para sacarlos de la pobreza", agregó el funcionario a Jorge Bergoglio en aquella ocasión.
En tanto, hoy el mandatario tendrá también una reunión con el director del PMA, el estadounidense David Beasly.
Otra personalidad con la que Fernández estará cara a cara es el cardenal italiano Pietro Parolin, el secretario de Estado del Vaticano, a quien verá en el Palacio Apostólico de la Santa Sede apenas termine el encuentro de mañana con Jorge Bergoglio.
Parolin, quien fue cuatro años Nuncio Apostólico en Venezuela (2009-2013), es uno de los impulsores del acercamiento del Vaticano a China que culminó con la firma del acuerdo para la designación conjunta de obispos de septiembre de 2018.
Además, el purpurado italiano integra el grupo conocido como C6, que asesora al Papa en la elaboración de la nueva Constitución Apostólica, "Prediquen el Evangelio", que será promulgada en junio próximo.