Alberto Fernández le dio instrucciones al ministro de Defensa, Agustín Rossi, para que preste toda la colaboración en la búsqueda y rescate del avión Hércules chileno que desapareció cuando regresaba en un vuelo desde la Antártida.
El Presidente se refirió a la situación durante la Asamblea Legislativa, en la cual explicó que su par trasandino, Sebastián Piñera, le había adelantado que no podía viajar a la Argentina para estar presente en el acto de asunción por tal razón.
La aeronave perdió comunicación ayer por tarde cuando sobrevolaba el mar de Drake un paso marítimo entre el continente americano y la Antártida considerado por los navegantes como uno de los más tormentoso del planeta.
"Las condiciones meteorológicas para volar eran buenas, por eso se planificó el vuelo", dijo Francisco Torres, director de Operaciones de la FACH.
El operativo de búsqueda "a fin de rescatar a posibles sobrevivientes" se concentra dentro del radio de 60 millas de la zona en la que se perdió el contacto con la aeronave.
El avión tiene sistema ELT que indica su posición satelital, pero durante la madrugada había sido infructuoso para ayudar a localizar el avión.
El último accidente de estas características en Chile ocurrió en septiembre de 2011, cuando un avión militar con 21 personas a bordo se precipitó cerca de la isla Robinson Crusoe, en medio del océano Pacífico, a unos 700 km del continente.
En la aeronave viajaba un equipo de televisión, entre ellos el famoso conductor local Felipe Camiroaga, cuya muerte fue muy sentida por los chilenos.
Ese accidente fue sujeto de investigación y la FACH formuló cargos administrativos contra 13 oficiales, entre ellos dos generales que fueron llamados a retiro, por su responsabilidad en el fatal accidente.